Imbatibles en tierra

Los dos mejores jugadores del mundo sobre arcilla de la actualidad volverán hoy a verse las caras en una final. Esta vez será en la pista central del Real Club de Tenis Barcelona, con el Trofeo Conde Godó en juego, que toma el relevo de Montecarlo, donde hace una semana el número uno añadió un Masters 1000 más a su colección ante «Ferru».

Ferrer abrió una jornada marcada por la celebración del día de Sant Jordi, y entregó una rosa y un libro imaginario a cada espectador con un recital de juego ante un Nicolás Almagro impotente, que sólo podía desahogarse gritando una y otra vez sobre la tierra. El tenista valenciano se acabó imponiendo al otro español por 6-3 y 6-4 gracias a su acierto en los momentos más importantes del partido. Será la tercera vez que luchará por intentar estrenar su palmarés en el Godó. En las dos anteriores (2008 y 2009), Nadal se cruzó en su camino.

Con la clasificación de Ferrer, sólo el croata Ivan Dodig se interponía ante la final más esperada por todos los aficionados. Y en ocasiones de este tipo, Rafa Nadal no suele fallar. El mejor jugador del mundo impuso su superioridad desde el principio ante un Dodig que se mostró algo nervioso al principio del choque, acusando los nervios, seguramente, pero que luego se rehizo y dejó destellos de su calidad.

Nadal se acabó imponiendo por 6-3 y 6-2 en menos de una hora y media de juego, y sumó su victoria número 500 en la ATP. Es el tercer español que lo consigue, tras Manuel Orantes y Carlos Moyà, y el segundo más joven en alcanzar esta marca. Bjorn Borg fue el más joven. La final entre Nadal y Ferrer empezará a las 16 horas.