Literatura

Barcelona

El otro escritor de Palafrugell

Joan Granés escribió el dietario entre julio y octubre de 1925
Joan Granés escribió el dietario entre julio y octubre de 1925larazon

BARCELONA- En los años 20, mientras Josep Pla consolidaba su carrera literaria y periodística, uno de sus vecinos también trataba de hacerse un hueco en la república de las letras. Se llamaba Joan Granés y, como Pla, era de Palafrugell, pero su producción literaria en comparación es pequeña. Granés murió con 22 años, en 1928, víctima de una tuberculosis agravada por la leucemia. Extraordinario lector, con una especial predilección por Paul Valéry, a su muerte el poeta francés le dedicó una sentida nota necrológica en «La Publicitat».
La editorial A Contravent publica «El mirall inhumà» donde se puede comprobar la calidad literaria de Granés. Con un prólogo de Javier Cercas y con un estudio introductorio de Xavier Xargay, este libro recupera el dietario que el joven escritor redactó entre julio y octubre de 1925.
A diferencia de «El quadern gris», el otro dietario escrito por un vecino de Palafrugell en esa época, «El mirall inhumà» no tiene la pretensión de ofrecernos la construcción de un personaje. Sin embargo, Pla y Granés compartían la misma obsesión por la escritura, por dejar en el papel sus impresiones de su entorno más cercano, de lecturas, de sentimientos... Granés, pese a su rabiosa juventud, narraba un diario que se movía entre la novela y el cuaderno de notas. El lector de «El mirall inhumà» quedará impactado por el talento que demostraba Granés quien parecía destinado a convertirse en uno de los grandes narradores de la literatura catalana. La propuesta de A Contravent es la de adivinar una esperanza truncada por una muerte que llegó cuando Granés se estaba forjando. Es una introducción que no tuvo tiempo de ir mucho más allá de un dietario y unos pocos papeles.
¿Granés y Pla se conocían? Es evidente que sí, aunque el autor de «El carrer estret» no le dedicó ni una sola línea en el conjunto de su voluminosa producción. Pese a ello, se sabe que el «homenot» sentía un gran afecto por su vecino y que probablemente lo ayudó en la Barcelona de los años 20. Josep Pla, en una carta a su hermano Pere, lamentaba la pérdida de un autor, el otro escritor de Palafrugell, que merece ser reivindicado y leído.