Coronavirus

Italia cierra todos los negocios menos tiendas de alimentación y farmacias

“El abastecimiento estará garantizado”, trata de tranquilizar el primer ministro, Giuseppe Conte

Era difícil dar un paso más, pero Italia lo ha hecho. Desde este este jueves todos los negocios comerciales, a excepción de las tiendas de alimentación, permanecen cerrados. Lo único que quedará abierto en el país serán los servicios más básicos, como hospitales, farmacias, medios de transporte, bancos, servicios postales y los citados establecimientos de comida. La medida la anunció esta noche el primer ministro, Giuseppe Conte, con un nuevo discurso a la nación. “El abastecimiento estará garantizado”, dijo, para intentar tranquilizar a los italianos.

En realidad, las calles están ya prácticamente desiertas estos días y las actividades comerciales trabajan bajo mínimos, pero a partir de ahora, bares, restaurantes o cualquier otra actividad que no sea considerada de primera necesidad no podrá abrir sus puertas. “He hecho un pacto con mi conciencia: en primer lugar, está la salud de los italianos. Solo hace unos días os pedí que cambiarais vuestros hábitos de vida, que os quedarais en casa. Era consciente de que se trataba de un primer paso y que no sería el último”, anunció Conte con tono solemne.

Italia había vivido en las últimas horas una ilusión óptica. El pasado martes la curva de contagiados se redujo drásticamente, con un incremento mucho menor. Pero lo que ocurrió simplemente es que Lombardía, la región más afectada, no había logrado mandar a tiempo todos sus datos, debido a que al personal sanitario le faltan manos. Ayer, ya con los números de nuevo en orden, la epidemia siguió creciendo con la misma intensidad que los días precedentes. La cifra de fallecidos que dieron positivo por coronavirus creció hasta los 827 -196 más en las últimas 24 horas- y el de personas actualmente contagiadas hasta 10.590.

La tasa de mortalidad en Italia ronda ya el 6%, una cifra muy elevada en comparación con otros países. Giovanni Rezza, director del departamento de enfermedades infecciosas del Instituto Superior de Sanidad, argumentó que se debe a que “la población italiana es muy anciana”. Descartó que el virus haya sufrido mutaciones y que se haya convertido en más agresivo. Los técnicos del comité científico italiano insistieron en que la única herramienta válida hasta ahora es permanecer en casa y limitar al máximo los contactos con otras personas. Aún no son capaces de calcular cuándo llegará el pico epidemiológico.