Venezuela

El chavismo acecha la vuelta de Guaidó

El equipo del presidente interino de Venezuela ultima una reunión con Trump en la Casa Blanca como colofón a su gira internacional

Justin Trudeau, durante su reunión con Guaidó
Justin Trudeau, durante su reunión con GuaidóJustin TangAP

La gira internacional de Juan Guaidó finalmente recorrerá seis países. Tras su paso por Bélgica, Suiza, Francia, España y Canadá, la siguiente parada será Estados Unidos, el principal apoyo del presidente de la Asamblea Nacional y también el primero que lo reconoció como presidente encargado cuando comenzó su disputa por el control legítimo del Gobierno de Venezuela que aún está en manos del bolivariano Nicolás Maduro.

Por ahora, no hay una agenda confirmada, pero fuentes cercanas a la presidencia encargada de Guaidó confirman que el principal objetivo es lograr un encuentro formal con el presidente norteamericano, Donald Trump. Con el republicano coincidió en el Foro Económico Mundial de Davos, pero no llegaron a verse.

Otra opción sería un encuentro con el vicepresidente, Mike Pence, pero lo deseable sería mantener el altísimo perfil que ha tenido el periplo de Guaidó, con reuniones directamente con presidentes y primeros ministros como Emmanuel Macron, Boris Johnson o Justin Trudeau –con Angela Merkel compartió un breve intercambio–, entre otros. De esta manera, Pedro Sánchez quedaría como el único mandatario que no se fotografió con el presidente encargado venezolano.

Por ahora, lo único confirmado es que el líder opositor tendrá un acto de masas en Miami el sábado. No hay agenda anunciada hasta entonces. En 49 ciudades de EE UU viven venezolanos, y se estima que tan solo al sur de Florida residen al menos 200.000. Será la segunda localidad tras Madrid en la que Guaidó haga un acto masivo. Ya la convocatoria es pública, y se anuncia como el último evento «antes de su regreso a Venezuela».

En Caracas, la expectativa es cómo será esa vuelta a la patria. En 2019, cuando el opositor también ignoró una prohibición de salida del país que pesa sobre él por decisión del Tribunal Supremo controlado por el chavismo, regresó por el principal aeropuerto internacional, Maiquetía. Esta vez, asoman desde su entorno, no serían tan arriesgados ni provocadores. Guaidó podría aparecer en Caracas tan sorpresivamente como hace más de una semana lo hizo en Bogotá.

El Gobierno está en alerta. La oficina de Guaidó en la capital venezolana, que usaba toda la directiva del Parlamento venezolano, se mantiene ocupada por funcionarios de la policía política del régimen, el Sebin. Desde hace una semana, nadie entra ni sale.

El fiscal general, Tarek William Saab, nombrado por la constituyente chavista, ha evitado pronunciarse sobre un castigo a Guaidó, o incluso su detención, al volver al territorio. «Él se está ahogando en su propia salsa», atinó a responder apenas hace un par de días.

Diosdado Cabello, el segundo hombre fuerte del régimen, respondió que «a él no le va a pasar nada, porque él es la nada». Maduro guarda silencio con respecto al tema.Y quizás la liebre no le salte por allí al líder de la oposición, sino por quienes le dieron la espalda en sus propias filas para aliarse con los contrincantes. Ayer, el grupo de diputados que se apropió de la directiva del Parlamento –con respaldo del oficialismo– acusó de nuevo a Guaidó de corrupción y de, supuestamente, haber robado el dinero asignado por EE UU para atender la crisis humanitaria venezolana. «Se quedaban con al menos 30%», denunció el diputado José Brito.