Unión Europea

Luz verde de los 27 al acuerdo comercial del Brexit

Los embajadores de la UE aprobaron unanimidad el acuerdo de Nochebuena para su entrada en vigor de manera provisional a partir del 1 de enero

Los preparativos de la maquinaria comunitaria para que el 1 de enero los Veintisiete y Reino Unido den paso a una nueva relación,tras 47 años de desapasionado enlace, continúan. Los embajadores del bloque comunitario dieron este lunes luz verde por unanimidad al Acuerdo de Nochebuena negociado por el Ejecutivo comunitario con Londres y se espera que mañana las capitales europeas formalicen su aquiescencia antes de las tres de la tarde.

En estos días de intenso estudio del documento de 1.246 páginas, ninguna país ha puesto ninguna pega al trabajo realizado por el negociador europeo, Michel Barnier y su equipo.

Además, también hoy se reunió el grupo de trabajo del Parlamento Europeo sobre el Brexit para estudiar la aprobación del acuerdo. Tras expirar el plazo para que la Eurocámara pudiera dar luz verde al pacto antes de que terminase 2020, la única opción plausible ha sido la entrada en vigor del acuerdo de manera provisional el 1 de enero con el objetivo de evitar un Brexit caótico por defecto de forma. De esta manera, se espera que el aval del Parlamento Europeo pueda llegar en la tercera semana de enero, cuando se celebrará la primera sesión plenaria del año. Antes, las diferentes sesiones parlamentarias deberán también escudriñar el texto. El hemiciclo no tiene ninguna capacidad de enmendar e introducir cambios en el pacto, pero debe dar su visto final al texto.

Pero no solo se trata de gestionar el final, sino también el principio de una nueva relación entre Reino Unido y sus antiguos socios. Menos ambiciosa y fructífera pero lo más constructiva y civilizada posible. Se trata, al menos, de limitar los daños.

Tal y como aseguró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, parafraseando a poeta TS Eliot cuando anunció la fumata blanca entre Reino Unido y los Veintisiete  “lo que llamamos comienzo a menudo es el final y al llegar a un final es empezar”.

Dentro de este nuevo comienzo, el presidente del Consejo, Charles Michel, mantuvo una llamada telefónica con el primer ministro británico, Boris Johnson. “Esperamos deseosos de cooperar en covid, un posible Tratado de pandemias, lucha contra el cambio climático de cara a COP26 y política internacional como aliados que comparten los mismos valores”, tuiteó el político belga.

Se desconoce hasta dónde será posible llegar en algunos ámbitos, ya que el Gobierno de Johnson rechazó incluir en el acuerdo sobre la relación futura los capítulos sobre política exterior, seguridad y defensa y solo ha considerado un epígrafe sobre cooperación policial y judicial en materia penal A pesar de esto, Reino Unido seguirá formando parte de la OTAN como la inmensa mayoría de los socios europeos.

El nuevo principio también incluirá la puesta en marcha de una estructura de vigilancia y supervisión para asegurar el cumplimiento del nuevo tratado. El órgano rector será un consejo de dirección formado por miembros tanto del Ejecutivo comunitario como el Gobierno británico y que para realizar su cometido se amparará en el trabajo de 18 comités sectoriales que abarcarán aspectos como gestión del IVA, productos fitosanitarios comercio.

Quizás el que más protagonismo acapare será el que vele por el concepto de competencia justa cuando la normativa entre ambos bloques comience a ser cada vez más dispar. Las dos partes han pactado la imposición unilateral de represalias en 20 días si no se respeta este principio, tras un periodo de consulta entre las partes de 14 días. Éste ha sido una de las principales caballos de batalla de los Veintisiete, quienes siempre han temido una suerte de Singapur al otro lado del Canal de la Mancha que se salte a la torera los estándares europeos sobre lucha contra el cambio climático o estándares sociales mientras mantiene el acceso al mercado común.

A su vez, se ha creado un mecanismo de arbitraje para resolver cualquier discrepancia sobre las subvenciones públicas dentro del capítulo de Competencia.

El Consejo y los comités se reunirán una vez al año, pero pueden ser convocados cuando una de las dos partes lo pida. La ligazón no termina aquí. De manera sorprendente, el tratado también recoge la posibilidad de crear un remedo de parlamento británico-europeo que estaría compuesto por diputados de la Eurocámara y de Westminter. Esta nueva institución tan solo tendría un poder consultivo y sería informada de manera regular sobre las relaciones británico- europeas por parte de este Consejo.

Aunque Reino Unido y los Veintisiete se hayan dicho adiós, todo indica que lo que les ha unido durante más de 40 años no es tan fácil de disolver de un día para otro. Algunos incluso apuestan por un reingreso de las islas en el proyecto de integración europeo dentro de años o décadas. Cuándo el Brexit quizás solo sea considerado una excentricidad británica.