Caracas

El presidente Zelaya desafía al Parlamento a la Justicia y al Ejército

Manuel Zelaya, el presidente «bolivariano» hondureño, quiere cambiar la Constitución para poder ser reelegido.

Un pelotón de Infantería de Honduras, de patrulla ayer en Tegucigalpa
Un pelotón de Infantería de Honduras, de patrulla ayer en Tegucigalpalarazon

BUENOS AIRES- ¿Quién dijo miedo? El presidente Manuel Zelaya está dispuesto a morir con su característico sombrero y sus botas de vaquero puestas. Al menos así se desprende del comportamiento mostrado por el mandatario, desafiando al Ejército y a la Corte Suprema, y decidido a celebrar su referendo caiga quien caiga.La fuerte crisis política empezó a gestarse después de que el mandatario destituyera al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Romeo Vásquez. La cúpula militar es uno de los estamentos que se niega a colaborar en la polémica consulta del próximo domingo, que también ha sido declarada ilegal por el Congreso. Según los opositores, el fin último de Zelaya es reformar la Constitución para permitir la reelección.Pese al clima de tensión, el mandatario encabezó una turba compuesta por decenas de seguidores e indígenas que se encaminó a una base aérea para recoger las urnas de cartón y las papeletas necesarias para llevar a cabo la consulta. Curiosamente, el avión que transportaba el material tenía bandera venezolana y en su interior viajaban militares chavistas que, al parecer, se habrían quedado en Honduras.Mientras, en la capital, el Ejército continuaba apostado en los principales puentes, en los alrededores del edificio del Parlamento y ante el Tribunal de Justicia. Calles casi desiertas, negocios y escuelas cerradas; gasolineras y supermercados abarrotados, eran la muestra de la histeria colectiva.Marcela Torres, residente del barrio El Bosque, fue una de las capitalinas que surtieron su despensa. «Ahora sí veo que la situación está más crítica. El poco ahorro que tenía en el banco lo fui a retirar para comprar comida».De todas formas el verdadero peligro para Zelaya no son las Fuerzas Armadas. El Parlamento podría planear «un golpe» sin tiros, silencioso. La Cámara ya ha nombrado una comisión especial «para la investigación de las actitudes del titular del poder Ejecutivo, por no prestarle la debida atención a los problemas de interés nacional».La moción podría acabar inhabilitando a Zelaya. A este respecto el presidente ya ha respondido: «A mí me eligió el pueblo y no el Congreso». Para, en el nuevo estilo populista bolivariano añadir «Hay que perdonarlos, ¡gloria a Dios!, hay que perdonar y yo sé perdonar porque el pueblo es mi soporte y mi mejor aliado en este proceso político. Ustedes me han declarado la guerra, ahora que se atengan a las consecuencias».Seguir el modelo marcado por presidentes como Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, que reformaron la Carta Magna de sus países para perpetuarse en el poder, podría costarle caro.Si bien Zelaya siguió el manual bolivariano y «patrocinó» adecuadamente a los grupos sociales, indígenas y sindicatos, no hizo lo propio con el Ejército. Y es que, por ejemplo, uno de los primeros consejos que Chávez le dio a Evo Morales fue la importancia de tener contentos a los altos mandos militares y controlar la Justicia, un capítulo que no parece haber leído Zelaya y que, ahora, podría llevarle a la destitución.

El apoyo de Hugo Chávez tensa la situaciónUno de los aspectos más inquietantes de la crisis política que vive Honduras es el intervencionismo ejercido abiertamente por Hugo Chávez. Aunque al principio solo eran especulaciones y nadie confirmaba si el material electoral estaba guardado en una almacén de las Fuerzas Aéreas, finalmente se supo que fue transportado por un avión de bandera venezolana. Todavía más preocupante es que las boletas y las urnas viajaran escoltadas por militares y reservistas armados, que no habrían vuelto a Caracas.«Cuatro avionetas de Venezuela ingresaron por Toncontín», tituló el diario La Tribuna, que publicaba las fotografías de dos aeronaves venezolanas estacionadas en la pista del único aeropuerto que tiene Tegucigalpa.Además, en las últimas horas han aterrizado aquí otros aviones venezolanos, según diversas emisoras de radio, sin precisar qué tipo de cargamento transportan en momentos en que la situación en el país es muy tensa.Por su parte, Hugo Chávez advirtió de que los Gobiernos «revolucionarios» de la región no se van a quedar de brazos cruzados ante el eventual intento de derrocar a Zelaya, al que calificó como un «líder que surge y asume su responsabilidad».