Escalada armamentística
El exorbitante coste para EEUU de renovar su arsenal nuclear
Biden anuncia que quiere modernizar la Tríada Nuclear para mejorar la capacidad de disuasión del país
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó este jueves su intención de modernizar el arsenal nuclear del país para garantizar que es seguro y efectivo. “Continuaremos haciendo eso para asegurarnos de que podemos disuadir a otros países de una agresión nuclear”, dijo la secretaria de Energía estadounidense, Jennifer Granholm, en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Con este fin, la responsable consideró que debe haber un “proceso de consenso” entre el Partido Demócrata y el Republicano para llevar a cabo esa modernización. “Estamos comenzando el proceso dentro del Departamento de Energía, tenemos que hallar una solución, pero tiene que estar basada en un acuerdo”, señaló.
Durante el mandato del expresidente Donald Trump (2017-2021), el Pentágono recomendó gastar más de un 6 % de su presupuesto en la llamada Tríada Nuclear, compuesta por bombarderos estratégicos, submarinos y misiles balísticos intercontinentales, muchos de los cuales contaban ya con décadas de antigüedad. Y propuso reforzar y renovar el actual arsenal sin tener que recurrir a ampliarlo.
Se espera que la Administración de Biden lleve a cabo una revisión amplia de la postura nuclear del país y que examine los planes de modernización del arsenal, que se calcula que tenga un coste de 1,7 billones de dólares a lo largo de 30 años.
Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el arsenal nuclear global ha pasado de 13.856 armas atómicas en 2019 a 13.400 en el conjunto de los nueve países que poseen amas nucleares, y que son: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte. En comparación con las casi 70.000 ojivas de la era de la Guerra Fría en la década de 1980, las actuales suponen solo una quinta parte.
Además, hay otros cinco países, miembros de la OTAN, que albergan armas de este tipo desplegadas por EE UU en diferentes momentos, y que son Alemania, Bélgica, Italia, Países Bajos y Turquía.
Con Joe Biden en la Casa Blanca EEUU ha firmado la extensión del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START). Gracias a este importante acuerdo, firmado por Dimitri Medvedev y Barack Obama en 2010 por un periodo de diez años y prorrogable por cinco años, EEUU y Rusia se comprometieron a limitar sus arsenales a un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 800 sistemas balísticos -misiles submarinos y bombarderos estratégicos- de más de 5.500 kilómetros de alcance. Biden solo tendrá 15 días como presidente para decidir su visión en este punto.
Pese a todo, el control de armas entre Estados Unidos y Rusia, que vio recortes de 38.000 ojivas en su arsenal, una caída del 79%, en 1991-2010, ha disminuido. Los expertos señalan que las perspectivas de un seguimiento de ese acuerdo son escasas. China, India, Corea del Norte y Pakistán están expandiendo y modernizando sus fuerzas nucleares. Recientemente, The Economist señalaba que hay un pobre avance hacia el desarme global, el objetivo último del Tratado de No Proliferación (TNP), la piedra angular del orden nuclear. Un nuevo tratado de prohibición de la bomba, firmado por 86 países y que entró en vigor el 22 de enero, canaliza la frustración entre los que no tienen armas nucleares.
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