China

China endurece el tono hacia Reino Unido por su mano tendida a Hong Kong

Pekín amenaza a Londres: "Si queréis un país enemigo tendréis que lidiar con las consecuencias"

Shopping mall protest
Policías detienen a una mujer en un centro comercial de Hong Kong en medio de las protestas por la ley de seguridad nacionalJEROME FAVREEFE

No ha pasado tanto tiempo desde que el que fuera primer ministro británico David Cameron invitara al presidente chino Xi Jinping a su residencia de descanso en la campiña inglesa de Chequers para anunciar al mundo entero que “comenzaba una nueva era dorada”. Aquello ocurrió en 2015. Hace tan sólo cinco años. Pero parece que fuera una eternidad porque las relaciones entre Londres y Pekín no pueden ser ahora más tensas.

El embajador de China en el Reino Unido, Liu Xiaoming, acusó ayer al Ejecutivo de británico de cometer una “grave interferencia en los asuntos internos” al ofrecer a los residentes de Hong Kong una vía para vivir en el país y, más adelante, adquirir nacionalidad británica. La intervención se produjo tras la entrada en vigor de la nueva ley de seguridad nacional que China ha promulgado para la excolonia británica. Mientras Xiaoming la defendió como necesaria para “prevenir, suprimir y castigar la colusión con países extranjeros”, el titular británico de Exteriores, Dominic Raab, se refirió a ella como la “ley anti manifestaciones”.

El “premier”, Boris Johnson, anunció la semana pasada que unos 350.000 hongkoneses que ya cuentan con un pasaporte para Nacionales Británicos de Ultramar (BNO, en inglés), así como otras 2,6 millones de personas residentes en la antigua colonia británica, podrán vivir en el Reino Unido durante un periodo inicial de cinco años. Al concluir ese plazo, podrán optar al estatus de asentados en el país, mientras que un año más tarde tendrán derecho a pedir la nacionalidad británica.

Hong Kong volvió a soberanía china en 1997 tras siglo y medio de dominación británica y después de que Londres y Pekín firmaran en 1984 una declaración conjunta sobre la base de “un país, dos sistemas”, por la que el Reino Unido renunció a su última colonia asiática.

Downing Street considera ahora que Pekín no está cumpliendo con su parte del trato. Pero el régimen comunista le acusa de “interferencia”. Y la cosa no queda ahí porque el embajador Xiaoming también criticó que el Ejecutivo británicos retrate a la república asiática como una “amenaza” o un “país hostil” en referencia al debate que se ha abierto sobre la participación del gigante tecnológico chino Huawei en el desarrollo de la red 5G del Reino Unido. “Queremos ser vuestro amigo, vuestro socio, pero si queréis hacer de China un enemigo, tendréis que lidiar con las consecuencias”, señaló Xiaoming, que no adelantó cuáles serán las medidas con las que responderá ahora Pekín.

A principios de este año, cuando la única misión para el primer ministro era el Brexit, el Gobierno abrió de par en par las puertas a Huawei para que participe en el desarrollo de la red 5G. El gran objetivo era construir ese “Reino Unido global” y en la lista de nuevos aliados, Pekín jugaba un papel relevante. Cierto es que al gigante tecnológico se le excluyó de todos los elementos críticos del sistema y se limitó a un máximo del 35% su presencia en el resto de funciones de la infraestructura. Pero lo importante era que el régimen de Xi Jinping ya tenía un pie dentro de suelo británico.

Con todo, la pandemia ha incrementado las preocupaciones que ya existían en las filas tories ante el poder global y la influencia del régimen comunista autoritario y ahora son sus propios diputados los que demandan a Johnson que endurezca su postura ante Pekín y retire cuanto antes del mercado a Huawei.

En un principio, el “premier” había planeado retirar al gigante asiático de la red 5G en 2029, pero ahora podría ser tan pronto como 2023 para evitar una rebelión de alrededor de 60 parlamentarios tories que amenazan con hacerle la vida imposible las próximas semanas en la Cámara de los Comunes, donde deben tramitarse importantes leyes, entre ellas, la de Infraestructura de Telecomunicaciones.