Desescalada

Dos hamacas por sombrilla y prohibido el alcohol: así vuelven los griegos a la playa

La reapertura del litoral heleno se convierte en el primer test para el turismo europeo. La higiene y la distancia de seguridad marcarán el día a día de este verano en el país

Beaches reopen to public in Athens
Una imagen tomada por un dron de la playa de Karathona, en el Peloponeso, organizada según las nuevas normasVANGELIS BOUGIOTISAgencia EFE

El Gobierno de Grecia, uno de los países menos afectados por el coronavirus con apenas 2.836 casos y 165 muertes contabilizados, no está dispuesto a que la pandemia arruine definitivamente la maltrecha economía nacional.

Cuando el sector turístico supone entre un 20% y un 25% del PIB, el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, está decidido a “normalizar” Grecia en apenas unos días. El sábado abrieron las playas, este lunes los centros históricos. También se puede viajar ya en la zona continental y se prepara la apertura de vuelos internacionales con otros países “seguros” para el intercambio de pasajeros. Ha sido el primer paso, ya que esta misma semana está previsto que anuncie nuevos pasos en la desescalada que podrían convertir al país en nuevo foco del turismo internacional.

Playas divididas por zonas y drones en el aire

La apertura de las playas se ha producido en medio de la primera ola de calor de la temporada, con temperaturas próximas a los 40 grados. Miles de griegos buscaron su hueco en la arena, pero se encontraron que con las nuevas normas no hay sitio para todos.

En total, poco más de medio millar de playas han abierto al público, con drones sobrevolando a los bañistas para recordarles las reglas que imperan en este verano del coronavirus.

En primer lugar, se establece el límite de 40 bañistas por cada mil metros cuadrados, con un máximo de dos hamacas por sombrilla, salvo en los casos de familias con niños. Entre las hamacas pertenecientes a distintas sombrillas debe haber al menos un metro y medio de distancia.

Ya en la arena o en el agua, se debe mantener una distancia social de cuatro metros. Y quien no cumpla estas normas se pueden enfrentan a multas de entre 5.000 y 20.000 euros, según ha detallado el Gobierno griego.

Además, cada playa deberá estar dotada de personal suficiente para realizar nuevas tareas, ya que está obligado a desinfectar las hamacas cada vez que se marcha un cliente y los bañistas están obligados a colocar una toalla sobre las tumbonas.

Por su parte, los chiringuitos no pueden preparar alimentos en sus instalaciones, y tan solo tienen permitido dispensar productos empaquetados. La venta de bebidas alcohólicas queda terminantemente prohibida, informa Efe.

Uno de los guardas de la Acrópolis de Atenas con mascarilla. Unos doscientos yacimientos y lugares históricos se pueden visitar tras dos meses de cierre.
Uno de los guardas de la Acrópolis de Atenas con mascarilla. Unos doscientos yacimientos y lugares históricos se pueden visitar tras dos meses de cierre.ORESTIS PANAGIOTOUAgencia EFE

Ofrecer seguridad sanitaria al turista

Con este primer test de encuentro social, las autoridades helenas quieren exhibir organización y dar garantías a los futuros visitantes. Un test al que se han sumado este pasado lunes la apertura de unos 200 yacimientos arqueológicos de todo el país, incluida la Acrópolis de Atenas.

En un principio, únicamente se permitirá la reanudación de aquellos yacimientos que se encuentren al aire libre, que abrirán de 8.00 a 20.00 (hora local) y contarán con un número limitado de visitantes, siempre manteniendo la distancia de seguridad y las medidas impuestas para frenar el avance del virus.

A ello se une el permiso para los desplazamientos en la Grecia continental -aunque las islas deberán esperar hasta junio- y la reapertura de cines al aire libre a partir del 1 de junio y de museos y eventos culturales a partir del 15 de julio, según ha indicado la ministra de Cultura, Lina Mendoni, a la agencia de noticias ANA-MPA.

Mitsotakis ha adelantado que espera que a partir del 1 de julio Grecia esté en condiciones de recibir turistas “bajo un protocolo de condiciones que sean favorables tanto para los que quieren viajar como para la industria del sector”. Parece que su Gobierno está decidido por encima de ofrecer seguridad sanitaria a los turistas como gran reclamo de esta temporada.