Al rescate

Aumenta la presión para que EE UU alargue su misión en Kabul hasta completar la evacuación

El Pentágono ordena a seis aerolíneas comerciales que cooperen en el reparto de refugiados afganos desde las bases estadounidenses de Oriente Medio hasta Europa

Seis aerolíneas estadounidenses, a través de sus flotas de vuelos comerciales destinadas a pasajeros, ayudarán en las labores de evacuación de decenas de miles de personas que siguen tratando de huir de Kabul, la capital afgana, tras la toma de control talibán.

El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd J. Austin, emitió la orden el domingo a primera hora con el fin de ampliar la coordinación para movilizar a miles de evacuados, que todavía no han podido salir de Afganistán, con el apoyo de media docena de compañías aéreas del país.

La labor de evacuación se está llevando a cabo desde el aeropuerto de la capital afgana y está siendo liderada por el Ejército estadounidense con la participación de otros países aliados, aunque las seis compañías aéreas estadounidenses no tendrán que aterrizar en Afganistán. Su misión de apoyo en la operación militar consistirá en trasladar a los evacuados desde Oriente Medio hasta Europa y, desde allí, a Estados Unidos.

La orden del Pentágono activará la movilización de un total de 18 aviones: cuatro de United Airlines; tres de American Airlines, Atlas Air, Delta Airlines y Omni Air, respectivamente; y otros dos de Hawaiian Airlines.

La orden del secretario de Defensa se llevará a cabo a través de la denominada “Etapa 1 de la Flota Aérea de Reserva Civil” (CRAF, por sus siglas en inglés), creada en 1952 después del puente aéreo de Berlín, y proporcionará esos 18 aviones de ayuda de emergencia para poder transportar a cientos de pasajeros que lleguen a las bases del Medio Oriente habilitadas para acoger a las personas evacuados desde Afganistán, según confirmó el portavoz del Pentágono, John F. Kirby.

Los aviones civiles no entrarán ni saldrán de Kabul, donde el rápido deterioro de la situación de inseguridad ha obstaculizado la salida de vuelos destinados a la evacuación miles de personas, acrecentando el temor a represalias de los combatientes talibanes. La tripulación de las aerolíneas comerciales de EEUU ayudarán a transportar a los evacuados a las bases estadounidenses en Bahrein, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.

Desde esas bases en el Medio Oriente, los aviones comerciales transportarán a evacuados afganos a España, Alemania, Italia y otras escalas en Europa, para trasladarles después, desde allí, a Estados Unidos. “Es un deber que asumimos con el mayor cuidado y coordinación”, declaró Scott Kirby, director ejecutivo de United Airlines. La compañía aérea ha confirmado la puesta en marcha de cuatro de sus aviones Boeing 777 con capacidad para 350 personas a bordo.

“Como aerolínea global y aerolínea de bandera de nuestro país, asumimos la responsabilidad de responder rápidamente a desafíos internacionales como este”, añadió Kirby en un mensaje de sus redes sociales.

Ésta es la tercera vez en la historia de EEUU que se utiliza la flota aérea de reserva. La primera se activó fue durante la guerra del Golfo Pérsico, de agosto de 1990 a mayo de 1991. La segunda, durante la guerra de Irak, de febrero de 2002 a junio de 2003.

Aunque sí es la primera vez que el Pentágono realiza una operación militar de evacuación de esta magnitud. Para esta misión de urgencia, el Ejército de EEUU ha expandido más allá de su habitual flota de C-17, el avión usado habitualmente en entornos hostiles y zonas de conflicto, incluyendo también los gigantes C-5 y KC-10, aviones de abastecimiento que se pueden readaptar al transporte de pasajeros en casos de evacuación.

Por otro lado, aumenta también la presión en las últimas horas para que EEUU alargue la presencia de sus tropas en Afganistán y mantenga un mínimo de soldados en territorio afgano, más allá de la fecha límite designada por el presidente Biden para el 31 de agosto.

La situación se complica en el aeropuerto de Kabul

Mientras tanto, la situación en el aeropuerto de Kabul es cada vez más complicada. Las fuerzas militares están intentando encontrar nuevas fórmulas para trasladar al aeropuerto de la capital afgana a personas que serán posteriormente evacuadas, según han indicado funcionarios estadounidenses.

La embajada de EEUU emitía un comunicado el sábado anunciando que “debido a las posibles amenazas a la seguridad fuera de las puertas del aeropuerto de Kabul, estamos aconsejando a los ciudadanos estadounidenses que eviten viajar al aeropuerto en este momento, a menos que reciban instrucciones individuales de un representante del Gobierno para hacerlo”.

La compleja situación de pánico y amenazas de posibles atentados en la zona, tomada a la fuerza por los insurgentes, ha agudizado el caos y la incertidumbre entre miles de personas que tratan desde hace días de abandonar el país. Pequeños grupos de población civil han recibido instrucciones concretas de las fuerzas militares para trasladarse a lugares específicos y así garantizar su seguridad para recogerlos.

Después de la promesa de Biden de evacuar a decenas de miles de afganos que hayan colaborado con EEUU y comprometerse a no dejar atrás a nadie que quiera abandonar Afganistán, el número de evacuados podría aumentar considerablemente en los próximos días, planteando nuevos desafíos en las labores de evacuación.

De hecho, en las últimas horas han muerto 7 personas en las instalaciones del aeropuerto tratando de huir, entre el miedo y la desesperación, de la capital afgana. El Ejército de EEUU ha evacuado al menos a 14.000 personas en avión desde el 14 de agosto en Kabul, así como otras 18.000 desde el pasado mes de julio.

La única provincia que ha sucumbido al control del Talibán y que en medio siglo de historia tampoco no ha sido conquistada por talibanes ni por fuerzas de seguridad extranjeras, es Panjshir. Situada a uno 150km del sureste de Kabul, permanece intacta al dominio de los insurgentes y bajo el liderazgo de Ahmad Masud, el hijo del comandante afgano asesinado por Al Qaeda en 2001, quien se mantiene firme en su resistencia y ha solicitado armas a Washington para defenderse de los talibanes.

Biden anunció desde la Casa Blanca que se reunirá con sus aliados internacionales esta semana “para establecer una estrategia conjunta con el fin de evitar que Afganistán vuelva a convertirse en fuente de ataques terroristas”, la mayor amenaza a la que se enfrenta ahora el mundo con la inesperada invasión talibán.

Los líderes del G7 analizarán la situación en Afganistán durante una reunión virtual este martes.