Caza a tres periodistas rusos tras publicarse el espectacular aumento del patrimonio familiar de un ministro

Las autoridades rusas efectuaron hoy registros en los apartamentos de tres periodistas de investigación, coincidiendo con la publicación de un artículo sobre las numerosas propiedades de los familiares del ministro del Interior, Vladímir Kolokoltsev.

El medio de investigación ruso “Proekt” señaló en su cuenta de Telegram que justo después de anunciar la difusión de las pesquisas sobre la riqueza de la familia del ministro, especialmente de su hijo Alexandr, fueron registrados los apartamentos del editor jefe, Román Badanin del portal, su adjunto, Mijaíl Rubin, y de la coautora del artículo María Zholobova.

Las fuerzas de seguridad se incautaron de portátiles, móviles, memorias USB y tarjetas SIM, según “Proekt”.

El Ministerio del Interior dijo que los registros no tenían nada que ver con la publicación del artículo, sino con un caso de difamación por un filme difundido en el canal “Dozhd” que supuestamente contenía información “deliberadamente falsa” y atentaba contra el honor y la dignidad de un empresario.

Se trata del hombre de negocios de San Petersburgo Ilia Traber, según Galina Arapova, directora del Centro para la Defensa de los Derechos de los Medios de Comunicación, declarado agente extranjero en Rusia, que prestan asistencia legal a Badanin, según la agencia oficial TASS.

Según ese departamento se ha establecido que Badanin y Zholobova son los autores del documental y para obtener pruebas se han llevado una serie de registros en sus lugares de residencia, indica la agencia Interfax.

El filme fue difundido en 2017 y según el abogado de Zholobova, Vasili Kushnir, el empresario alega que su salud ha deteriorado después del documental, según la misma fuente.

Persecución a la prensa libre

Los medios de comunicación críticos con el Gobierno ruso se han quejado en reiteradas ocasiones de que existe una creciente presión sobre los medios por parte de las autoridades.

Algunos medios, como el influyente portal “Meduza”, han sido clasificados por el Gobierno como “agentes extranjeros” en el marco de una ley aprobada por el presidente, Vladimir Putin.

Bajo la nueva legislación, los medios de comunicación pueden enfrentarse a multas de hasta 50.000 rublos (unos 600 euros) por distribuir informaciones sin indicar que el material en cuestión procede de un “agente extranjero”.

Para la mayoría de los medios de comunicación independientes esta ley ha supuesto pérdidas económicas considerables e incluso la quiebra. En 2017, Rusia designó como “agentes extranjeros” a la emisora Radio Free Europe/Radio Liberty y a Voice of America después de que Estados Unidos declarara como tal la televisión rusa RT.