Crisis palaciega
Jordania prohíbe escribir sobre el príncipe Hamzah
El régimen jordano impone el apagón informativo sobre la crisis palaciega tras asegurar que el hermanastro ha jurado lealtad al rey Abdalá
El régimen jordano decretó este martes el apagón informativo en torno a la crisis palaciega que vive la monarquía hachemí desde el fin de semana. En un mensaje emitido por televisión, el fiscal general de Amán prohibía a los medios locales publicar información alguna respecto al caso que enfrenta al rey Abdalá II y a su hermanastro y ex príncipe heredero, Hamzah Bin Husein, quien denuncia «la corrupción, incompetencia y acoso a la disidencia» en el seno del régimen.
Con la imposición del secreto del sumario en la investigación y la carta hecha pública por Hamzah Bin Husein en la tarde del lunes expresando su lealtad al monarca, las autoridades confían en cerrar una crisis de Estado cuyas razones profundas no van a disiparse.
«La prohibición respecto a las publicaciones afecta a todos los medios audiovisuales y a las redes sociales, así como a la publicación de todo tipo de imágenes o vídeos relativos a este tema a riesgo de que se emprendan acciones legales», declaraba Hasan al Abdallat. Las autoridades jordanas acusan a Hamzah Bin Husein de estar implicado en «un complot malicioso» contra el Estado. La operación para desbaratar la supuesta tentativa golpista se ha saldado con la detención de, al menos, 16 personas, entre ellas el ex ministro y jefe de la Corte Bassem Awadallah y de Sharif Hasan Bin Zaid.
Lo cierto es que el lunes, apenas un día después de haber advertido de que las autoridades jordanas estaban a punto de privarle de toda comunicación con el exterior y tras haber denunciado encontrase bajo arresto domiciliario, el hermanastro del rey, de 41 años, expresaba de manera nítida su lealtad al monarca.
«Me pongo en manos del rey, confirmando que mantendré el compromiso de mis padres y abuelos, fiel a su legado, y seguiré sus pasos, fiel a su trayectoria, a su mensaje, acatando la Constitución», podía leerse en el mensaje atribuido al hijo del rey Husein y la reina Noor y reproducido por la web de la Casa Real jordana. La propia web atribuye a la mediación del príncipe Hassan Bin Talal, hermano del rey Husein, el radical cambio de actitud de Hamzah Bin Husein.
«Siempre apoyaré y respaldaré al rey y al príncipe heredero», zanjaba Bin Husein. Ni rastro, pues, del tono desafiante que fue mostrando en sus distintas alocuciones públicas desde el sábado pasado. El ex príncipe heredero aseveraba que no obedecería las órdenes del Ejército jordano que limitaban sus movimientos. Desde la muerte de su padre en 1999 y hasta 2004, Bin Husein fue príncipe heredero. El actual monarca le retiró el título para acabar otorgándoselo a su hijo, el príncipe Husein Bin Abdalá.
Malestar social
Pese a que el rey Abdalá II ha obtenido el apoyo verbal de las principales potencias mundiales y de la mayoría de Estados árabes, las relaciones con Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos no atraviesan su mejor momento. Los problemas que aquejan a su país están lejos de poder resolverse. El descontento social, agravado por las consecuencias de la pandemia, es profundo.
La situación económica –la deuda del Estado jordano roza el 90% del PIB- ha obligado al régimen a implantar impopulares medidas de austeridad. Jordania sufre además una importante presión demográfica como consecuencia de la llegada de refugiados procedentes de Siria desde hace una década.
Lo sucedido incrementará la desconfianza del rey Abdalá II en su entorno. El príncipe Hamzah goza de las simpatías de las tribus beduinas del reino, apoyo tradicional de la casa real hachemí. Resta por ver si, superada la crisis palaciega, la popularidad del ex príncipe heredero ganará enteros en detrimento de la figura del actual monarca y si éste es capaz de hacer frente a corto plazo a los graves problemas que aquejan al pueblo jordano. La estabilidad del oasis jordano en el desierto de Oriente Medio es más precaria que nunca.
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