Coronavirus
Los italianos saldrán a la calle el 4 de mayo y se someterán a test masivos
Podrán visitar a familiares y amigos, siempre con mascarilla. Hoy reabren la industria automovilística y la hostelería al completo deberá esperar al 1 de junio
Finalmente, el primer ministro, Giuseppe Conte, anunció anoche el plan de desconfinamiento, que comenzará el próximo 4 de mayo. El anuncio se esperaba desde hace una semana. Conte felicitó a los italianos por haber “demostrado fuerza”, aunque dijo que “ahora empieza una fase nueva, que hay que afrontar con método y rigor”.
Dentro de una semana los italianos podrán volver a salir a la calle, aunque sus movimientos estarán limitados. Se permitirán las visitas a familiares y amigos, aunque evitando aglomeraciones y utilizando mascarillas. No será necesario el documento que actualmente necesitan para justificar sus desplazamientos, siempre que se produzcan en la misma región, pero sí para salir de ellas.
Además, el comisario especial para la emergencia, Domenico Arcuri, ya había informado el día anterior de que a partir de ese día se realizarán pruebas serológicas a una muestra de 150.000 personas, con la intención de conocer la propagación del virus. Ya en algunas provincias de Lombardía se están realizando estas pruebas desde la semana pasada.
El plan para el desconfinamiento será nacional, anunció Conte, aunque se analizarán las circunstancias particulares de cada territorio. Cada viernes se medirá el índice de contagios y la situación de los hospitales para actuar en consecuencia.
Medidas reversibles
Los expertos que asesoran al Gobierno insisten en que es probable que vuelvan a surgir focos esporádicos, aunque en ese caso esperan tener la información suficiente para poder aislarlos y evitar la expansión. “No podemos excluir que en algún momento haya que cerrar el grifo”, dijo el primer ministro. Los territorios, de hecho, ya han ido adoptando medidas autónomas. En Véneto ya han permitido la venta de comida a domicilio -que, al contrario que otras regiones, no lo había permitido hasta el momento-, mientras que en Lombardía el miércoles volverán a abrir los mercados.
Este lunes se ponen en marcha ya industrias, como la del automóvil. El sector manufacturero, la construcción o las grandes obras tendrán que esperar al 4 de mayo. También tiendas, bares o restaurantes, aunque sólo se podrá consumir fuera de los establecimientos. Para una reapertura a pleno rendimiento habrá que esperar al 1 de junio, al igual que peluquerías o centros de estética.
Las clases no se retomarán hasta el próximo septiembre, algo que los italianos daban casi por descontado. Mientras, el uso de mascarillas, que había suscitado un gran debate, no será obligatorio en las calles. El Gobierno regulará su precio y las quirúrgicas no podrán costar más de 0,50 euros. Sí serán obligatorias en el transporte o en lugares cerrados como oficinas.
Además, en las estaciones de metro habrá personal tomando la temperatura a los viajeros y se regulará su acceso por turnos para evitar aglomeraciones. También volverán a abrir los parques, donde estará permitido hacer deporte -hasta ahora se había permitido correr cerca de casa en varias regiones- y se autorizará el baño para quienes vivan cerca de la playa o lagos. Se podrán celebrar funerales, incluidos quienes no habían podido hacerlo hasta ahora, aunque con un máximo de 15 asistentes. A los ancianos se les pedirá, además, que mantengan una distancia de seguridad de dos metros.
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