Bolivia

La simple sospecha de injerencia en Bolivia es incluso más dañina

Guillermo Rocafort, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea, expone las claves del conflicto diplomático entre Madrid y La Paz

Bolivia acusa a la Embajada de España de "atropellos" a su soberanía
El ministra interina de Exteriores boliviana, Karen Longaric, durante una rueda de prensa este viernes en La Paz, en la que acusó a la Embajada de España de cometer "atropellos" a su soberanía/EFEStringerEFE

En una entrevista de LA RAZÓN con Guillermo Rocafort, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea, analizamos el escándalo que ha salpicado a la Embajada española en La Paz (Bolivia). Para el profesor Rocafort, lo prioritario es que el Gobierno español dé una explicación clara sobre la visita de la encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero, y del cónsul Álvaro Fernández, porque la sospecha de que España podría haberse entrometido en los asuntos de Bolivia podría provocar una crisis diplomática de suma gravedad.

¿Las autoridades españolas en Bolivia podrían haber participado en un «rescate»?, ¿o es demasiado suponer?

Desde luego todo es muy sospechoso. Los cuerpos diplomáticos en un país extranjero no suelen ir con agentes encapuchados y armados. Por mucho que se haya dicho que era una «visita de cortesía», el problema requiere una explicación mucho más exhaustiva del Gobierno de España. Y más dada la tensión que se ha generado entre los gobiernos de México y Bolivia. Hace falta una comisión que investigue absolutamente todo lo que esté relacionado con la situación de forma imparcial y objetiva. Es decir, quién ha dado las instrucciones, cuándo se han recibido, si había una agenda protocolaria... Lo que está claro es que la imagen que ha dado España es la de ser un país «injerencista».

¿Cómo afectará el escándalo a nivel internacional?

La falta de una explicación clara deja en muy mal lugar no solo al Gobierno español, sino también a la Unión Europea. La UE también tiene que investigar no solo esta situación, sino también las sospechas de financiación de partidos españoles. Hay una política exterior común por parte de la UE que en este caso no está funcionando, se podría decir que se está haciendo dejación de funciones en toda la crisis hispanoamericana. Normalmente la postura europea es mucho más uniforme, pero ni en el caso de Venezuela se han puesto de acuerdo.

¿Puede empeorar la crisis diplomática con el Gobierno de Jeanine Áñez?

Creo que el Gobierno provisional tiene como objetivo normalizar la situación que dejó el antiguo Ejecutivo de Evo Morales. Y para eso tiene que evitar las injerencias exteriores, algo que están haciendo con bastante transparencia. Lo que hay que entender es que ningún país admitiría en su territorio representantes policiales armados y encapuchados en la calle. Y más en un contexto tan delicado como el que enfrenta Bolivia. ¿Se imagina que se pasean por Madrid agentes de las Fuerzas de Seguridad rusas, por ejemplo, encapuchados y con armas de fuego entrando en la Embajada de otro país? Hay una crisis diplomática, y es necesario poner el foco sobre el problema para solucionarlo.