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“Suu Kyi quería democratizar el sistema, volver a poner a los militares en los cuarteles”

El disidente birmano Maung Zarni asegura que la Corte Penal Internacional puede procesar al comandante en jefe responsable de la asonada por genocidio

Varias personas se manifiestan en contra del golpe de estado en las calles de Rangún, Birmana este lunes. La líder electa de Birmania, Aung San Suu Kyi, permanecerá detenida por lo menos hasta el miércoles cuando podría comparecer ante un juez, mientras aumenta la represión del Ejercito y continúan las protestas contra el golpe militar ejecutado hace dos semanas.
Varias personas se manifiestan en contra del golpe de estado en las calles de Rangún, Birmana este lunes. La líder electa de Birmania, Aung San Suu Kyi, permanecerá detenida por lo menos hasta el miércoles cuando podría comparecer ante un juez, mientras aumenta la represión del Ejercito y continúan las protestas contra el golpe militar ejecutado hace dos semanas.LYNN BO BOEFE

Maung Zarni, un experto en política birmana y disidente, afincado en Reino Unido, asegura a LA RAZÓN que el golpe militar “orwelliano” en su país puede suponer el final de la carrera política de Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz en 1991, líder de facto en el país desde 2016 a 2021 y dirigente del partido Liga Nacional para la Democracia (NLD).

¿Cuáles son las principales razones para explicar el golpe militar en Birmania?

Dos razones, de índole personal e institucional. El comandante en jefe de Myanmar Min Aung Hlaing está a punto de retirarse en julio de este año y se encontrará con un precio por su cabeza por genocidio y crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional y otros tribunales internacionales por el genocidio contra los rohingyas. Así que tiene verdaderas razones para temer que lo arrojen debajo de un autobús como Omar al-Bashir, presidente depuesto de Sudán, buscado por la CPI durante los últimos 10 años. Por otro lado, en todas las elecciones desde 1990, los representantes de los partidos cercanos a las Fuerzas Armadas suelen ser derrotados por la Liga Nacional para la Democracia (NLD). Los militares temen que ya no puedan seguir participando en el juego electoral con Aung San Suu Kyi y esperan ganar. Así que decidieron acabar con las reglas, pusieron a Suu Kyi bajo arresto domiciliario y planearon dejar a algunos partidos contra los que poder competir y ganar.

¿La Corte Penal Internacional puede emitir una orden de búsqueda?

La CPI puede emitir una orden de arresto en su contra a partir de este año sobre la base de su investigación preliminar de los crímenes de Myanmar.

¿Por qué fracasó el pacto entre Suu Kyu y los militares para gobernar el país?

Debido a dos agendas y objetivos irreconciliables: a pesar de la complicidad compartida en el genocidio de Rohingya y las guerras contra las minorías étnicas por parte del Ejército de Myanmar, Suu Kyi quería democratizar realmente el sistema, volver a poner a los militares en los cuarteles como un ejército profesional. Por contra, los generales quieren asegurarse de que su primacía sobre el país del Estado permanezca sólida e inalterada constitucionalmente. Por tanto, es imposible cualquier democratización genuina utilizando la Constitución de 2008, que coloca a los militares por encima de todos los demás grupos de la sociedad y legaliza los golpes militares de antemano.

¿Qué papel ha jugado Aung San Suu Kyi en esta crisis?

Su papel se ha reducido al de un símbolo para la gente del país, ya no a nivel mundial. Pero sigue siendo el icono político más potente entre el pueblo.

¿Ha sido el régimen birmano una democracia?

Incluso antes del golpe militar orwelliano, el sistema político birmano que está controlado en última instancia y constitucionalmente por los militares que cometen genocidio, así que no puede considerarse una democracia en absoluto. La democracia se trata de controles y equilibrios de poder.

¿Qué consecuencias puede tener el golpe militar para las minorías del país, como la de los Rohingyas?

El golpe es malo para todas las comunidades. El Ejército de Myanmar es un opresor para la igualdad de oportunidades, pero los generales suelen jugar a dividir y gobernar entre diferentes comunidades étnicas, incluidos los Rohingyas. Cuando la gente se levante contra los militares, los generales se acercarán a las minorías y harán concesiones graduales para evitar que se unan a la mayoría. Cuando las minorías se rebelan, los generales azuzan el racismo colonial hacia las minorías. Ahora lo están haciendo con los Rohingyas y los Rakhine.