Europa

Ciudad del Vaticano

Benedicto XVI un peregrino en Santiago

La primera etapa de la visita de ocho horas que el Papa realiza a Santiago de Compostela ha concluido sobre las 13.50 horas, después de que Benedicto XVI ganase el jubileo al entrar por la Puerta Santa y cumpliese con todos los rituales de los peregrinos en la Catedral compostelana.

El Papa cruzó hoy la Puerta Santa vestido como un peregrino más, rezó ante la tumba del Apóstol, abrazó su imagen y dijo en el templo que la Iglesia "está al servicio de la verdad y de la libertad".

"Al abrazar la imagen, he pedido por todos los hijos de la Iglesia", ha dicho el Papa ante un millar de personas reunidas en la catedral compostelana, a los que también manifestó que se encontraba allí "para confirmar en la fe"a los cristianos.

El Papa Ratzinger agregó que la Iglesia es "ese abrazo de Dios en el que los hombres aprenden también a abrazar a sus hermanos, descubriendo en ellos la imagen y semejanza divina, que constituye la verdad más profunda de su ser y que es origen de la genuina libertad".

El Papa se refirió asimismo a las instituciones de caridad y de promoción humana gestionada por la Iglesia católica española y exhortó a los fieles a mantenerlas, señalando que benefician a toda la sociedad y que su "eficacia se ha puesto de manifiesto de modo especial en la actual crisis económica, así como en ocasión de las graves calamidades que han afectado a varios países".

Procedente del aeropuerto y tras ser aclamado por miles de personas durante los más de diez kilómetros del recorrido, Benedicto XVI entró en la catedral compostelana, de la que se cumplirán el año próximo 800 años de su consagración, por la puerta de Azabachería, que lleva ese nombre porque en las tiendas cercanas se pulía y todavía se hace hoy, el azabache, utilizado por los joyeros en trabajos de especial tradición en Santiago.

Tras ser recibido por el Cabildo Catedralicio, se trasladó a la capilla de la Comunión, del siglo XVIII, donde rezó ante el Santísimo, y después visitó el Pórtico de la Gloria, construido en el siglo XII por el maestro Mateo.

El Papa salió unos instantes hasta la escalinata de la Plaza del Obradoiro, donde saludó a los varios miles de fieles congregados, que esperan desde primeras horas de la mañana para asistir a la misa que oficiará esta tarde.

Después volvió a entrar en el templo, que atravesó saludando a fieles y religiosos y especialmente los niños que se encontraba a su paso, para salir por la Puerta Real a la plaza de la Quintana, donde se alza la Puerta Santa.

Allí, dos mujeres le ofrecieron la esclavina de peregrino, una capa con la concha de vieira y la Cruz de Santiago, que es símbolo del peregrinaje a Compostela, con la que ha iniciado de nuevo el recorrido hasta el Apóstol, como un viajero más.

El Papa atravesó la Puerta Santa y, de nuevo dentro de la catedral, bajó a la cripta donde, en una urna de plata, reposan los restos de Santiago, ante los que oró.


Después subió al camarín y abrazó la imagen del Apóstol, siguiendo el ritual de la tradición, como los miles de peregrinos que en este Año Santo llegan cada día a Compostela.

Ya en el altar mayor, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, le dirigió unas palabras de bienvenida en gallego y castellano y el Papa, en alocución que fue interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de los asistentes, le respondió que peregrinar es salir de nosotros mismos para ir al encuentro de Dios.

Tras su discurso, Benedicto XVI introdujo el incienso en el botafumeiro y observó su funcionamiento, mientras los fieles acompañaron al coro de la catedral en el canto del Himno del Apóstol.

Al acto asistieron un millar de personas, entre ellas enfermos, niños, ancianos y miembros de vida consagrada.

Tras la visita, el Papa se trasladó al arzobispado, para almorzar con los cardenales españoles, con los miembros de la Conferencia Episcopal española y con el séquito papal. 

Recorrido en «papamóvil»

El Papa Benedicto XVI ha llegado a la Catedral de Santiago, tras realizar en 'papamóvil' el recorrido entre el aeropuerto de Lavacolla y el casco viejo de la capital gallega, en el que miles de fieles lo han recibido agitando banderas desde los arcenes.
 
El automóvil del Papa ha salido del aeródromo rodeado de una comitiva policial compuesta por más de una veintena de vehículos y tres motos. El Santo Padre, acompañado por su secretario personal y por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, no ha dejado de saludar
a los fieles que esperaban en los márgenes de la carretera, más dispersos en los primeros kilómetros y en las zonas con más curvas.

El 'papamóvil' ha reducido su velocidad al entrar en el barrio compostelano de San Lázaro, en donde se concentraban en las aceras centenares de personas y una banda de gaitas interpretó una pieza para recibir a Benedicto XVI.

A las 13.00 horas el automóvil ha llegado a la Plaza de la Inmaculada, para entrar por la puerta de la Azabachería en la Catedral compostelana, desde la que ha saludado a la comitiva eclesiástica y se ha girado para saludar, con los brazos abiertos, a las personas congregas en el lugar.

El Papa ha ofrecido agua bendita a los miembros del séquito que lo acompaña en el santuario, repleto de fieles que presencian la visita del Sumo Pontífice a la Catedral.

Llegada al aeropuerto de Lavacolla

El avión Airbus 320 de Alitalia en el que viajaba el Papa Benedicto XVI ha aterrizado a las 11:24 horas en el aeropuerto de Lavacolla en Santiago de Compostela.

En la pista del aeropuerto, que estaba envuelto en una densa niebla, le esperaban los Príncipes de Asturias, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, entre otras autoridades.

Minutos después de que la aeronave se detuviera, el nuncio del Vaticano en España, Renzo Frattini, ha subido al avión para dar la bienvenida al pontífice.

El avión en el que viajaba el Papa, un Airbus A320 de la compañía italiana Alitalia, despegó del aeropuerto de Fiumicino alrededor de las 08.50 horas (07.50 GMT) y ha aterrizado en el aeropuerto de la capital compostelana a las 11.24 horas (10.30 GMT), tras cubrir los 1.711 kilómetros que separan ambas ciudades.

El Pontífice viaja acompañado del secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone; del Sustituto ("número tres"del Vaticano) de la Secretaría de Estado, Fernando Filoni, y de miembros de ese departamento.

También acompañan al Papa todos los cardenales españoles de la Curia: Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y los jubilados Eduardo Martínez Somalo, ex camarlengo de la Santa Iglesia Romana, y Julián Herranz, presidente emérito del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos.

Una vez en España, se unieron al séquito papal los otros cardenales españoles, así como el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio.

Asimismo, acompañaron al Pontífice el Maestro de Ceremonias Pontificias, Guido Marini; el médico personal de Benedicto XVI, Patrizio Polisca; el organizador de los viajes papales, Alberto Gasbarri; miembros de la seguridad del Vaticano y medio centenar de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión.

A mediodía, Benedicto XVI ha comenzado, a bordo del papamóvil, el recorrido de unos 11 kilómetros que separan el aeropuerto de Santiago de Compostela de la catedral compostelana.

Tras llegar al aeropuerto de Lavacolla, haber recibido honores de jefe de Estado y mantener un encuentro con los Príncipes de Asturias, el Pontífice accedió al papamóvil, acompañado del arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que le irá explicando los detalles del tramo del camino francés.

A ambos lados de la carretera, la N-634, figuran miembros de diócesis gallegas y españolas, que verán el paso de la comitiva papal.

En uno de los lugares del camino, concretamente en la rotonda de la Puerta de Europa, le espera la Banda de Gaitas de Ourense, que interpretará la pieza "Deus fratesque Gallaecia", mientras también se ha organizado en la zona de As Cancelas un acto festivo con niños de colegios católicos.

Finalmente, Benedicto XVI entrará en el casco histórico por la avenida de Xoán XXIII y la calle San Francisco, y después subirá a la plaza de la Inmaculada rodeando el palacio arzobispal.
 

Telegrama a Sarkozy

Benedicto XVI ha remitido un telegrama de saludo al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y ha bendecido a los franceses con motivo de su visita a España, cuando sobrevolaba el espacio aereo galo.

De este modo, el Pontifice ha dirigido su bendición a Francia y ha deseado "a todos sus habitantes paz y prosperidad"antes de sobrevolar el país.

Igualmente, en otro telegrama al presidente de la republica italiana, Giorgo Napolitano, a su salida del Aeropuerto de Roma Fiumicino, ha señalado que se dirigía a España con ocasión del Año Compostelano y para la "dedicación de la impresionante Iglesia de la Sagrada Familia de Barcelona".