Congreso de los Diputados

Blanco difumina a Chaves y ejerce de «número dos» del Gobierno

El ministro de Fomento, que hoy se hacía con los mandos de la sesión de control en el Congreso, ha pasado los últimos días ejerciendo de portavoz del Gobierno en los medios y haciendo pedagogía del «tijeretazo».

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Ni de la Vega, ni Salgado, ni Chávez, el auténtico portavoz del Gobierno en los tiempos que corren es sin duda José Blanco. Tras el tijeretazo anunciado por Zapatero el pasado miércoles en el Congreso y la posterior lluvia de críticas, el que ha dado la cara y ha hecho pedagogía del ajuste gubernamental no ha sido otro que el incombustible «Pepiño» Blanco.Viendo la que se le venía encima a Rodríguez Zapatero, Blanco no tuvo reparos en pasar el fin de semana de tele a radio y de radio a tele justificando y explicando las bonanzas de la política económica del Gobierno.El sábado se subió a «La Noria» porque «un político va donde va la gente», el domingo tuvo sesión de radio y ayer lunes volvió hablar del ajuste, «sin duda doloroso para Rodríguez Zapatero» y del fin de la recesión, «que ya ha llegado». Pero hoy, su imagen se ha agrandado aún más. Blanco ha tomado el timón de la sesión de control al Gobierno y ante la «pellas» del presidente y la mayoría de los ministros, ha ejercido sin reparos de vicepresidente, a pesar de la presencia de Chávez que careció de peso político ante el incansable ministro de Fomento.

Paladín de Zapatero

Y es que si existe la amistad política, José Blanco, parece un campeón en la materia, porque en la sesión de control del Congreso, y en ausencia del presidente Zapatero, el ministro de Fomento ha actuado hoy como su mejor paladín al defender el ajuste con el mayor ahínco y entusiasmo.Y lo ha hecho frente a los diputados del PP que le han dirigido preguntas sobre las medidas de ajuste, y ante los de ERC y PNV, preocupados por el alcance del recorte de inversiones públicas.Con todos ha sido rotundo a la hora de justificar los planes del Gobierno, si bien con los "populares"se ha empeñado especialmente, hasta el punto de pedirles que voten sí al ajuste para practicar el "patriotismo del bueno"en vez de su "patriotismo de pacotilla".Las palabras de Blanco han causado numerosas protestas en los escaños del PP y un ambiente de bronca cada vez que hablaba.Primero le ha preguntado Alfonso Alonso, para quien el titular de Fomento es "el portavoz del recorte social"y de un Ejecutivo definido como "un muerto viviente".Según él, las medidas de ahorro público que mañana se aprueban son "un decreto contra los que menos tienen".Al contestarle, el ministro de Fomento ha recordado que el PSOE ha subido mucho más las pensiones mínimas que el PP, y además ha dedicado 5.200 millones euros para las personas dependientes.Y ha confesado que la tardanza en adoptar las medidas anunciadas hoy hace una semana se debe a que al Gobierno no le gustaban algunas, como la rebaja salarial a los funcionarios.Aunque interrumpido por las protestas del PP, Blanco ha logrado proclamar: "Si la demagogia cotizara en bolsa, sólo con las intervenciones del señor Rajoy estaríamos en máximos históricos".Le ha correspondido después preguntarle a la diputada Teófila Martínez, para quien es "cínico"afirmar que las medidas del ajuste no gustan a un Gobierno que ha descrito como "egoísta, insolidario, irresponsable y cobarde".José Blanco, entre más protestas de los del PP, algo apaciguadas por el presidente de la Cámara, José Bono, ha dicho que resulta "paradójico"que los populares "defiendan con la furia del converso"las pensiones o los sueldos de funcionarios que ellos no subieron cuando gobernaban.La tercera cuestión del PP, a cargo de José Ignacio Landaluce, nada tenía que ver con el ajuste, porque se refería a Gibraltar, pero a su rebufo el ministro ha seguido con su estrategia de la mejor defensa, esto es, el ataque."Ustedes, que levantan todos los días la bandera del patriotismo, no hagan patriotismo de pacotilla y den una lección de patriotismo apoyando el decreto que apoya toda la comunidad internacional para salir de la crisis", ha sentenciado.Los gritos, los gestos, las protestas del PP han llevado de nuevo a Bono a tomar la palabra para tratar de encauzar el debate."Les veo un poco alborotados, ciertamente", ha proseguido un incansable Blanco empeñado en salvar a los "populares"de su "patriotismo de hojalata".Los diputados del PP estaban hoy particularmente molestos por la "espantada"de ministros en la sesión, a la que además de Zapatero han faltado las dos vicepresidentas debido a compromisos europeos.Sí ha estado en el hemiciclo el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, que ha denunciado la demagogia y electoralismo del PP ante las invectivas de los diputados Juan Manuel Moreno Bonilla y Álvaro Nadal hacia su departamento, que han tachado de "ornamental"y "lujo absolutamente innecesario"dentro del Gobierno "más caro de la UE".Por cierto, en la sesión de hoy otros dos diputados del PP, Carlos Floriano y José Ignacio Echániz, en sendas preguntas al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, han tratado de acuñar un nuevo término para definir lo que les espera desde mañana a los españoles: más que un decretazo será un "Zapatazo".