América
Detenido el ex presidente ecuatoriano Abdalá Bucaram dos días después de anunciar su candidatura
El ex mandatario, que fue incapacitado por el Congreso tras un mandato de seis meses, tiene un amplio historial de escándalos y corrupción
Una de las personas más siniestras del bestiario político de Ecuador. Abdalá Bucaram, el hombre de la camisa abierta con sus collares y relojes de oro, ex presidente de Ecuador y candidato en las próximas elecciones, fue detenido durante la madrugada de ayer en relación a un caso de presunta delincuencia organizada.
Por otra parte, la Fiscalía General del Estado señaló que al ex presidente ecuatoriano (agosto 1996-febrero de 1997) se lo investiga por su presunta participación en delincuencia organizada.
Hace apenas unos días, Bucaram anunció sus planes de presentarse como candidato a la presidencia en las elecciones del próximo año, en un momento judicial muy complicado para él.
Horas antes de que confirmara su intención de postularse, circuló en las redes sociales un audio de una presunta conversación entre Bucaram y el ciudadano israelí Tomer Sheinman, que fue asesinado en la cárcel donde estaba recluido por la supuesta venta ilegal de medicamentos. El diálogo presenta un presunto tráfico de influencias y el abogado del político declaró a la prensa local que estaba verificando la información para preparar la defensa.
En junio, el ex mandatario, que presidió el país durante seis meses antes de ser destituido por el Congreso en 1997, fue arrestado tras un allanamiento realizado en su domicilio en Guayaquil. Se lo considera sospechoso de presunta malversación en contratos públicos para suministros médicos al Hospital del Seguro.
Entre drogas, bailes, corrupción e incapacidad mental
Abdalá Bucaram entró en la vida pública ecuatoriana en 1979, de la mano de su hermana Martha Bucaram Ortiz, esposa del presidente Jaime Roldós Aguilera. El mandatario lo nombró Intendente de la Policía de Guayaquil, cargo que ejerció durante dos años. Pero Roldós Aguilera y la primera dama murieron en un accidente aéreo el 24 de mayo de 1981. Bucaram denunció que había sido un atentado y formó un partido en honor al presidente fallecido, el Partido Roldosista Ecuatoriano.
Con la nueva fuerza ganó las elecciones municipales en Guayaquil y asumió la alcaldía en 1984, pero no duró mucho en el cargo. En octubre de 1985, se le inició un juicio político por sobreprecios millonarios en obra pública local y el 25 de noviembre se le dictó prisión preventiva, que evadió exiliándose en Panamá. Su primera estancia en ese país fue traumática, ya que lo arrestaron por posesión de un kilo de cocaína, en un caso por el que no resultó condenado y que él denunció que fue una farsa para perjudicar su imagen.
El Congreso ecuatoriano le otorgó una amnistía en 1987 y regresó para ser candidato a presidente por primera vez en 1988. Llegó a segunda vuelta, pero fue derrotado por Rodrigo Borja Cevallos y volvió a refugiarse en Panamá, por temor a que reactivaran sus causas. En 1990 fue sobreseído y protagonizó su segundo retorno. Volvió a postularse a la presidencia en 1992, pero salió tercero.
La tercera fue la vencida. En las elecciones de 1996, Bucaram venció en segunda vuelta a Jaime Nebot y se convirtió en presidente de la República. El 10 de agosto comenzó un mandato que sería corto, intenso y muy escandaloso. Lo que más se recuerda son los “shows” supuestamente benéficos que promovía, en los que él mismo aparecía como protagonista, cantando y bailando arriba del escenario junto a grupos musicales como “Los Iracundos”. Por otro lado, su presencia en la televisión, en todo tipo de programas, era permanente.
No fueron pocas las denuncias de corrupción en distintas iniciativas, desde un ambicioso plan de viviendas que había sido una de sus grandes promesas de campaña hasta los “shows” para recaudar fondos. Al mismo tiempo, implementó unplan económico de drástico ajuste fiscal por el cual aumentaron en muy poco tiempo las tarifas de los servicios públicos, lo que desató una masiva ola de protestas en todo el país. Su Gobierno se había hecho insostenible.
El Congreso declaró a Bucaram como “incapacitado mental para gobernar” y lo destituyó el 11 de febrero de 1997, cinco meses y 25 días después de su asunción. Él denunció que se trató de un golpe de Estado, ya que ni siquiera le realizaron pericias psiquiátricas ni le dieron oportunidad de defenderse. Ese mismo día partió rumbo a su tercer exilio a Panamá, que duraría veinte años. Finalmente volvió a su tierra para ser encarcelado.
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