Colombia

¿Por qué comparan a “Otoniel” con Pablo Escobar? Estas son las grandes diferencias entre ambos narcos

Muchos internautas califican de “falacia” esta comparación, pues creen que el jefe del Clan del Golfo no tiene nada que ver con la influencia política y la violencia que ejercía “El patrón del mal”

El presidente colombiano, Iván Duque, calificó la detención de Otoniel como “el golpe más grande al narcotráfico desde la caída de Pablo Escobar
El presidente colombiano, Iván Duque, calificó la detención de Otoniel como “el golpe más grande al narcotráfico desde la caída de Pablo EscobarLa RazónLa Razón

La captura de Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, el capo de la banda criminal de narcotráfico más grande de Colombia y el más buscado, puso fin este sábado a una carrera delictiva en distintas organizaciones ilegales del país. El presidente del Gobierno, Iván Duque, celebró eufórico la noticia como “el golpe más grande al narcotráfico desde la caída de Pablo Escobar en 1993″.

Otoniel”, de 49 años, era la cabeza del Clan del Golfo y sus crímenes lo llevaron a consagrarse como uno de los narcos más buscados a nivel internacional. La DEA ofrecía hasta cinco millones de dólares por su captura, mientras que las autoridades colombianas hasta 3.000 millones de pesos (aproximadamente 685.000 euros) por información que ayudara a dar con su paradero.

Hay más de 120 procesos abiertos contra “Otoniel” por toda una serie de crímenes y una circular roja emitida por la Interpol por homicidio múltiple agravado, varios tipos de secuestro y orden para delinquir, recoge el diario ‘El Tiempo’. Duque catalogó al famoso capo como “el narcotraficante más temido de todo el mundo; asesino de policías, de soldados, de líderes sociales, además, reclutador de menores. Asimismo, indicó que era conocido por “abusar de manera recurrente de niños, niñas y adolescentes”.

Por otro lado, muchos usuarios en Twitter calificaron de “falacia” la comparación de Duque entre “Otoniel” y Pablo Escobar, pues el jefe del Clan del Golfo no tiene nada que ver con la influencia política y la violencia que ejercía “El patrón del mal”. Y es que un total de 623 atentados que dejaron alrededor de 402 muertos y 1.710 heridos son adjudicados al Cartel de Medellín que lideró Escobar, en la época de mayor violencia del narcotráfico en la historia de Colombia.

La sangre y el dolor se apoderaron del país entre 1984 y 1993 -cuando el capo fue abatido a tiros- con asesinatos selectivos, bombas en espacios públicos, en instituciones y en medios de comunicación, y hasta hubo una explosión en un avión comercial. Según Jhon Jairo Velásquez, alias ‘Popeye’, uno de los principales sicarios de Escobar, unas 6.000 personas murieron como resultado de los atentados perpetrados en nombre del Cartel de Medellín.

Además, según cifras de la revista ‘Semana’, hablan de 100 bombas solo entre septiembre y diciembre de 1989, en supermercados, entidades bancarias, colegios; 85 más entre enero y mayo de 1990, y 10 en diciembre de 1992.

Si bien desde el punto de vista mediático hay mucha disimilitud entre uno y otro, también existe una serie de grandes diferencias en la forma entre ambos narcos colombianos, que vivieron escondidos sus últimos días pese a las enormes riquezas que habían logrado acumular:

  • Cuando Pablo Escobar ingreso en el mundo del narcotráfico, la clase política cambió hasta el punto que él mismo fue congresista. “Otoniel”, en cambio, nunca salió de la selva mientras lideró su cartel.
  • Escobar doblegó al país con su guerra contra el Estado. Quienes crecieron en Bogotá y Medellín entre los 80 y 90 quedaron marcados con bombas en lugares públicos. Por su parte, “Otoniel” no tenía doblegada a Colombia.
  • La vía judicial se vio terriblemente afectada por la violencia de Escobar, quien mató al juez Gustavo Zuluaga Serna que sentó las bases legales para levantar su inmunidad parlamentaria y a varios más que trataron de defender el Estado de derecho procesándolo.
  • “El patrón del mal” era tan importante para el Gobierno que le permitieron a él mismo organizó la cárcel donde aceptó estar recluido, la llamada Catedral, de donde se escapó un año después. Ahora bien, que el gobierno de Duque no le dé su propia Catedral a Otoniel se entendería como una lección aprendida.
  • Los medios de comunicación padecieron a Escobar de manera infame. Sus sicarios mataro a Guillermo Cano del periódico ‘El Espectador ye intimidaron a la prensa como pudieron, cuanto pudieron. En cambio, el poder de “Otoniel” daba para intimidar a la prensa local, pero no a la nacional.
  • La violencia de Escobar fue clave para impulsar la Constituyente. De allí nació la actual Constitución Política del país y en ella ganaron los “Extraditables”, una organización criminal creada por los capos de la droga colombianos considerada un apéndice del Cartel de Medellín.