País Vasco

«Me habría gustado la presencia de María San Gil en mi nombramiento»

«Somos el mismo PP, con los mismos principios, pero contamos las cosas de otra manera»

«Me habría gustado la presencia de María San Gil en mi nombramiento»
«Me habría gustado la presencia de María San Gil en mi nombramiento»larazon

MADRID- Es la primera mujer del PP con un puesto institucional en el País Vasco. Asume el cargo con «alegría y responsabilidad». Aún no ha comenzado a dar clases de euskera, pero espera «ponerse en ello» y manejarlo con fluidez en poco tiempo. Rajoy y Basagoiti le han aconsejado que «sea ella misma». Se siente orgullosa de que, por primera vez, vaya a quedar en el diario de sesiones una referencia expresa a las víctimas. «Debían estar también presentes». – ¿Pensó en algún momento de su vida política que podía llegar hasta donde ha llegado?–No, en ningún momento. Cuando me lo propusieron, fue un honor para mí, y pensé en las implicaciones que iba a tener para mi vida, pero aún no soy consciente. De pequeña ya quería ser política. –A sus 36 años y con cuatro hijos, ¿cómo va a compatibilizar su cargo?–Con mucho esfuerzo y mucha ayuda. Eso sí que es un reto. Hasta ahora lo he hecho y espero seguir haciéndolo igual. – Tras veintinueve años con el PNV modelando y dirigiendo el Parlamento vasco, ¿hay otro modo de gobernar esa cámara?–Creo que sí, y en eso está mi responsabilidad, siendo la presidenta de todos y dando una imagen de un Parlamento plural, reflejo de una sociedad plural. – Los medios le han puesto el título de «el símbolo del cambio». ¿Espera que el cambio sea fácil?–Espero que sea tranquilo, y si no, que por lo menos sea firme y que lo logremos. El Partido Popular nunca ha tenido las cosas fáciles en el País Vasco. –¿Qué piensa hacer desde el Parlamento para que los valores que proclama lleguen a penetrar en la sociedad vasca?–Hablar, trasladar esos valores desde todos los foros posibles y con las formas. Que se debatan los problemas que realmente interesan a los ciudadanos, porque esta cámara se ha caracterizado por debatir demasiadas cosas que no preocupaban. Ha habido una falta de sintonía entre lo que los ciudadanos pensaban y lo que trataban los políticos. – ETA y el poder casi absoluto del PNV parece que van a ser los obstáculos más claros para que triunfe ese proyecto de cambio. ¿Cómo espera que reaccionen?–No creo que vayan a reaccionar de forma distinta a como lo han hecho los últimos años. Pero eso no nos tiene que amedrentar, ni dar miedo, sino que debemos afrontarlo con firmeza y valentía, y seguir hacia delante. – La han calificado de tímida e inexperta para estas lides de gobernar un Parlamento ¿Se siente con energía y paciencia para dialogar y buscar acuerdos entre grupos tan dispares?–Espero estar a la altura de las circunstancias. –¿Qué espera conseguir para el pueblo vasco?–La libertad y la prosperidad en esta tierra, por lo que hemos luchado tantos años. –La huelga convocada por los sindicatos vascos, ¿puede considerarse un desafío al Gobierno que salga del pacto?–Es la primera huelga que se convoca contra un Gobierno que no se ha constituido. Llama la atención que se hayan dado cuenta ahora los sindicatos de que estamos en crisis. La crisis es uno de los grandes retos que tendrá el nuevo Gobierno vasco encima de la mesa, y deberán esforzarse. El Partido Popular ha apuntado una serie de actuaciones en ese pacto, y desde el Parlamento estaremos vigilantes. –Su nombramiento, en detrimento de otros como el de Carmelo Barrio, supone el final de la era de María San Gil?– Ya hemos superado una fase que quedó zanjada tras el congreso regional del PP y que supuso la renovación. Somos el mismo PP, lo único que hemos hecho es renovar algunas personas, manteniendo los mismos principios y las mismas condiciones. Siendo el mismo PP, contando las cosas de otra manera. Me habría gustado que San Gil hubiera venido. –UPyD se ha abstenido en su nombramiento. ¿Qué le parece?–Es su decisión, aunque no me sorprende, y no van a dejar de sorprender a sus votantes. –Los nacionalistas ven que se abre una etapa marcada por el frentismo y la imposición del «rodillo». –Ahora han acuñado unas palabras que antes, cuando gobernaban, no decían. –¿Considera que los nacionalistas habrán echado hoy de menos a sus antiguos socios de Batasuna?–Parece por sus declaraciones que sí, que ponen en duda que éste sea un Parlamento todo lo democrático que debe ser. – Dicen que en la relación PP-PSE no hay amor. ¿Teme que su nombramiento sea sólo una «noche de sexo» o confía en la permanencia del pacto?–Tanto PP como PSE sabemos que estamos en una situación histórica y será el futuro lendakari quien tendrá que decidir. Nosotros hemos actuado con lealtad y esperamos la misma lealtad, que no quede todo en hoy. –Usted se ha definido como una persona del lado más conservador del PP. ¿Cree que le puede perjudicar?–No creo, aunque en política se toleran más determinadas posiciones que otras. Tenemos que lograr que todas las formas de pensar se respeten y toleren.

Cercana, valiente y lealViene de una generación de jóvenes populares que maduraron muy pronto en una tierra carente de libertad. José Eugenio Azpiroz fue su mentor y el asesinato del concejal popular de Rentería, José Luis Caso, a pocos metros de su casa, selló su compromiso político con su tierra. Nacida en Irún, de padre vallisoletano y madre euskaldún, Quiroga estudió derecho. Está casada y tiene cuatro hijos: Andrés, Pedro, Álvaro y Pablo. Detrás de su timidez y su belleza se esconde una mujer observadora, generosa y empática. Los que la conocen la definen como «cercana, valiente y leal. Dispuesta a escuchar a todos», dice Gaizka Souto, miembro de los jóvenes del PP de Guipúzcoa. De carácter fuerte, no tiene complejos en declararse del ala más conservadora del PP y defensora de la vida a ultranza.