Protestas históricas

El régimen cubano saca el puño de hierro contra los manifestantes

Los uniformados toman las calles de Cuba y reprimen a las familias que participaron en la masiva protesta del domingo. El viceministro del Interior dimite por la violencia estatal tras la muerte de un manifestante

La muerte del manifestante de 36 años en una protesta en las inmediaciones de una comisaría del municipio de Arroyo Naranjo no es considerada «represión» por el régimen cubano. AP
La muerte del manifestante de 36 años en una protesta en las inmediaciones de una comisaría del municipio de Arroyo Naranjo no es considerada «represión» por el régimen cubano. APRamon EspinosaAP

La muerte del manifestante de 36 años Diubis Laurencio Tejada en una protesta este lunes en las inmediaciones de una comisaría del municipio de Arroyo Naranjo, a las afueras de La Habana, no es considerada «represión» por el régimen cubano. Los gritos de «libertad», «abajo la dictadura» o «el pueblo unido jamás será vencido» están siendo respondidos por las autoridades cubanas con un uso excesivo de la fuerza bruta. La muerte de Laurencio es el episodio más sangriento hasta ahora de la respuesta del castrismo a las protestas de los últimos días. Human Rights Watch (HRW) ha contabilizado al menos 150 detenidos.

Entre ellos, la «youtuber», Dina Stars, detenido mientras concedía una entrevista en directo a la cadena Cuatro, y el artista Luis Manuel Otero Alcántara, que hizo el domingo un llamamiento a los cubanos para que tomaran las calles. Las autoridades justificaron el uso de la fuerza afirmando que «grupos organizados de elementos antisociales y delincuenciales» intentaron llegar a la estación de policía de La Guinera, uno de los barrios más pobres de La Habana, para atacar a sus funcionarios y provocar daños a infraestructuras.

El viceministro del Interior de Cuba, el general de brigada Jesús Manuel Burón, dimitió tras cuestionar el recurso a la violecia por parte del Estado y la toma de decisiones el su Ministerio y en el Consejo de Seguridad.

Las pruebas de la represión del régimen cubano continúan circulando por redes sociales y medios de comunicación. El miedo reinó ayer por la tarde en Cárdenas, una ciudad de la provincia cubana de Matanzas, justo al sur de la popular ciudad turística de Varadero. Miembros de las boinas rojas del Ejército cubano asaltaron violentamente la casa de un manifestante llevándoselo detenido y dejando un charco de sangre, como muestra un vídeo al que tuvo acceso LA RAZÓN. «Mis hijos están en casa», gritaba desesperada una mujer cubana. La extrema violencia utilizada en el arresto ha llevado a denunciar a los familiares que su ser querido podría haber resultado gravemente herido o haber perdido la vida, según denunció la activista Leticia Ramos.

Los manifestantes tratan de identificar a todos los detenidos mientras intentan organizar nuevas movilizaciones. El servicio de internet móvil se ha restablecido, pero todavía está muy restringido el acceso a WhatsApp, Facebook, Instagram o Telegram. Díaz-Canel ha llamado a no dejarse influenciar por «la intoxicación» de las redes. El mandatario de 61 años, presidente desde 2018 y nombrado secretario general del Partido Comunista en abril sucediendo a Raúl Castro, ha acusado a Estados Unidos de estar detrás de las reivindicaciones de mejoras económicas y sociales de los cubanos: «¿Los violentos somos nosotros? ¿Los represores somos nosotros? Nosotros no estamos actuando contra nadie, nosotros sencillamente, con el pueblo, estamos defendiendo los derechos de ese pueblo».

Washington reclamó ayer al régimen cubano la recuperación de los servicios de internet móvil. La Administración Biden ha asegurado que sigue «revisando» su política hacia Cuba y que cualquier modificación buscará «incentivar un cambio de comportamiento» del Gobierno cubano, además de tener en cuenta las inéditas protestas del domingo en la isla. «Seguimos revisando nuestra política hacia Cuba, fijándonos en su impacto en el bienestar político y económico del pueblo cubano», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psak.

Añadió que «no hay duda de que las protestas del fin de semana y lo ocurrido en los últimos días han sido acontecimientos significativo». Biden prometió durante la campaña retomar el proceso de deshielo y de normalización de relaciones con el régimen comunista iniciado por el ex presidente Barack Obama en su segundo mandato.

Por su parte, el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, culpó a la suspensión de las remesas desde EE UU decretada por la Administración Trump como una de las causas del estallido social que vive la isla. «Si queremos ser sinceros y queremos saber las cosas como son, esta situación que ha ido empeorando dramáticamente en los últimos meses, también tiene que ver con decisiones que tomó el señor Trump en los últimos días de su mandato», dijo el jefe de la diplomacia europea.

Las generaciones más jóvenes están protagonizando las protestas. El catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México Ignacio Martínez Cortés explica que los anhelos de libertad y bienestar son más difíciles de controlar con el discurso comunista que sus mayores: «La movilización es inédita. La isla va a cambiar mucho porque la nueva generación de cubanos ha oído hablar de los Castro, pero no los conocieron. Es una generación ávida de nuevas necesidades. Si vemos las manifestaciones, es gente muy joven aunque también hay personas mayores. Esta generación no tiene los beneficios de los que gozamos nosotros en la era digital. Hace un mes tuvimos un seminario y tuvimos que mandar dinero a los cubanos para que puedan tener acceso una hora a la conferencia que ellos mismos van a dar. No hay acceso a la era digital. Es la generación siguiente al nuevo dirigente Díaz-Canel. Estamos hablando de la libertad más allá de fibias y fobias al socialismo en Cuba».

El régimen cubano afronta las protestas en medio de una grave crisis económica y sanitaria. La pandemia fuera de control, las medicinas escasean y muchas familias no tienen acceso a alimentos suficientes. La provincia de Matanzas, epicentro de los contagios en la isla, registró ayer una explosión de nuevos casos. La OMS ha alertado de un aumento de los infectados a raíz de las multitudinarias protestas y por la circulación de la variante Delta, altamente contagiosa. La situación sanitaria se suma a la catástrofe económica. La caída del turismo provocado por las restricciones del covid ha agravado las carencias económicas. La Habana respiraba ayer una calma tensa tras despertar con la seguridad del Capitolio reforzada. Un país blindado contra su pueblo.