Reino Unido

Así ve la prensa británica la delicada situación de Boris Johnson: mentiroso, acorralado...

La comparecencia del primer ministro en la que dijo que no sabía que asistía a una fiesta en Downing Street desata las críticas en Reino Unido

La prensa británica no está siendo nada complaciente con el primer ministro Boris Johnson, acusado, una vez más, “de violar sus propias reglas sobre el confinamiento y socavando su credibilidad”, como dice The New York Times. El dirigente conservador acudió este miércoles al parlamento para dar cuentas de las acusaciones que lo sitúan en medio de una fiesta en Downing Street en el mes de mayo de 2020, en pleno confinamiento en Reino Unido. Johnson pidió disculpas y aseguró que no sabía que la convocatoria, a la que asistieron cien personas, era una fiesta sino un acto de trabajo.

Daily Telegraph

La disculpa de Boris Johnson por asistir a una fiesta en Downing Street durante el confinamiento de la covid en mayo de 2020 puede haberle dado algo de tiempo, afirma The Daily Telegraph, pero dentro de su equipo nadie sabe si ha sido suficiente para salvar su carrera política. “El apoyo de sus propias filas traseros en la Cámara de los Comunes fue silenciado, lo que sugiere que los parlamentarios conservadores ahora cuestionan seriamente su capacidad para sobrevivir al resultado de una investigación independiente”, dice en su editorial del diario conservador británico. Pese a que el dictamen lo elaborará la funcionaria Sue Gray, “la verdad es que su futuro lo determinarán los diputados que se sientan detrás de él y que tienen que llevar la peor parte de la furia de sus votantes. Muchos ahora se preguntan si tiene el juicio o la autoridad para llevar al partido a las próximas elecciones generales”.

La columnista Julieta Samuel afirma que el primer ministro eligió “hacerse el tonto” en lugar de asumir que es un delincuente porque ha roto las reblas. “Hay una lógica cínica detrás de hacerse el tonto: la declaración de Johnson al Parlamento no fue solo un movimiento de relaciones públicas. Era el testimonio de un sospechoso que intentaba dificultar que la policía lo atrapara”.

The Times

El centenario diario The Times sostiene que “Bois Johnson es famoso por sus reticencias para pedir perdón”, dice el diario británico. “Cuando está presionado, prefiere siempre que sea posible fanfarronear o bromear para salir de un aprieto, ofreciendo jovialidad como halago. La evidencia de que en mayo de 2020, menos de dos meses después del primer cierre, asistió a un evento anunciado como “un copa socialmente distanciada” en el jardín de Downing Street en un momento en que tales reuniones eran ilegales lo tiene acorralado”.

The Guardian

El rotativo inglésThe Guardian señala en su editorial que “Si la disculpa del primer ministro es genuina, debería aceptar que violó la ley. Es casi seguro que mintió al parlamento y engañó a los votantes durante semanas. Tiene que haber un precio. Los laboristas y los liberales demócratas han pedido que se vaya. Johnson no es alguien dado a renunciar. La policía podría emitir una multa. Eso sería un asunto de renuncia para un primer ministro”. El diario progresista no tiene duda: “Está claro que el primer ministro traicionó gravemente la confianza de la nación en un momento de crisis nacional. Si se queda en Downing Street, solo intensificará las divisiones en Gran Bretaña sobre cómo dirigir la economía y administrar el país”.

The Independent

The Independent se muestra muy crítico con el proceder del primer ministro británico en su comparecencia ante el Parlamento inglés. “Es algo bastante, incluso para él, que el primer ministro abrió su declaración a los parlamentarios diciendo: ‘Señor presidente, quiero disculparme...’ y luego procedió a no hacer tal cosa”. Y añade: “Desde el punto de vista del primer ministro, su calvario en el parlamento transcurrió lo mejor que pudo, lo que significa que probablemente seguirá siendo primer ministro al final de la semana”. En el mismo rotativo, el columnista Tom Peck señala: “Johnson fue a la fiesta pero no sabía que era una fiesta, y fue en su propio jardín. Estas son mentiras cuidadosamente elegidas, palabras meticulosamente desplegadas para sortear los obstáculos legales que se le presentan”.