Francia
Macron trata de romper la unidad sindical con algunas concesiones
El Gobierno francés se muestra dispuesto a negociar la edad de jubilación a los 64 años
ras sacar músculo en la calle, vuelta al diálogo en la mesa. Como si de un enésimo capítulo se tratase, los sindicatos y el gobierno francés han vuelto ha reunirse este miércoles y continuarán hoy jueves para intentar encontrar una solución al tremendo campo de minas en que se ha convertido la contestada reforma de las pensiones que, si nadie lo remedia, va a tener un impacto en las fiestas navideñas con los desplazamientos de millones de franceses puestos en cuarentena y las dos partes, conscientes del componente emocional de las fechas que se acercan con vacaciones escolares desde este viernes, se esfuerzan más que nunca en señalar a la otra como causante del bloqueo.
Tras la movilización del martes, que sacó 615.000 manifestantes a la calle según Interior y 1.800.000 según los sindicatos, varios miembros del gobierno volvieron a tender la mano expresando sus deseos de negociar ciertos puntos de la reforma que pretende unificar en un sólo régimen universal los hasta ahora 42 especiales existentes.
Mientras tanto, el presidente Macron guarda un notable silencio, pero sus mensajes llegan a los medios de comunicación a través de fuentes cercanas al jefe de Estado. Y el mensaje, repetido este miércoles por varios de estos portavoces oficiosos de Macron es claro: el presidente no piensa retirar su proyecto de reforma aunque esté “dispuesto a mejorarla”. En la interpretación de hasta qué punto es profunda esa disposición radica la salida a esta crisis. Según algunas fuentes del círculo del mandatario, Macron estaría dispuesto a reconsiderar el controvertido punto de la edad “pivote” o de equilibrio, que en la reforma quiere fijar en 64 años. Es la edad en la cual los franceses podrán cobrar toda su pensión, aunque la edad legal de jubilación continuarán siendo los 62 años.
Este es el punto que lo ha enfrentado a la CFDT, el primer sindicato de Francia, de carácter reformista, que hasta ahora sintonizaba con los planes de Macron. Dar marcha atrás en este punto para romper la unión sindical que el martes se vio en la calle podría ser una de las estrategias del Ejecutivo.En este punto se ha centrado la reunión del primer ministro, Edouard Philippe, con el líder de la CFDT, Laurent Berger, en la tarde del miércoles. Berger es un personaje clave en este momento de la crisis. Comparte el objetivo de la necesidad de la reforma que termine con los 42 regímenes especiales , pero no acepta elevar de 62 a 64 años la edad para cobrar la pensión completa. Para el Gobierno es imprescindible ganarse de nuevo a la CFDT para dividir el frente sindical y que la huelga se vaya desactivando.
Ya a última hora de la tarde, Philippe también se vio con los representantes de la compañía nacional de ferrocarriles, la SNCF, con el objetivo de pactar una tregua navideña tras las 14 jornadas consecutivas de paro que llevan. A cierre de esta edición, no se habían producido anuncios sobre alguna solución aunque este jueves deben continuar las negociaciones. Según portavoces del Elíseo, Macron desea una pausa navideña en la movilización social.
Pero la propia tregua se ha convertido ya en otro elemento más del conflicto y los sindicatos, temerosos de que pueda romperse la dinámica de protestas en la calle, ya avisan que no tienen intenciones de hacer dicha pausa si el gobierno no da su brazo a torcer.Y mientras las negociaciones siguen encalladas, comercios y hoteles se desesperan ante la perspectiva de un nuevo diciembre negro, tras el que sufrieron el año pasado a causa de las protestas del movimiento de los chalecos amarillos. Solo la actividad hostelera y de restauración ha sufrido ya una caída de entre un 30 y un 50%.
✕
Accede a tu cuenta para comentar