Eurocopa femenina

Bruselas
Durante el registro, los agentes confiscaron archivos y ordenadores, abrieron tumbas en la catedral de Malinas e incomunicaron a los obispos y al nuncio, que estaban reunidos. El cardenal Bertone, «número 2» del Vaticano, lo comparó entonces con los registros de «regímenes comunistas de antigua experiencia». Ahora, todo lo requisado deberá devolverse.
Según ha informado a la agencia Reuters Fernand Keuleneer, abogado del cardenal emérito de Bruselas, Godfreed Daneels, los registros «fueron ilegales» porque, «básicamente», el juez de instrucción los ordenó sin tener pruebas suficientes que demostrasen que era necesario hacerlos, declaró Keuleneer. «No tenía una información suficientemente precisa», añadió.
El ministro de Justicia, Stefan De Clerk, afirmó que la devolución de los documentos «no puede impedir que continúe la investigación» sobre casos de abusos sexuales y pidió a la Iglesia que colabore en ella.
De hecho, la Iglesia desarrollaba su propia investigación, a la que acudían testigos y víctimas voluntariamente, confiando en la confidencialidad de sus testimonios. Cuando la policía confiscó los archivos con sus declaraciones, muchos perdieron la confianza y se retiraron.