Testigo directo

Zelenski se arma contra Rusia

El presidente de Ucrania ha iniciado hoy una serie de medidas para garantizar la defensa de su territorio en caso de un ataque ruso a gran escala

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Antes de que pasaran cuarenta y ocho horas desde que Vladimir Putin reconoció en nombre de Rusia la independencia de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, la maquinaria de guerra ucraniana ya se ha puesto en marcha para enfrentarse a una posible ofensiva rusa. La carretera que conduce desde Kiev hacia las provincias del este lleva dos días regándose de camiones militares conduciendo milimétricamente a 85 kilómetros por hora, algunos cargando sistemas lanzamisiles BM-21 Grad y otros simplemente cerrados a cal y canto de manera que no se pueda ver el interior. Los combatientes situados en ambos lados de la frontera de Donbás tampoco escuchan el llamamiento de la comunidad internacional por un alto el fuego, según especifican los observadores sobre el terreno.

El conflicto en el este de Ucrania cumplirá en abril los ocho años y ya se ha cobrado la vida de más de 14.000 ucranianos. En los últimos días también se han reportado bajas en ambos lados. La última fue la de un militar ucraniano, fallecido tras el impacto de un proyectil que también hirió a seis de sus compañeros.

Movilización de los reservistas

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En respuesta a lo que Zelenski calificó como “una agresión de Rusia”, el presidente ucraniano ha trasladado este miércoles una petición al Congreso para que le permitan declarar el estado de emergencia en todo el país (exceptuando las provincias de Donetsk y Lugansk porque allí llevan en esta situación desde 2014) durante un plazo mínimo de treinta días. Según informa Europa Press, en su comparecencia de por la mañana anunció también que había firmado un decreto para movilizar a los reservistas de su ejército, en una apuesta por “incrementar la capacidad” de las Fuerzas Armadas a nivel operativo frente a “todos los posibles cambios” que se puedan avecinar. Se estima que en torno a 200.000 ucranianos forman parte de la reserva y casi todos cuentan con experiencia en combate gracias a las rotaciones que se han hecho en los últimos ocho años en el frente del Donbás. Leonid, un trabajador de una productora cinematográfica de Kiev, ya aseguró hace unos días a este periódico que la diferencia entre hoy y 2014 era que “los ucranianos conocemos la guerra y hemos adquirido mucha experiencia de combate”, añadiendo que “esa experiencia es mejor que ninguna tecnología moderna”. Es una opinión común y esperanzadora que comparten el Gobierno ucraniano y muchos otros compatriotas.

Al preguntarle a Pávlov, el hermano de un reservista que pronto podría ser movilizado, contesta que “no podríamos protegernos de Rusia sin hacer sacrificios” y no duda en afirmar que él acudiría si se hiciera un llamamiento de civiles a filas, aunque espera que “no lleguemos a eso”. Ignora qué depara el futuro pero parece mantener una actitud de esperanza: “si la guerra se limita al Donbás podremos plantarles cara (a los rusos) con mejores garantías que si la guerra fuera en todo el país”. Según un sondeo realizado por la empresa demoscópica Savanta ComRes, el 21% de los ucranianos esperan un desenlace pacífico del conflicto, frente a un 40% que aseguraba en otra encuesta del 12 de febrero que Moscú recurrirá a una invasión a gran escala. En la población rusa, los datos son más esperanzadores: un 65% confía en una solución pacífica a esta tensa situación.

Dos soldados, del ejército ucraniano, conversan en una trinchera en la línea del frente en Avdiivka (Donetsk)
Dos soldados, del ejército ucraniano, conversan en una trinchera en la línea del frente en Avdiivka (Donetsk)Diego HerreraEuropa Press

Una posesión de armas controvertida

Entre las futuras medidas que pretende implementar el gobierno ucraniano, entra un nuevo y controvertido decreto que permitirá a los civiles ucranianos la tenencia de armas de caza tras un procedimiento rápido. No se les permitirá sin embargo la posesión de revólveres o rifles con municiones que perforen el blindaje, explosivas e incendiarias, entre otros tipos de armas. Pese a que Volodímir Zelenski llamó hoy a todos los partidos políticos a “unirse contra el enemigo común”, las opiniones sobre esta nueva medida se han hecho oír desde todos los extremos de la bancada política. Mientras los grupos más predispuestos al enfrentamiento se lamentaban de que la nueva ley no era lo suficiente útil para permitir a los ciudadanos armarse contra Rusia, el propio Ministerio del Interior ucraniano ha sido quien demoró todo lo posible esta nueva medida. Decían temer que ocurriera en todo el territorio ucraniano lo que suele ocurrir en los países donde hay demasiadas armas, como es el caso del Congo o de Estados Unidos. Aunque hace años que existe un negocio de armas más o menos extendido dentro de Ucrania, nunca se había atrevido el ejecutivo en Kiev a dar ese primer paso para establecer un sistema de estado que regule la posesión (de algunos, por el momento) tipos de armas.

El presidente ucraniano ha urgido numerosas veces al ingreso de su país en la OTAN y pronto recibirá nuevos paquetes de ayuda militar de la mano de Estados Unidos y Reino Unido, aunque Nicolai, un estudiante de grado de la Universidad de Kiev, no parece satisfecho: “apenas nos mandan cajas de balas y misiles stinger y con tan poca cosa no tendremos ninguna oportunidad contra los rusos”. Parece que el interés de los ucranianos por sus medios de defensa ha vuelto a ser un tema de conversación en las calles de la capital, que está especialmente tensa desde los recientes movimientos del Kremlin (la última fueron los ciberataques que afectaron este miércoles por la tarde al Parlamento ucraniano, el Gabinete de Ministros y el Ministerio de Asuntos Exteriores, además de varios bancos del país). Procurando conservar el rumbo en esta compleja situación, Volodímir Zelenski también ha elevado hoy las presiones para entrar en la Unión Europea, cuando lanzó un comunicado junto a sus homólogos lituano y polaco (además, se reunió después con ellos en Kiev) donde estos afirmaban que harían todo lo posible por apoyar su candidatura a la organización.