Canadá
Agridulce victoria de los liberales de Trudeau: ganan las elecciones anticipadas, pero pierden la mayoría
Es el tercer triunfo consecutiva para el primer ministro, que tendrá que gobernar con un Ejecutivo en minoría
El Partido Liberal de Canadá, liderado por Justin Trudeau, ha ganado por tercera vez consecutiva las elecciones, según los datos preliminares. Pero lo ha vuelto a hacer por minoría. Esta vez, la victoria se la debe, sobre todo, a los buenos resultados electorales obtenidos en las provincias de Ontario y Quebec (en la primera, parece que vence por mayoría y, en la segunda, se quedaría solo un punto por debajo del Bloque Quebequés). Así, con más del 90% de los votos escrutados, los liberales habrían conseguido 158 escaños en el Parlamento, lo que les situaría por debajo de los 170 necesarios para alcanzar la mayoría absoluta que andaban buscando y por la que a mediados de agosto el primer ministro convocó elecciones anticipadas, dos años antes de lo previsto.
De momento, tampoco cambia la situación para los conservadores de Erin O’Toole (quien se alzó como su jefe hace tan solo un año), que habrían obtenido 119 escaños, uno más que en los últimos comicios de 2019, y seguirían manteniéndose como el principal partido de la oposición. Parece que la mejor sorpresa iría a parar al Bloque Quebequés de Yves-François Blanchet, que se alzaría con 34 escaños, y una importante decepción sería para los Nuevos Demócratas (NDP) de Jagmeet Singh, que se quedarían con 25. El gran batacazo se lo llevarían Los Verdes, con solo dos escaños en el nuevo Parlamento.
A primera hora del martes, Trudeau entonaba su discurso de victoria en Montreal afirmando que los resultados ya hacían vislumbrar las preferencias de los canadienses: «Nos están enviando de vuelta al trabajo con la clara obligación de hacer que Canadá supere esta pandemia y tenga mejores días por delante». Pese a su actitud optimista, los resultados suponen un revés para el primer ministro, cuyo objetivo principal era recuperar la mayoría absoluta con la que arrasó en sus primeros comicios de 2015. Su baza para hacerlo era aprovechar la popularidad que le había otorgado la notable gestión de la covid-19 que su Gobierno ha llevado a cabo, especialmente con la vacunación (más de un 70% de la población ya cuenta con la pauta completa y alrededor del 82% ha recibido al menos una dosis). Pero con lo que no contaba es que una parte importante de los votantes no considerase oportuno adelantar las elecciones, justo cuando el país estaba entrando en la cuarta ola por la variante Delta, y le castigase en las urnas. Ahora, tras una campaña electoral de 36 días en la que los liberales han gastado alrededor de 600 millones de dólares, Trudeau y su Gobierno se encuentran en la misma situación que la semana pasada: tendrán que buscar el apoyo, cada vez más difícil, de la oposición y los partidos minoritarios para sacar adelante sus propuestas legislativas. Y ahora, además, deben sumarle la incertidumbre que otorga la vulnerabilidad de ser anulado por el Parlamento, una posibilidad más factible que hace unos días.
O’Toole, líder de los conservadores, afirmó ayer que no tiene intención de renunciar. «Voy a seguir este camino por Canadá», dijo, mientras aclaraba que seguirá al frente del partido hasta los próximos comicios, programados para 2023. «Hemos trabajado duro y hemos progresado, pero el trabajo todavía no está hecho». Tampoco Singh (NDP) tiene intención de abandonar, a pesar de que su partido no ha salido tan bien parado como esperaba. «Seguiremos peleando para asegurar que los súper ricos paguen su justa proporción», anunció ayer.
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