Opinión

Dentro de la «Sharía»

El poder talibán se irá consolidando día a día y todo se hará dentro de la legislación islámica

Talibanes patrullan las calles de Kandahar, Afganistán, este jueves
Talibanes patrullan las calles de Kandahar, Afganistán, este juevesSTRINGEREFE

Transcurrido un tiempo, la situación que reina en Afganistán dejará de ocupar la primera atención por parte de los medios de comunicación y la opinión pública mundial. Únicamente, de manera esporádica, se recibirán noticias de lo que sucede en este país y cómo se van desarrollando los acontecimientos.

Sin embargo, el poder talibán se irá consolidando día a día y todo se hará, como lo han expresado sus líderes, dentro de la legislación islámica. La interpretación que corresponde no es otra que una perspectiva radical e inhumana de las leyes que ya se están empezando a imponer por quienes han ocupado el Gobierno en Afganistán. La capacidad de los talibanes para ser reconocidos por buena parte de la comunidad internacional no les legitima en función de los principios y valores que deberían seguir los Estados.

Pero lo cierto es que todo apunta a que el nuevo Gobierno talibán será aceptado, con carácter general, tanto por países como Rusia, China o Irán como por los países occidentales como EE UU y los miembros de la UE. Por lo menos, se tolerará que los talibanes sean los interlocutores que representen los intereses de Afganistán en la escena internacional. Las descarnadas palabras de Borrell así lo confirman.

Al cabo, como se dice, son quienes han ganado la guerra y quienes impondrán sus condiciones y requerimientos. No obstante, la comunidad internacional debería reflexionar sobre lo que va a acontecer en este país asiático a partir de ahora, aunque todo presagia que ya se ha tomado la decisión de dejar a su suerte el destino de Afganistán. Infortunadamente, se llevará a cabo una aplicación estricta de la legislación islámica y, una vez más, se volverán a violar de manera grave y sistemática los derechos humanos.

El significado de las palabras «legislación islámica» en los labios del poder talibán solo augura un futuro cierto de desolación, dolor y restricción de todo tipo de derechos. Entretanto, la comunidad internacional se olvidará del rumbo de Afganistán y del sufrimiento de sus ciudadanos.