Máxima tensión
Israel remueve cielo y tierra en busca de los «seis de Gilboa»
Las fuerzas israelíes prosiguen la búsqueda de dos presos fugados que quedan por atrapar
En un operativo masivo de incierto final, todos los cuerpos de seguridad de Israel siguen buscando a los presos palestinos huidos el lunes pasado de la cárcel de Gilboa. Remueven cielo y tierra al norte del país y en Cisjordania, donde siguen erguidos múltiples «checkpoints» y constantes redadas y arrestos en poblados palestinos. Para unos, son «terroristas huidos» con potencial de cometer atentados. Para otros, «héroes nacionales» capaces de sortear muros supuestamente infranqueables.
Con todo, tras este fin de semana de operativos, las autoridades israelíes ya han capturado a cuatro de los seis terroristas fugados. Todos se encontraban al norte y fueron detenidos en dos arrestos distintos (uno el viernes por la noche y otro el sábado).
“El arresto de cuatro de los seis prisioneros” que escaparon el lunes 6 de septiembre de la prisión israelí de Gilboa “no oscurece la realidad de su honorable acción”, declaró en un discurso grabado por televisión el portavoz del ala armada de Hamás, Abú Obeida, que prometió que el grupo exigirá su libertad en cualquier negociación para un posible acuerdo de intercambio de presos con Israel.
Según Abú Obeida, “la fuga de los seis presos fue una acción heroica” que logró “enviar un mensaje al mundo entero”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) estuvieron en máxima alerta desde primera hora del viernes. Tras el llamamiento de Hamás a un «Día de la Rabia» por lo que describen como «agresividad de la ocupación contra los presos», el Ejército israelí ordenó a sus combatientes que permanecieran en sus bases durante el fin de semana. La noche del miércoles ya se registraron violentos disturbios en diversas localidades cisjordanas y de Jerusalén Este. Por ello, se mantendrá el cierre impuesto a los palestinos en los cruces a Israel.
Los incidentes se extendieron también al interior de las cárceles. En las prisiones de Ramon y Ketziot, los reos incendiaron celdas y protagonizaron disturbios. La Policía ya ofreció refuerzos al servicio penitenciario para tratar de contener eventuales estallidos masivos. En los territorios palestinos siguen de cerca la situación de los encarcelados: los «presos de seguridad» son un elemento central de su causa. El servicio penitenciario israelí trasladó a unos 400 reos, en un intento de debilitar los núcleos de poder internos y evitar nuevas fugas. El «Club de Prisioneros Palestinos» catalogó la situación de «muy peligrosa», y apuntó que se trata de «una medida de castigo colectivo».
Mientras, la prensa y la opinión pública de Israel siguen en «shock» tras la fuga del lunes. Zakaria Zubeidi (que fue recapturado el sábado) es un notable comandante del brazo armado de Fatah. Mientras que los otros cinco fugados son integrantes de la Yihad Islámica. Todos lograron huir de su celda mediante un estrecho agujero abierto bajo la pica del lavabo. Por si fuera poco, los planos de la prisión de Gilboa estaban disponibles en la red.
Entre los errores cometidos, se apunta a la negligencia del servicio penitenciario, que evitaba enfrentarse con los presos palestinos para preservar la «calma». Además, se permitió a Zubeidi agruparse en una misma celda junto a los otros cinco fugados –pese a que se indicó alto riesgo de fuga de tres de ellos–, y se contrabandearon teléfonos móviles. En 2014 ya se vivió un intento de escape en la misma prisión, y no se selló el espacio subterráneo por donde escaparon el pasado lunes. El agujero de salida, a escasos metros del muro exterior, no fue advertido desde la torre de observación. La vigilante se quedó dormida.
El ministro de defensa israelí, Benny Gantz, señaló que “sigo sobre el terreno la coordinación de los distintos cuerpos de seguridad, y finalmente les daremos caza”. Y añadió: “seguimos coordinándonos con la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Hay que entender que son seis escondidos entre millones de civiles, y hay que dar con ellos sin alterar la tranquilidad en el terreno”. Akhram Rajoub, gobernador de Jenin, comentó que “los presos son sagrados, y el pueblo no los abandonará”.
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