Reino Unido

Johnson califica a su ministro de Sanidad como un “total jodido inútil”

Dominic Cummings volvió a demostrar ayer por qué es considerado una de las figuras más oscuras de la política británica en la historia reciente

Según Cummings, Johnson tiene la intención de renunciar a su cargo después de las próximas elecciones generales para poder ganar más dinero. AP
Según Cummings, Johnson tiene la intención de renunciar a su cargo después de las próximas elecciones generales para poder ganar más dinero. APMatt DunhamAP

Dominic Cummings volvió a demostrar ayer por qué es considerado una de las figuras más oscuras de la política británica en la historia reciente. El que en su día fuera todopoderoso asesor de Boris Johnson publicó unos mensajes privados intercambiados con el primer ministro en el que éste se refirió en varias ocasiones al responsable de Sanidad, Matt Hancock, al inicio de la pandemia, como un “incompetente”.

En uno de ellos, fechado el 26 de marzo, el día en que Johnson dio positivo por Covid, el que entonces era su asesor y mano derecha le envió un mensaje de texto advirtiendo que los planes de Hancock para realizar test masivos eran un caos. “Es un absoluto jodido inútil”, respondió el premier.

Según la versión del polémico estratega -quien fue despedido el pasado mes de noviembre- ahora tan sólo quiere aportar pruebas al incendiario testimonio que ofreció el mes pasado ante el Comité de Westminster, que analiza la gestión del Ejecutivo de la pandemia. Durante su comparecencia, Cummings llegó a decir que el titular de Sanidad debía haber sido despedido por diferentes razones, entre ellas, actuar de manera ilegal mintiendo repetidamente al Gobierno y ciudadanía.

Y con el polémico post que publicó ayer -por cierto, tan solo minutos antes de la sesión semanal al primer ministros- vino a demostrar que Johnson tampoco tenía ninguna fe en Hancock, al que, en marzo de 2020, no veía capaz ni de gestionar los test ni conseguir los equipos de protección suficientes para los sanitarios.

“No publico mensajes privados solo para avergonzar al primer ministro u otros. Mi objetivo es obligar al sistema a enfrentarse a la realidad y cambiar, no avergonzar a la gente por el simple hecho de hacerlo”, señala Cummings en su blog.

Lo cierto es que el extenso texto no tiene desperdicio. El estratega cuenta con todo lujo de detalles el supuesto caos que reinó en Downing Street al inicio de la pandemia, donde no se diseñó ninguna estrategia para el confinamiento hasta el 14 de marzo, se llegó a predecir hasta 250.000 muertes en la primera ola y se dejó abandonadas a su suerte a las residencias de ancianos mandando a los mayores de los hospitales de vuelta sin realizarles un test para verificar que daban negativo. Según su versión, Johnson se limitaba además  a contar “historias divagantes y hacer bromas” durante las primeras reuniones de emergencia, negándose a hacer preguntas incómodas a los funcionarios.

En este sentido, acusa al Gobierno -y sobre todo al ministro de Sanidad- de querer ahora contar otra realidad. “Si el Número 10 está dispuesto a mentir tan profunda y ampliamente sobre cuestiones tan vitales de la vida y la muerte, no se puede confiar ahora ni lo que diga sobre Covid ni en ningún otro asunto crucial sobre guerra y paz”, añade.

Pero no queda ahí. Según Cummings -al que se le llegó a considerar el hombre más poderoso del Reino Unido-, Johnson tiene la intención de renunciar a su cargo después de las próximas elecciones generales (previstas para 2024) para poder ganar más dinero. Su actual sueldo de 150.000 libras anuales nada tiene que ver con los alrededor de 400.000 libras que ganaba como diputado, entre otros, por su bien remunerada columna con The Telegraph.

El portavoz del del Número 10 calicó la información como “sin sentido” y recalcó que el premier tiene plena confianza en el titular de Sanidad. Curiosamente, Hancock tiene su puesto más asegurado que nunca porque, si Johnson se deshace de él en una reestructuración del Gabinete, parecería que sigue cumpliendo órdenes del que fue su asesor.