Venezuela

Maduro acaba con el monopolio petrolero

200 gasolineras privadas venderán el litro a 0,5 dólares y se mantiene el subsidio

Venezuela despierta de su sueño petrolero confusa y sin protestas
Colas para repostar en una gasolinera en CaracasMIGUEL GUTIERREZEFE

Venezuela amaneció ayer con largas filas para surtir gasolina. El fin de semana, Nicolás Maduro anunció una histórica decisión: dividir la venta de combustible en dos precios. Uno es subsidiado, con un aumento de 83%, pues era casi regalada, con limitaciones de hasta 120 litros por mes para coches, registro obligatorio en un sistema instaurado por el chavismo y con días específicos de la semana para surtir. Otro sin subsidio por 0,5 dólares el litro.

Las 1.368 estaciones que abrieron para surtir con el subsidio a vehículos con placas terminadas en 1 y 2, según datos de la estatal Petróleos de Venezuela, enfentaban distintos problemas. Algunas no tenían los datáfonos para los biopagos con la banca pública, otros no los tenían de ningún banco, por lo que solo aceptaban efectivo. Unas pocas en Caracas generaron potestas de ciudadanos pues se mantenían «solo para los uniformados».

El segundo esquema de ventas es en «precio internacional», como lo ha identificado el chavismo, y que ya lo había asomado en 2018. En 200 estaciones de servicio se despacha el combustible a 0,5 dólares por litro, pagaderos en divisas o su equivalente en bolívares, sin límites y surtidas con carburante que puedne importar y vender empresarios privados. No se ha aclarado quiénes son los primeros operadores de este esquema. «Espero que el gobierno de EE UU no les persiga los barcos», dijo Maduro.

Con el nuevo esquema, llenar un tanque completo de 40 litros cuesta alrededor de un dólar según los precios subsidiados. Y al mes se pueden llenar tres tanques. El despacho dolarizado hace que la misma cantidad de 40 litros se cobre por 20 dólares. Hasta la semana pasada, mafias de funcionarios cobraban hasta 3 dólares por litro, como admitió el propio Maduro (que no anunció castigo para los responsables).

La decisión es cuestionada por expertos, pues un mercado dual de combustibles no solucionará el contrabando o el mercado negro. El diputado José Guerra, resaltó que éste es el «mismo precio que hay en EE UU, pero con la diferencia de que en Venezuela el salario mínimo es de 4,50 dólares mensuales y en Estados Unidos es de 1.500 dólares mensuales.

Francisco Monaldi, experto petrolero, auguró que «esto va a terminar en corrupción y en una mafia de bachaqueros, militares y amigos del madurismo, que buscará surtirse del mercado regulado para luego vender en el dolarizado». Criticó que no se haya instaurado un sistema de subsidio directo.

El constituyente chavista David Paravisini defendió que el subsidio generalizado «es una especie de remuneración. Pagaste 120 litros en 600.000 bolívares, que son tres dólares, y lo puedes vender en 60 dólares que de pronto necesitas para comprar comida. Se transforma en un elemento de intercambio».

Maduro ha roto un viejo mito venezolano: que el aumento de la gasolina trae violentas protestas en Venezuela. No solo no han ocurrdo, sino que en general hay aceptación al ajuste de precio si garantiza que no vuelva a escasear. El presidente de la estatal Pdvsa, Asdrúbal Chávez, dijo que el suministro no fallará.

Por otra parte, ha pasado por alto la exclusividad en el manejo de combustibles que se reserva el Estado. La privatización se salta las disposiciones de dos leyes orgánicas y hasta la Constitución, y revierte el plan bandera de Chávez de estatizar el petróleo.