La Marina de Guerra del Ejército Popular de Liberación de China está ultimando la construcción del tercer portaaviones chino en los astilleros de Jiangnan, en una isla en la desembocadura del rio Yangtsé, cerca de Shangai. Nuevas fotos de satélite captadas el 23 de octubre indican que la obra de esta inmensa embarcación, conocida como Tipo 003, podría estar finalizada en un plazo de tres a seis meses, según expertos navales del Center for Strategic and International Studies. Sin embargo, el portaaviones no estaría operativo hasta dentro de unos años debido a los grandes desafíos técnicos que comporta la fabricación de un nave tan moderna.

La entrega del portaaviones tiene una importancia esencial en medio de las crecientes tensiones que se han desatado en los últimos meses en el Mar de China Meridional y en el Estrecho de Taiwán, donde las incursiones aéreas de Pekín han puesto en guardia a las autoridades de Taipei y a Washington, dispuesto a defender la integridad de la isla autónoma ante una posible invasión china. La velocidad vertiginosa con la que trabaja Pekín ha colocado a su Marina de guerra en las primeras posiciones con un objetivo claro, disputar la hegemonía a la Marina estadounidense en los océanos Pacífico e Índico para el año 2050. Según un informe del Pentágono de finales de 2020, el Ejército Popular de Liberación chino contaba con 360 buques de guerra, frente a los 297 de la Armada estadounidense, superándolo numéricamente.

ElCenter for Strategic and International Studiesasegura que las dos grandes aberturas en la cubierta del barco se sellaron entre septiembre y octubre, por lo que tanto los motores como las centrales eléctricas -las piezas centrales- ya se han instalado en el casco. Las fotografías indican que la instalación de las catapultas -el sistema que permite el lanzamiento de los aviones- están a punto de completarse. Actualmente, los ingenieros navales chinos están trabajando en la colocación de la tercera catapulta en el costado de babor del barco.

El tercer portaaviones de China está llamado a ser la cara más visible de la capacidad de proyección de poder e influencia de la Armada de Pekín y supone la mayor obra de ingeniera naval china de la historia. Cabe recordar que su primer portaaviones, el Liaoning, era de fabricación soviética y fue adquirido en 1998 y reacondicionado en China en 2012. El primer portaaviones íntegramente chino, el Shandong, entró en servicio en 2019, y era una versión ampliada y mejorada del Liaoning, pero no muy diferente. Expertos chinos han reconocido que Pekín necesitaría al menos seis portaaviones para hacer frente a los once portaaviones que posee la US Navy de Estados Unidos.

Los dos portaaviones que China ya tiene operativos tienen un sistema de despegue menos avanzado que impide integrar una mayor variedad de aviones en su cubierta. Se espera que el Tipo 003 inserte una tecnología para lanzar aviones de ala fija con cargas útiles más pesadas y más combustible, así como aviones más grandes que tienen una menor relación empuje-peso gracias a un sistema de lanzamiento electromagnético (EMALS), muy parecido al desarrollado por los portaaviones clase Gerald R. Ford de la Marina de EEUU. El experto Kris Osborn resalta las ventajas que esta incorporación conlleva: “Una catapulta electromagnética genera un lanzamiento fluido y suave que es diferente a un despegue tipo escopeta a vapor”. A diferencia de los Ford estadounidenses, el Tipo 003 no tendrá sistema de propulsión nuclear. Los expertos creen que este sistema aparecerá en la versión del Tipo 004.

¿Qué pasos quedan por ejecutar en la construcción de la nueva embarcación? Los dos elevadores de estribor, que moverán la aeronave entre la bahía interna del hangar y la cubierta de vuelo, aún no se han instalado. También faltan por integrar los radares de la isla de la cubierta, pero los expertos consideran que estos pasos podrían completarse después de la botadura.

El tercer portaviones moverá entre 85.000 y 100.000 toneladas y podrá transportas 85 aviones de combate, fundamentalmente cazas J-15 Flying Shark (el principal caza defensivo chino) y J-31 de quinta generación, el avión furtivo de la Armada china. El nuevo portaaviones, con catapultas que permiten el despegue de aviones pesados, podrá incorporar aviones clave como Airborne Warning and Control y el helicóptero Harbin Z-20, la versión civil del Black Hawk. Todo ello convertirá al futuro portaaviones chino en uno de los más poderosos del mundo por detrás de los Nimitz y los Ford de EEUU.

Además de las tres catapultas electromagnéticas para el lanzamiento rápido de aviones, dispondrá de una pista oblicua con cables de detención y dos elevadores más grandes que los utilizados en los portaaviones chinos ya existentes. Se estima que tendrá una longitud de unos 320 metros, con un ancho de cabina de vuelo de 78 metros.

Los astilleros de Jiangnan están trabajando con la máxima celeridad para entregar a tiempo el pedido, pero también se observa en las imágenes de satélite un avance constante en la construcción de barcos para la actividad comercial. De hecho, se espera que la naviera Jiangnan Shipyard entregue más de 40 embarcaciones entre noviembre de 2021 y 2024 a países como Brasil, Francia y Emiratos Árabes Unidos.