Líbano

Macron se ofrece a coordinar la ayuda internacional a Líbano

El presidente francés promete una conferencia de donantes en París. Durante su visita a la «zona cero» de Beirut, es testigo del clamor de la población contra sus gobernantes

Lebanon's President Michel Aoun welcomes French President Emmanuel Macron upon his arrival at the airport in Beirut
El presidente Michel Aoun da la bienvenida al presidente francés Emmanuel Macron a su llegada al aeropuerto de BeirutDALATI NOHRAReuters

Tras aterrizar en el aeropuerto internacional Rafic Hariri de Beirut, el presidente francés, Emmanuel Macron, fue recibido este jueves por su octogenario homólogo libanés, Michel Aoun.

«Mi mensaje es un mensaje de hermandad, amor y amistad de Francia a Líbano, y buscamos asegurar la ayuda internacional para el pueblo libanés», declaró Macron a dos palmos por encima de Aoun. La visita provocó aún más caos en las carretas intransitables sin luz en los semáforos y llenas de montañas de escombros, esqueletos de hierros y cristales, junto a toneladas de bolsas de basuras esparcidas a ambos lados de la acera.

El presidente francés consiguió reunir a la cohorte del Gobierno y la oposición libanesa por primera vez desde la dimisión en noviembre del primer ministro Saad Hariri en el Palacio presidencial de Baabda. Macron sabía de antemano que empezar hablando de reformas políticas, de elecciones anticipadas y de un plan de rescate internacional sería abrir la caja de pandora, por lo que prefirió tratar la tan necesaria ayuda humanitaria para digerir la catástrofe.

«Quiero organizar la cooperación europea y, de manera más amplia, la cooperación internacional», indicó el presidente galo, que se comprometió a organizar una conferencia de donantes en París. No obstante, sugirió que «si no se llevan adelante reformas, Líbano seguirá hundiéndose». «Más allá de la explosión, hoy hay una crisis política, moral, económica y financiera que ha durado varios años, y esto implica fuertes iniciativas políticas», dijo.

De hecho, la UE hace meses que abandonó al país por la falta de interés por parte de las autoridades de llevar a cabo reformas políticas y económicas. De las mismas depende la ayuda solicitada al Fondo Monetario Internacional (FMI), que asciende a 10.000 millones de dólares. Sin embargo, la catástrofe humanitaria ha llevado al FMI a hacer un paréntesis en las duras negociaciones y ayer su directora general, Kristalina Georgieva, anunció que «explora todas las vías posibles para apoyar al pueblo libanés». «Es esencial salir del estancamiento en los debates sobre las reformas esenciales, y establecer un programa significativo para la recuperación de la economía», aseguró.

Líbano está sumido desde febrero en la mayor crisis económica en décadas, con una caída histórica de la moneda local, hiperinflación, despidos masivos y restricciones bancarias draconianas. Por ese motivo, la directora del FMI dijo que «es hora de que la comunidad internacional y los amigos de Líbano se movilicen para ayudar al país en este momento de emergencia».

Debido a que cada vez Líbano tiene más influencia de Irán y su contraparte local, Hizbulá,los Estados árabes del Golfo Pérsico se han opuesto al rescate económico del país de los cedros.

La Unión Europea ha respondido al llamamiento del primer ministro, Hasan Diad, y ha anunciado que enviará 33 millones de euros para ayuda humanitaria y el despliegue inmediato de equipos de rescate con un centenar de bomberos especializados en tareas de búsqueda y rescate con vehículos, perros y equipamiento médico de emergencia, así como el ofrecimiento de equipos adicionales para la detección de sustancias químicas, biológicas, radiológicas y nucleares.

Macron visitó la «zona cero» del puerto de Beirut, donde la devastación hablaba por sí sola, aunque también se escuchaban los ecos de la ira de los ciudadanos. Algunos medios locales afirmaron avistamientos de presuntos drones o aviones israelíes que volaban en el área poco antes de la explosión y algunos residentes de Beirut dijeron que vieron disparar misiles. Sin embargo, las autoridades han negado que el incidente haya sido causado por ningún ataque e Israel, que ha librado varias guerras con Líbano, negó toda participación.

La Casa Blanca, por su parte, mantiene que el Gobierno de Estados Unidos no ha descartado aún que la potente deflagración, cuyas imágenes grabadas por los móviles se asemejaron a la bomba nuclear de Hiroshima, fuera un ataque deliberado.