Un 14 de julio en Francia: ¿sustituirán los espectáculos con drones a los tradicionales fuegos artificiales?

Cada vez más administraciones públicas en Francia optan por contratar espectáculos con drones como alternativa a los tradicionales fuegos artificiales, que según los expertos liberan gases tóxicos que permanecen en el aire durante varios días, contaminan el suelo y el agua y, además, asustan a los animales domésticos. Ciudades como Nimes, Lourdes o Teste-de-Buch ya han tomado la iniciativa ante el temor a que se produzcan incendios como consecuencia de la sequía en el marco del 14 de julio, el día de fiesta nacional que conmemora la toma de la Bastilla en 1789.

Los drones, explican los trabajadores del sector, son más silenciosos y respetuosos con el medioambiente, y en ocasiones hasta más vistosos que los habituales de fuegos artificiales. Estas características atraen cada vez a más personas. Empresas como Dronisos, que desplegó hasta 400 aparatos para la fiesta del vino de Burdeos y se define como líder europeo en espectáculos con drones, aseguran que este tipo de espectáculos «pueden reutilizarse y no producen contaminación química ni acústica».

«Los drones nos han permitido dar a conocer nuestra región y contar nuestra historia», traslada a la prensa local la coordinadora de la fiesta del vino de Burdeos, Ségolène Faget. «Un enjambre de pequeños insectos, que se transformaron en mariposas, luego en un racimo de uvas, antes de convertirse en un barril de vino, una botella y finalmente en una copa de vino tinto». El Ayuntamiento dice estar sorprendido por el enorme «revuelo mediático».

Las compañías como Dronisos, conocida por organizar todos los espectáculos de drones en Disneyland París, se multiplican en Francia. Drone de Ciel ha recibido más de 230 solicitudes de proyectos en los ocho meses que lleva en activo, según el canal de televisión BFM TV. Sin embargo, las decenas de empresas del sector ni siquiera van a poder absorber los miles de espectáculos previstos para la jornada de fiesta nacional. «Incluso con espectáculos de 200 drones, solo sería posible organizar simultáneamente una veintena de espectáculos», señala Bruno Marlois, de Magic Drone, a la cadena francesa.

Los espectáculos con drones son un fenómeno en Francia. Pero no es la única alternativa para las celebraciones. Ciudades como Perpiñán, por ejemplo, han optado por un espectáculo de láser. Otras como Arcachon, por uno de telas voladoras. Mientras que Basse-Goulaine, donde se declaró el año pasado un incendio, decidió aplazar su espectáculo pirotécnico del 14 de julio al 22 de diciembre. «Renunciar a los fuegos artificiales no era una opción, se trata de un acontecimiento abierto a todos y muy apreciado por la población local», trasladaba al periódico 20 Minutes el alcalde de esta localidad, Alain Vey.

La Asociación Británica de Fuegos Artificiales suaviza los argumentos críticos y señala a su vez el problema del reciclaje de las baterías de litio utilizadas en los drones, recoge La Libre Éco. Por no hablar de que los drones «también pueden asustar a los caballos y al ganado, o chocar con las aves», señala al diario un portavoz de la asociación. En cualquier caso, los dos sistemas son complementarios, sostienen los distintos actores del sector. El mejor ejemplo de ello es el de Disneyland París, donde espectáculo de drones complementa el de fuegos artificiales.