Cumbre UE-Turquía

Desplante de Erdogan a Von der Leyen: sin silla y relegada a un sillón lateral

En la anterior cumbre entre Turquía y la UE, los presidentes de la Comisión y el Consejo flanqueaban en igualdad al líder turco

El medio es el mensaje y a veces un simple sillón puede significar un abismo. La visita de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a Turquía ha levantado polvareda en la capital comunitaria debido al desplante sufrido por la política alemana por parte del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.

La imagen ha corrido como la pólvora en las redes sociales. Von der Leyen entra en una estancia junto al presidente del Consejo, Charles Michel. Mientras el político belga preside el encuentro junto al anfitrión y se sienta a su lado la presidenta del Ejecutivo comunitario se queda de pie sin saber muy bien qué hacer cuándo se da cuenta de que no hay un asiento para ella. Tras pronunciar un “ehmmm” de desconcierto, debe conformarse con refugiarse en un sofá lateral, al mismo nivel que el ministro de Exteriores turco, Mevlet Cavusoglu.

Este incidente viola las normas protocolarias más elementales, ya que Michel como Von der Leyen tiene el mimo estatus diplomático. La presidenta ha encargado a su equipo que se ponga en contacto con los responsables de protocolo para asegurarse de que no vuelve a suceder una situación tan incómoda.

Ante lo sucedido existen dos hipótesis: los bienintencionados consideran que ha sido un simple error ante el desconocimiento sobre el organigrama de la cúpula comunitaria, mientras que los mal pensados consideran que este gesto era intencionado y tenía un propósito político muy claro. Este segundo grupo cree ver confirmadas sus sospechas al comprobar que cuándo el predecesor de Von der Leyen, Jean Claude Juncker, visitó Turquía tuvo su asiento al lado de Erdogan sin que se produjera el más mínimo malentendido.

Este hecho desafortunado cobra una nueva dimensión, ya que Turquía ha anunciado su salida del Convenio de Estambul que protege a las mujeres contra la violencia machista y Von der Leyen se refirió de manera explícita a este hecho en la rueda de prensa que después concedió junto a Michel, sin la presencia del mandatario turco. “Es un tema del que nunca nos cansaremos de insistir, porque obstaculiza el progreso y deseamos una actitud diferente”, aseguró este martes von der Leyen en rueda de prensa desde Ankara.

Tras analizar las imágenes, una de las dudas reside en qué debería haber hecho la presidenta. Según fuentes diplomáticas, los dos mandatarios europeos no estuvieron acompañados del habitual equipo de protocolo debido a las restricciones impuestas por el coronavirus, lo que impidió que pudiera remediarse la situación sobre la marcha. Según ha explicado esta mañana el portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, Von der Leyen prefirió formar parte de la reunión, independientemente del trato recibido. “La presidenta estaba claramente sorprendida, como se puede apreciar en los vídeos, pero decidió dar prioridad a la sustancia”.

Los dos líderes europeos decidieron viajar a Turquía para escenificarel deshielo respecto a Ankara, después de que las tensiones en el Mediterráneo Oriental hayan remitido en las últimas semanas y Erdogan haya aceptado iniciar el diálogo con Grecia y Chipre sobre la extracción de hidrocarburos.

Aunque por el momento la UE prefiere esperar antes de hacer ofertas en firme, las dos partes están interesadas en impulsar una agenda común en diferentes ámbitos. Entre ellas, mejoras en el mercado aduanero para incentivar la entrada de empresas turcas en el mercado común y la renovación del pacto migratorio suscrito entre Bruselas y Ankara en el año 2016 y por el que la UE ha contribuido con más de 3.000 millones de euros a la subsistencia de los más de tres millones de refugiados sirios en suelo turco. Además, Turquía no oculta sus intenciones de conseguir la liberalización de visados, una vieja promesa que la UE no ha cumplido.

A pesar de esto, los dos líderes europeos dejaron claro en su visita a Ankara que no se producirá ningún avance en este sentido hasta la cumbre de junio que volverá a congregar a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete y que estamos tan solo al comienzo del camino.

Por el momento, aún es pronto para saber si el desaire sufrido por parte de la presidenta de la Comisión Europea puede complicar o no este deshielo. Según fuentes diplomáticas, la parte europea también quiso dejar claro a Erdogan la necesidad de avanzar en los derechos humanos, la igualdad entre hombres y mujeres y la libertad de expresión y de prensa y puntualizó que la opinión pública europea no tolerará una relación más cercana con Turquía si no se dan estas condiciones.