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Matanza en México: las víctimas pertenecían a una secta polígama escindida de los mormones

Los LeBaron vivían desde hace décadas en un asentamiento entre Sonora y Chihuahua, donde pese al aislamiento no han podido evitar los frecuentes ataques del narco

Imagen de archivo de los LeBaron, últimas víctimas de la violencia del narco
Imagen de archivo de los LeBaron, últimas víctimas de la violencia del narcolarazonLa Razón

Sabemos poco de la familias masacradas en México. Parece que pertenecían a una secta, aunque el portavoz de La Iglesia de Jesucristo de los mormones, Eric Hawkins, los identificó como parte de su iglesia al decir a CNN que «estamos desconsolados al escuchar la tragedia que ha afectado a estas familias en México». «Por lo que sé», añadió, «eran miembros de una secta polígama, y ​​no miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días». El «US Today» informó asimismo de que las víctimas eran habitantes de La Mora, un rancho situado en la frontera entre Sonora y Chihuahua y a unos 110 kilómetros al sur de Douglas, Arizona.

Leah Staddon, que según el diario es pariente de los asesinados y «creció en la misma comunidad mormona antes de mudarse a Arizona», señaló que «todavía estaba tratando de obtener más información sobre el ataque», aunque informó de que el asentamiento de La Mora llevaría décadas establecido en Sonora y, a pesar de las declaraciones Hawkins, al menos en origen habría sido fundado como parte de una rama de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Aunque la mayoría de los mormones viven en Utah, y especialmente en torno al núcleo de Salt Lake City, lo cierto es que hay asentamientos de la iglesia, y de sectas más o menos próximas o derivadas de la original, por todo el sudoeste de EE UU y hasta más allá de la frontera con México.

En el caso de La Mora el «US Today» explicaba que «las ciudades del norte de Sonora, como Bavispe, experimentan niveles más bajos de delincuencia en comparación con las ciudades más cercanas a Sinaloa». La radical soledad de los asentamientos en el desierto, la lejanía de los centros de poder, el contacto con la naturaleza y la obvia posibilidad de comprar tierras a precios relativamente bajos hacen de este tipo de enclaves lugares bastante atractivos para estos grupos.

La colonia tiene unos 3.000 miembros y se ubica en los municipios de Galeana, Ascensión y Nuevo Casas Grandes, en el noroeste del Estado de Chihuahua. Alma Dayer LeBarón creó esta comunidad a comienzos del siglo pasado, cuando la Iglesia Mormona estadounidense prohibió la poligamia en 1890. En 1955, dos de los hijos de Alma – Joel y Ervil- fundaron la Iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos. Pero poco después surgieron rencillas entre ellos y Ervil ordenó el asesinato de Joel. Un crimen por el que cumplió condena junto con otros miembros de la Iglesia.

En 2009 la Colonia LeBarón llegó a la primera plana de todos los periódicos del país cuando Erick LeBarón, que entonces tenía 17 años, fue secuestrado. La comunidad se plantó y se negó a pagar el rescate de un millón de dólares exigido con el objetivo de evitar sucesos similares en el futuro. Optaron por denunciar la situación ante los medios de comunicación del país. Y consiguieron que Erick fuera liberado sin necesidad de realizar ningún pago. Pero la firmeza que demostró la Colonia no quedó sin castigo, y dos meses después de la liberación, los secuestradores mataron a golpes al hermano de Erick, Benjamin LeBarón, que había dirigido la campaña por su liberación y a Luis Widmar Stubbs, su cuñado. Los presuntos autores del asesinato fueron detenidos en 2009, y la Secretaría de Seguridad Pública atribuyó el crimen a “La Línea”, una escisión del cártel de Juárez.

En ese momento, los habitantes de la colonia propusieron a las autoridades locales la creación de una fuerza de seguridad propia para protegerse de los grupos de delincuencia organizada, ya que la Policía no era capaz de hacerlo. Pero la propuesta fue rechazada.

Este martes Rhonita Miller, Dawna Ray Lagford y Christina Langford y 14 menores a su cargo, iniciaron su viaje desde La Mora, el rancho familiar en Galeana (Chihuahua). Y el convoy – formado por tres coches- fue interceptado en torno a las 13:00 por un grupo armado que abrió fuego matando a nueve personas, las tres mujeres y seis de sus hijos.

Todavía no se sabe cuál fue el móvil del ataque. La hipótesis más aceptada es que podrían haber sido víctimas de un error fatal en el que los asesinos podrían haber confundido los vehículos con los de un grupo rival (La zona está en disputa entre el Cártel de Juárez y el de Sinaloa). Pero también podría tener otras motivaciones:

La familia ya es conocida por hablar abiertamente en contra del crimen organizado. Julián LeBarón -líder de la comunidad, primo de una de las víctimas (Rhonita Miller) y hermano del asesinado Benjamin LeBaron- no tiene la certeza sobre quién asesinó a su familia, pero sospecha qué es una respuesta a su activismo en la lucha contra el narcotráfico: “Reportamos las amenazas, y éstas son las consecuencias”, dijo Julián este martes en una entrevista en la radio mexicana.

La colonia también ha tenido confrontaciones en el pasado con los agricultores locales, que acusaban a los LeBaron de desviar el curso del agua para el riego y el cuidado de sus tierras. La colonia denunció coacciones por parte de un grupo de presión de la región. Y según informó la revista “Proceso”, "los encargados y empleados del rancho [de los LeBaron] recibieron a los inconformes con disparos de arma de fuego e hirieron a un hombre en la rodilla" en un enfrentamiento con vecinos.

Otro de los miembros destacados de la comunidad es Alex LeBaron, un diputado local que ha denunciado en varias ocasiones la perseverancia de los secuestros en la zona. El diputado dijo a los medios locales: “No tenemos ninguna razón para pensar que fue un ataque en contra de la familia LeBaron”, aseguró Alex LeBaron. Pero “quiero pensar que esta masacre estaba dirigida de un grupo criminal a otro y no a la familia LeBaron”, sentenció