Impago
Bruselas da el paso de retener los fondos a Polonia por no respetar una sentencia europea
Es la primera vez que la Comisión Europea activa este procedimiento. Retendrá medio millón de euros al día
La Comisión Europea ha empezado a golpear a Polonia dónde más le duele: el dinero. Hoy Bruselas ha dado el paso inédito de comenzar a retener los fondos comunitarios que recibe el país, en represalia por la desobediencia de Varsovia al fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la mina de lignito de Turów.
Bruselas ha estado reclamando en los últimos meses a Polonia el pago de la multa de 500.000 euros diarios impuesta por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el pasado mes de septiembre, hasta que el país respetase la sentencia que le obliga al cierre de esta mina. Ante la falta de respuesta también en abonar esta multa, la Comisión Europea ha confirmado hoy que ha comenzado el procedimiento para bloquear fondos por valor de 15 millones de euros. El Ejecutivo comunitario procederá a retener los fondos en 10 días hábiles.
República Checa cree que esta mina a cielo abierto puede dañar sus acuíferos subterráneos y poner en peligro la seguridad en zonas con riesgo de hundimiento. Aunque el cierre debía producirse en abril de 2020, Polonia ha decidido mantener abierta la mina hasta 2044, lo que ha hecho que Praga decidiese denunciar el caso ante la justicia europea y ésta, de manera preliminar, le diese la razón en la citada sentencia del mes de septiembre.
La agencia Efe informa de que en estos meses los dos países han llegado a un acuerdo para poner fin a este litigio a cambio de que Varsovia pague a su país vecino 45 millones de euros por los daños causados y se comprometa a la construcción de una valla subterránea. Praga está dispuesta a retirar la denuncia cuándo Varsovia cumpla lo pactado.
Pero la decisión de hoy va más allá del cierre de una mina, ya que puede ser el comienzo de una cascada de fuertes sanciones económicas a Varsovia. Aunque los Estados miembros están obligados por su membresía al club a abonar las multas impuestas por la Comisión Europea, Polonia ha desafiado uno de los principios nucleares de la pertenencia al club europeo al cuestionar la primacía del derecho europeo sobre el nacional, un órdago que se une a todos sus frentes abiertos con Bruselas.
Litigios con Bruselas
El pasado mes de julio el alto tribunal europeo concluyó que el régimen disciplinario polaco socava la independencia judicial al dejar a los letrados a merced del control político. En el mes de octubre, el tribunal con sede el Luxemburgo también condenó a Polonia a una multa de un millón de euros diarios hasta que el país no tomase cartas en el asunto y suspendiese el funcionamiento de la Cámara disciplinaria del Supremo. Ahora mismo esta sanción económica asciende a 69 millones de euros, tal y como también recordó a Varsovia el Ejecutivo comunitario el pasado 20 de enero, dando al país el plazo de 45 días para abonar esta cantidad. Varsovia está dispuesta a realizar cambios en el régimen disciplinario de los jueces y precisamente este lunes el presidente del país, Adrzej Duda, se entrevistó con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo, Charles Michel, para explicarles estas modificaciones.
Si esto no se soluciona, las tensiones podrían ir in crescendo. En la cumbre del mes de julio de 2020, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete idearon un nuevo mecanismo para poder cortar el flujo de fondos europeos -incluido el nuevo mecanismo Next Generation EU para hacer frente a los estragos del coronavirus- dirigido a aquellos países que no respetaran el Estado de Derecho y que, por lo tanto, estuvieran poniendo en peligro la ejecución de estas ayudas.
Posteriormente, Polonia y Hungría vetaron la aprobación de Next Generation EU en protesta por este nuevo instrumento y los Veintisiete consiguieron que dieran su brazo a torcer, a cambio de poder presentar un recurso previo ante el alto tribunal europeo sobre la legalidad del nuevo mecanismo. La sentencia definitiva se conocerá el próximo 16 de febrero y, entonces, no valdrán nuevas tácticas dilatorias.
A pesar de que técnicamente la Comisión Europea no necesitaba esperar al veredicto del Tribunal de Justicia de la UE para activar el procedimiento –cuya puesta en marcha puede demorarse entre cinco y ocho meses- la Comisión Europea decidió hacerlo como modo de dar una oportunidad al diálogo.
Pero mientras aguardaba este veredicto, la Comisión Europea se ha guardado un conejo en la chistera. Durante estos meses ha mantenido bloqueados 36.000 millones de fondos correspondientes a Polonia del fondo de recuperación europeo.
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