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Juan José Hidalgo: «La Calleja es mi rincón favorito para tapear»

Presidente de Globalia 

Juan José Hidalgo: «La Calleja es mi rincón favorito para tapear»
Juan José Hidalgo: «La Calleja es mi rincón favorito para tapear»larazon

Presidente de Globalia, en 2007 le fue otorgada la Medalla de Oro de Salamanca. Aquí nos habla de lo mejor de la ciudad.

-¿Sigue viajando igual la gente a pesar de la crisis?

-Se ha notado un descenso, más o menos del 20 por ciento, respecto al año anterior.

-Como salmantino, ¿cuál es su rincón favorito?

-Desde muy joven me ha gustado La Calleja. Siempre hubo un gran ambiente de vinos y tapeo, y veo que a los chavales de hoy les sigue gustando el mismo sitio.

-¿Qué lugares debería incluir una ruta por Salamanca?

-Recomiendo recorrer el trayecto entre el río y la Plaza Mayor a través de La Rúa. En la Plaza Mayor, tomarse un tiempo, ya que hay mucho que ver. Luego, visitar la catedral, la vieja y la nueva, un auténtico tesoro cuyas partes más antiguas se remontan al siglo XII y las más recientes al siglo XVIII. También La Casa de las Conchas, un palacio urbano que combina lo mejor del gótico con el plateresco renacentista. Y, por último, las universidades, claro, que son el motor de la ciudad.

-Villa de gran riqueza artística, ¿con qué monumento se queda?

-Con cualquiera de los anteriores. Todos son únicos en el mundo. Quizá, sentimentalmente, la Plaza Mayor es un poco más mía, porque en ella sucedieron algunas cosas bonitas de mi vida, como, supongo, en la vida de todos los salmantinos. Es difícil concebir Salamanca sin que te venga a la cabeza la Plaza Mayor.

-En una ruta gastronómica, ¿dónde y qué nos aconsejaría comer?

-Si se trata de comer en la sierra, recomiendo las carnes asadas y los limones, un plato típico –casi histórico– que antes se hacía en los pueblos. En Salamanca ciudad hay una excelente gastronomía en la que destacan los embutidos y el cabrito. Sin olvidarnos del tapeo, toda una institución en la ciudad.

-¿Nos recomienda Salamanca como ciudad para vivir?

-¿Por qué no? Es una capital pacífica, en la que apenas hay industria y se respira un aire muy juvenil. Hay que tener en cuenta que cada año pasan por ella entre 40.000 y 50.000 estudiantes que le dan un ambiente impresionante.