Entrevista

«Angola sitúa a España como socio preferente en Europa occidental»

El presidente Lourenço inicia hoy una visita oficial con almuerzo en el Palacio Real

Entrevista al embajador de Angola, Manuel Hernández Ruizgómez.
Entrevista al embajador de Angola, Manuel Hernández Ruizgómez.Jesús G. FeriaLa Razon

El presidente de Angola, Joao Lourenço, inicia hoy una visita oficial a nuestro país después de que Pedro Sánchez visitara Luanda el pasado mes de abril. Con este viaje, el mandatario angoleño quiere reconocer a España como un socio preferente en Europa occidental. «Así me lo ha dicho a mí el presidente muchas veces», explica el embajador español en el país africano en una entrevista en LA RAZÓN. La visita, que contará con un almuerzo en el Palacio Real, visualiza la vuelta a la vieja normalidad en la política exterior española tras el parón de la pandemia.

España y Angola mantienen relaciones diplomáticas formales desde 1979. En este último año se han reforzado. ¿Qué objetivo tiene esta visita?

Con este viaje el presidente Lourenço quiere manifestar que para ellos España es el país prioritario en Europa occidental. Las relaciones entre los dos países son muy intensas y muy cordiales. Son relaciones fundadas en la economía, pero que también tienen un componente político de amistad que se va manteniendo a lo largo de los años.

El presidente Lourenço viene acompañado de una nutrida presencia de ministros, ¿quiere con ello certificar el grado de importancia que da a España en su política exterior?

Efectivamente, el presidente Lourenço viaja con el ministro de Exteriores, el de Interior, el de Comercio e Industria y el de Energía y Aguas, además del ministro y jefe del Gabinete. A pesar de que es un viaje oficial, desde España se le ha querido dar un nivel de visita de Estado al ofrecer el Rey Felipe VI un almuerzo en el Palacio Real.

¿Con la visita del presidente angoleño se activa la agenda exterior paralizada por la pandemia del coronavirus?

Podemos decir que es la vuelta a la vieja normalidad dentro de lo que son las relaciones exteriores de un Estado. Angola es país prioritario para España en África como ha quedado reflejado en el Plan África, el tercero, aprobado recientemente por el Gobierno.

¿En qué áreas Angola y España pueden mejorar su relación?

Hay mucha presencia empresarial española en Angola. Hay algunas deudas que Angola tiene pendientes de pagar con ciertas empresas y creemos que a través de un viaje como este todo se va a agilizar en beneficio de nuestras empresas. No es una presencia como la que tiene la antigua metrópoli de Angola, Portugal, pero es de las más importantes.

Angola es un país muy rico en recursos naturales: petróleo, diamantes, oro... ¿Cuál es el principal atractivo para las empresas españolas?

Cuando tomó posesión el presidente Lourenço en septiembre de 2017 prometió diversificar la economía. ¿Por qué? Porque Angola es una economía fundamentada en el petróleo y es prácticamente el único producto de exportación junto con algo de mineral, sobre todo, diamantes, rocas ornamentales. Diversificar la economía significa fomentar la acción de los individuos en otras áreas como la agricultura, la ganadería, la pesca, el turismo, las minas. Angola no solo es muy rico en minas, sino que es un país riquísimo en agua. Angola tiene un 10% de las reservas de agua de África. Tiene unas tierras muy fértiles y eso le da una potencia agrícola y ganadera que es brutal con respecto a cualquier otro país.

¿Cuál es la participación de España en el sector minero?

Hace como cinco o seis años, Angola decide hacer el mapa geológico del país. Dividen el país en tres sectores. Norte, centro y sur. El sur le toca a una UTEE (Unión Temporal de Empresas Española) liderada por el Instituto Geológico y Minero de España: Litme que tiene el 40% de esta UTEE. Han estado examinando durante estos años cuál es la capacidad del suelo angoleño y han descubierto que hay una riqueza inmensa. Hay cobre, hay cobalto y hay las tierras raras, que hay oro, hierro y tierras ornamentales.

Las tierras raras son el petróleo del siglo XXI...

El interés de este presidente es abrirse al mercado. Angola hasta ahora ha estado muy lastrada por su relación con la Unión Soviética y la Cuba castrista. Pero abrirse al mundo no ocurre de la noche a la mañana. Es un trabajo sistemático y continuado. Requiere trabajar con países que realmente tienen interés y cierto grado de amistad. Ahí estamos nosotros.

Angola ha logrado recuperarse de 27 años de guerra civil y ha creado una economía floreciente. ¿Este modelo de éxito puede exportarse al resto del continente?

Angola desde que acabó la guerra civil es un país políticamente estable. Tiene una nueva Constitución a partir de 2010 y a partir de 2012, elecciones democráticas reconocidas por la comunidad internacional. El próximo año hay de nuevo elecciones. El presidente actual se presenta a la reelección. Lleva solo un mandato y como es el partido dominante no creo que tenga ninguna dificultad en ser reelegido.

¿Existe seguridad jurídica?

Están trabajando mucho en este aspecto porque saben que sin seguridad jurídica las inversiones no van a venir, pero este es uno de los objetivos del programa económico de Angola para atraer capital extranjero.

En paralelo al éxito económico, ha crecido la corrupción. ¿En qué estado está la lucha de las autoridades contra este abuso de poder?

La hija del antiguo presidente Isabel Dos Santos ha aparecido en los medios de comunicación por su posible implicación en operaciones oscuras durante el gobierno de su padre. Ella fue presidenta de Sonangol, la petrolera estatal, por eso está en el punto de mira. El Gobierno de Lourenço está haciendo un gran esfuerzo para frenar las malas praxis y acabar con la impunidad.

¿España puede hacer valer su carácter ibérico como una ventaja para aterrizar en Angola?

La iberofonía, esos países que hablamos español y portugués, que realmente nos entendemos sin intérprete. Angola es un país de estos. La iberofonía no está estructurada, pero tiene una potencialidad de futuro enorme. Vas a Angola sin hablar portugués y ellos te entienden y tú los entiendes. No es el portugués de Portugal, ellos pronuncian la lengua tal y como la leen. Igual que el español. La presencia cubana en Angola, soldados, maestros, médicos y ellos han ido a estudiar a Cuba. Eso hace que una gran parte de la población pueda hablar en español.

¿La presencia cubana sigue existiendo?

En el 87 me destinaron a Angola. En el 89 había censados y contados por Naciones Unidas porque se montó una operación de cascos azules para la retirada de los soldados cubanos en Angola 53.000 militares. El Ejército se fue, pero siempre ha habido una presencia de maestros, médicos y enfermeros. Angola sigue necesitando este personal sanitario cubano porque todavía no ha tenido la capacidad de formar universitariamente a su población en estas especialidades.

¿Hay más oportunidades para España en el ámbito de la educación?

La Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIVE) que está asentada en Barcelona abre este año una universidad en el interior. El 5 de octubre va a abrir sus aulas con once carreras. La formación universitaria es una de las carencias más urgentes que tiene Angola. Este proyecto es muy interesante porque se ha instalado en el interior para ayudar a dinamizar esa zona y descargar una megaurbe, Luanda que está muy saturada.

Geoestratégicamente, ¿España puede contar con Angola como un socio en la lucha contra el yihadismo en el Sahel?

En 2018, el ministro del Interior angoleño firmó en Madrid con el ministro Grande Marlaska un acuerdo sobre cooperación en materia de seguridad. España tiene una larga tradición en colaboración en materia de seguridad. Allí ha ido la Guardia Civil a formar a policías durante muchos años y Angola confía mucho en España. Por esta razón viene también en esta visita el ministro del Interior. Angola sigue una política muy característica en África que es la prevención sobre la penetración de poblaciones musulmanas de la zona del Sahel. Se habla de la inmigración de africanos hacia Europa, pero en este continente existe una inmigración interior fortísima porque las fronteras no están controladas, entre otras cosas. Los flujos se dan sobre todo de norte al sur. Sistemáticamente hacen operaciones para cerrar mezquitas ilegales. Dentro de la Unión Africana llevan una política antiyihadista muy fuerte.

¿Qué puede aportarles España en materia de seguridad?

La cooperación es de formación, pero no solo en materia de seguridad también de prisiones. Es a lo que viene ahora el ministro del Interior. Quieren construir una cárcel de máxima seguridad cerca de Luanda. Y también quieren formación para policías y bomberos.

Y, ¿en turismo?

Hay una iniciativa española “Promised Land Ventures” que está empezando a fomentar el turismo de carácter ecológico a través del aviturismo, es decir de la observación de pájaros. Angola tiene una enorme riqueza en aves, con muchas especies endémicas. Hay un grupo mundial de avituristas que son varios millones en el mundo, y hasta ahora no han podido entrar en Angola porque ha sido un país en guerra o porque no había condiciones para albergarse. A través del aviturismo, se fomenta un turismo más ecológico de animales o paisajes. Es una etapa muy iniciática, pero con el tiempo se abrirá camino.

Los grandes operadores españoles todavía no se animan...

Hay un problema que esperamos que Angola lo resuelva pronto que es la exigencia de visado. Si se viaja a África austral, no se necesita visado. No se puede abrir un país al turismo de masas si tienes que empezar con trámites burocráticos que funcionan como barreras de entrada.

¿Cómo está la lucha contra la pandemia?

Angola ha hecho sus deberes. Actuó muy rápido y fue de los primeros en exigir un PCR negativo de 48 horas para entrar y salir del país. Incluso está instalado un hangar en el aeropuerto que realiza test de antígenos a los pasajeros. Si te sale positivo, a pesar del PCR negativo, te trasladan a una clínica para examinarte. Respecto a la vacunación, hay un tercio de la población que está vacunada con AstraZeneca, Sinovac o Sputnik. Pero no hay incidencia del virus en el interior, donde está más concentrado es en las grandes ciudades, pero está bajo control.