Emboscada mortal

Asesinado a tiros el embajador de Italia en Congo

Un grupo armado trataba de secuestrar a personal de un convoy de Naciones Unidas en la frontera entre el Congo y Ruanda, un lugar especialmente conflictivo

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El embajador italiano en la República Democrática del Congo (RCD), un carabiniere y el conductor del vehículo en el que viajaban murieron ayer en un atentado en la frontera entre el Congo y Ruanda. Según informó el Ministerio de Exteriores italiano, la comitiva se desplazaba en un convoy de la Monusco, la misión de las Naciones Unidas para la estabilización de la RCD.

Localizador atentado contra un convoy de la ONU
Localizador atentado contra un convoy de la ONUTeresa Gallardo

Los primeros indicios apuntan a que fueron emboscados por un pequeño grupo, de no más de seis personas, que trataban de raptar al embajador. Los cuerpos del diplomático y el carabiniere fueron encontrados en un bosque, donde les habrían disparado con pistolas. El conductor murió previamente en el asalto al vehículo.

Luca Attanasio
Luca AttanasioITALIAN FOREIGN MINISTRY HANDOUTAgencia EFE

Las autoridades congolesas aseguraron que harían todo lo posible para conocer las causas del atentado, al tiempo que la Fiscalía de Roma ha abierto su propia investigación. Hasta el momento se desconoce la autoría, aunque las principales hipótesis apuntan en dos direcciones: el Frente de Liberación de Ruanda, una milicia tribal creada en el año 2000 durante la guerra entre el Congo y Ruanda; o grupos yihadistas, que han comenzado a infiltrarse en la zona en los últimos años para ampliar su influencia en África, hermanados con movimientos como el nigeriano Boko Haram.

La frontera entre Ruanda y la RCD es un lugar especialmente conflictivo, pues por ella campan a sus anchas grupos armados que tratan de adueñarse del territorio y aprovechar los recursos minerales existentes. El atentado se produjo en la vía que une las ciudades de Goma y Bukavu, en el parque de Virunga, donde los milicianos aprovechan la vegetación y la amplitud de la selva para escapar del control del Ejército.

Éste fue el escenario de una de las guerras más cruentas de la historia reciente africana, cuando seis países entraron en conflicto para intentar dominar la parte oriental del Congo, rica en yacimientos de diamantes, oro y coltán, el mineral con el que se fabrican buena parte de los productos informáticos. La Monusco es una misión de paz, creada en 2010 por la ONU, en la que se integran unos 12.000 militares de una veintena de países para tratar de estabilizar esta región. Según algunas informaciones, en la caravana también iban dos vehículos del Programa Mundial de Alimentos, premiado el año pasado con el Nobel de la Paz, aunque no habrían sufrido daños durante el atentado.

El embajador italiano en Congo se llamaba Luca Attanasio, tenía 43 años y era padre de tres hijos. Funcionario de carrera, era considerado uno de los jóvenes talentos de la diplomacia italiana. Tras su paso por el Ministerio de Exteriores, había desarrollado su carrera siempre en África. Primero como cónsul en Casablanca, después como primer secretario en Abuja (Nigeria) y, por último, al frente de la embajada en Kinshasha (RCD) desde 2017. Estaba considerado un hombre carismático e incluso participó recientemente en un popular programa de televisión italiano.

Hace unos meses recibió el premio Nassiriya para la Paz -un reconocimiento otorgado por distintas asociaciones italianas- por su implicación en la pacificación del Congo. El carabiniere, Vittorio Iacovacci, de 30 años, formaba parte de un cuerpo especializado para actuar como escoltas en lugares conflictivos. Mientras que del conductor no trascendió su identidad, aunque previsiblemente se trataría de un trabajador local.

Las autoridades italianas expresaron sus condolencias por el atentado. El presidente de la República, Sergio Mattarella, afirmó que el país “está de luto por estos servidores del Estado que han perdido la vida en cumplimiento de sus deberes profesionales en la República Democrática del Congo”.

El ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, que se encontraba en Bruselas en una reunión con sus colegas de la UE, tuvo que abandonar la capital comunitaria para volver a toda prisa a Roma. Dijo haber recibido la noticia “con gran consternación y un inmenso dolor”. “Todavía no están claras las circunstancias de este brutal ataque, pero no ahorraremos ningún esfuerzo para poner luz sobre lo sucedido”. Di Maio será el encargado de coordinar los trabajos para la repatriación de los cuerpos.