Australia

Tormenta política en Australia por las escenas sexuales grabadas en despachos del Parlamento

Un denunciante anónimo desvela vídeos en los que aparece personal masturbándose en la oficina de una diputada

El primer ministro de Australia Scott Morrison
El primer ministro de Australia Scott MorrisonLUKAS COCHEFE

Tormenta política en Australia con escándalo sexual incluido. El primer ministro del país, Scott Morrison, ha manifestado su bochorno por el caso de la difusión de vídeos en los que aparecen trabajadores del Gobierno conservador australiano realizando actos sexuales en el interior del Parlamento. Incluso en uno de ellos masturbándose en la oficina de una diputada.

“Las personas que vienen a trabajar en este edificio son mejores que esto”, dijo el primer ministro Morrison en un comunicado. “Las acciones de estas personas muestran una asombrosa falta de respeto por las personas que trabajan en el Parlamento, y por los ideales que se supone que representa el Parlamento”.

La reacción de Morrison se produce pocas horas después de que un periódico australiano y Channel 10 difundieran imágenes de un denunciante anónimo sobre el comportamiento lascivo de miembros del personal del Gobierno australiano en el Parlamento. Los vídeos incluyen a hombres que se filmaban a sí mismos realizando actos sexuales en solitario, incluso en el escritorio de la citada diputada.

El hombre que entregó los vídeos, identificado como Tom, dijo que en una de las grabaciones aparecía un hombre señalando el escritorio de una diputada liberal, antes de masturbarse. “El hecho de que sea una diputada sólo hace que sea más vergonzoso”, dijo el denunciante. “Es sorprendente y creo que mucha gente se quedará atónita”, dijo Tom sobre el material que ha desvelado. También reveló que un grupo de empleados intercambia asiduamente fotos explícitas de sí mismos. “He recibido tantas que me he vuelto inmune a ella”.

Un miembro del personal del gobierno ha sido destituido de su cargo por este caso. Morrison describió el informe como “repugnante” y dijo que hablaría con todos los miembros de su gabinete para recordarles sus responsabilidades.

El primer ministro prometió impulsar el cambio cultural después de este escándalo: “Reconozco que muchos australianos, especialmente las mujeres, creen que no las he escuchado, y eso me angustia enormemente”. Y añadió: “Debemos hacerlo mejor... debemos poner esta casa en orden”. Sin embargo, ofreció pocas propuestas concretas para mejorar la cultura del lugar de trabajo en el parlamento, insistiendo en que los cambios se anunciarían en las próximas semanas.

Estas denuncias se divulgan más de un mes después de que la ex asesora del Partido Liberal Brittany Higgins denunciara haber sido violada por un antiguo compañero de trabajo en el Parlamento, un lo que siguieron a otras tres mujeres que denuncian agresiones y acoso sexual por parte del mismo hombre.

Este mes también el fiscal general de Australia, Christian Porter, fue acusado de la presunta violación en Sídney hace 32 años de una mujer, ya esta noche, cuando tenía 16 años, y la Policía archivó el caso por falta de pruebas.

Este martes, un grupo de empleadas del Partido Laborista y Verde señalaron que existe una “cultura de silencio generalizado” en el Parlamento, durante una sesión dentro de la sede del Legislativo. “Una de las primeras cosas que me enseñaron es que si me pasa que no diga nada porque arruinará mi carrera”, dijo Georgia Tree, quien trabaja para una legisladora laborista, en declaraciones al portal Nine News.