Diplomacia

España responde a Bolivia y expulsa a tres de sus diplomáticos

El Gobierno anuncia medidas contra los diplomáticos bolivianos Luis Quispe Condori, encargado de Negocios; Marcelo Vargas Barral, agregado militar y Orso Fernando Oblitas Siles, agregado policial.

España rechazó este lunes “tajantemente” las acusaciones del Gobierno interino de Bolivia y, “en reciprocidad” a su “gesto hostil” de declarar ‘persona non grata’ a los diplomáticos españoles Cristina Borreguero y Álvaro Fernández, que deben abandonar La Paz en un plazo de 72 horas, anunció la misma medida sobre los diplomáticos bolivianos Luis Quispe Condori, encargado de Negocios; Marcelo Vargas Barral, agregado militar y Orso Fernando Oblitas Siles, agregado policial.

Así lo anunció el Ejecutivo a través de un comunicado en el que precisó que España desea seguir manteniendo unas relaciones “estrechas de amistad y solidaridad” con el país y “pueblo hermano” de Bolivia y manifestó su “pleno apoyo” a que su “voluntad democrática se exprese por los cauces legalmente establecidos”.

Tras recordar que España ha sido siempre un país “abierto” a los ciudadanos bolivianos, cuya comunidad está integrada en nuestro país por cerca de 200.000 personas “plenamente integradas”, rechazó “tajantemente” cualquier “insinuación” sobre una “supuesta voluntad de injerencia" por parte de Madrid en la política interna de Bolivia.

“Para España, cualquier afirmación en este sentido constituye una calumnia dirigida a dañar nuestras relaciones bilaterales con falsas teorías conspiratorias”, puntualizó.

Para el Gobierno, la relación entre ambos países se basa en el “mutuo respeto” a sus instituciones democráticas y esta será “siempre” la “referencia” en sus actuaciones.

En este sentido, el Ejecutivo instó al actual gobierno interino de Bolivia a que “reconduzca y desescale” sus afirmaciones para permitir que se recupere “cuanto antes el buen sentido de confianza y cooperación” entre ambos países.

Esta medida llega tras el desencuentro diplomático ocurrido la semana pasada en la residencia de la embajadora mexicana en La Paz en el que se vieron involucrados los dos diplomáticos españoles, acusados de haber intentado ayudar a varios partidarios de Evo Morales refugiados en dicha residencia.