Brexit

Cinco cosas que cambian y cinco que no tras el Brexit

A partir del 1 de enero de 2021 ya (casi) nada será igual entre la UE y Reino Unido

Un cartel electrónico muestra un mensaje de información del gobierno británico que aconseja a las empresas que se preparen para el Brexit
Un cartel electrónico muestra un mensaje de información del gobierno británico que aconseja a las empresas que se preparen para el BrexitTOBY MELVILLEREUTERS

Después de más de cuatro años de negociaciones, la suerte está echada. A partir del 1 de enero de 2021 ya (casi) nada será igual entre la UE y Reino Unido.

Lo que no cambia (del todo)

  • Comercio: ni aranceles ni cuotas

El acuerdo alcanzado en Nochebuena da acceso al mercado único de la UE para todos los productos británicos sin aranceles ni cuotas: La Unión Europea otorga así un privilegio hasta ahora inexistente. Las exportaciones británicas podrán continuar sin coste adicional. Lo mismo ocurre con las exportaciones europeas.

  • Transporte

Las consignas del Acuerdo de Retirada para las conexiones aérea, por carretera, ferroviaria y marítima son “continuidad y sostenibilidad”. Pero no funcionará exactamente como antes. Los turistas que crucen el Túnel del Canal de la Mancha necesitarán un permiso internacional de conducir. Se mantendrán los vuelos Londres-París, pero las aerolíneas británicas ya no podrán realizar vuelos de escala como Londres-París-Roma.

  • Turismo y libre circulación

A partir del próximo año, los británicos podrán permanecer en el espacio Schengen sin un visado durante un máximo de tres meses seguidos, y con una suma límite de 180 días al año interrumpidos al menos una vez. La libre circulación de europeos en el Reino Unido (y viceversa) finaliza el 1 de enero. Un carnet de identidad será suficiente durante los primeros meses, pero a partir de octubre de 2021 los europeos deberán presentar sus pasaportes durante los controles aduaneros. Para cualquier estancia mayor de tres meses, tendrán que solicitar un visado.

  • Pesca

Bruselas ha otorgado a Londres unas ventajas que no han recibido otros terceros países, pero también ha conseguido que los pesqueros europeos tengan acceso a los caladeros británicos durante los próximos cinco años y medio. Los británicos, a su vez, podrán seguir vendiendo su pesca al continente.

  • Las mascotas, examinadas con lupa

Para viajar a Inglaterra con su mascota ya no será válido el pasaporte europeo para mascotas, aunque el cambio no será inmediato. Más complicado lo tendrán los británicos que deseen entrar en la UE con animales de compañía: deberán obtener un certificado de buena salud diez días antes del viaje y entrar en la UE a través de determinados puntos establecidos con antelación.

Lo que sí cambia

  • Aduanas

El Brexit trae consigo la recuperación de aduanas, que fueron abolidas en 1993. Cualquier transacción requerirá la presentación de declaraciones en aduana tanto para importar bienes desde el Reino Unido como para exportar a este. Una carga administrativa que puede suponer una subida de precios. Los controles serán sistemáticos para la industria alimentaria.

  • Una nueva era para la City

La City, el centro financiero más grande de Europa, ya no podrá vender sus productos financieros en toda la UE después del 1 de enero. La Comisión Europea decidirá unilateralmente otorgar decisiones de equivalencia, siempre que Londres mantenga una normativa equivalente a la de la Unión. Esto obliga a los grandes bancos, o fondos de inversión con sede en Londres, a abrir sucursales en la Unión. Los destinos preferidos son Dublín, Frankfurt, Luxemburgo y París, pero estas deslocalizaciones siguen siendo marginales, representando no más de 10.000 puestos de trabajo.

  • Complicaciones para los nuevos expatriados europeos

Los 4,2 millones de ciudadanos europeos que ya vivían al otro lado del Canal antes del 31 de diciembre de 2020 no deben preocuparse ya que sus derechos están protegidos. Pero aquellos que deseen emigrar al Reino Unido a partir de enero de 2021 lo tendrán más complicado que sus predecesores. Estarán sujetos a un nuevo sistema de puntos en el que se tendrá en cuenta la edad, el dominio del inglés y el nivel de estudios para obtener un visado, válido por cinco años. A esto se suma el requisito de tener una oferta de trabajo con un salario mínimo de 26.500 libras (29.500 euros), lo que imposibilita ahora embarcarse en una aventura de trabajos ocasionales.

  • Bye bye Erasmus

Se acabó la oportunidad para los 32.000 estudiantes europeos que, cada año, accedían temporalmente a universidades británicas gracias al programa Erasmus. El Reino Unido ha decidido salir del programa de intercambio de estudiantes, alegando problemas de costes y anunciando un programa global para reemplazarlo. Para aquellos que quieran estudiar en Reino Unido, fuera de Erasmus, el cambio de estatus supondrá un fuerte aumento de las tasas de matrícula.

  • El fin del «roaming»

Otra consecuencia del Brexit es que ya no se garantizará el derecho de los consumidores europeos a la itinerancia a tarifas nacionales y, por lo tanto, los operadores móviles del Reino Unido pueden cobrar tarifas adicionales a los clientes europeos de itinerancia. Y viceversa para los británicos en Europa.