La enésima provocación de Putin a Occidente

El Centro Internacional de Paz y Seguridad fue bombardeado la madrugada de ayer por fuerzas rusas. El campo de entrenamiento de Yavoriv, en el óblast de Leópolis y a menos de 25 kilómetros en línea recta de la frontera polaca fue ayer un objetivo más de Vladimir Putin en una guerra que ya ha llegado al décimo-noveno día. El presidente ruso envió una clara señal a la OTAN, quiere que la Alianza se mantenga al margen de la guerra en Ucrania.

Un bombardeo alejado del frente, en el oeste del país y a las puertas de la OTAN es una señal política y militar de Putin. El lugar bombardeado es de gran simbolismo desde el punto de vista de la cooperación de Ucrania con las fuerzas de la Alianza. Soldados de Estados Unidos, Canadá, Polonia, Lituania y Dinamarca entrenaron aquí de forma rotativa después de la anexión de Crimea por parte de Rusia y el comienzo de la guerra en el Donbás. Las tropas ucranianas comenzaron a entrenar bajo la supervisión de expertos de la OTAN a nivel de equipo y compañía. Las autoridades ucranianas informaron de al menos 35 personas muertas y 134 heridas en el ataque a la base de Yavoriv.

Desde 2017, funciona aquí el centro de simulación en el que se entrenan oficiales ucranianos, pero también altos cargos del Ejército georgiano. El Centro bombardeado es el único puesto de la OTAN de este tipo fuera del territorio de la Alianza, en el área de la antigua Unión Soviética. Para Rusia, esto fue una prueba de que la OTAN se expandiría para incluir a Ucrania. Antes de la adhesión de Polonia, por ejemplo, la Alianza también entrenó de forma similar a soldados polacos para adecuarlos a los estándares de la OTAN.

En el ámbito militar, Putin quiere demostrar al Gobierno ucraniano que tiene la capacidad de bombardear cualquier punto del país. La guerra que se libra en el cielo es una de las mayores batallas del Ejército de Volodimir Zelenski, a pesar de la superioridad técnica y numérica de las fuerzas rusas, los rusos aún no controlan el espacio aéreo en Ucrania.

La pasada semana, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, advirtió a Estados Unidos y al resto de países de la OTAN que los convoyes de suministro y armamento para el Ejército ucraniano serían considerados “objetivos legítimos” para las Fuerzas Armadas rusas.

El destacamento, que contiene los misiles antitanque Javelin y NLAW, así como los misiles antiaéreos Stingers y Pioruny, estos últimos de fabricación polaca, cruzan la frontera entre Polonia y Ucrania y viajan hacia el este a través de la región de Leópolis, Rusia está tratando de intimidar a la OTAN para interrumpir estas entregas de armas. «Un ataque a las líneas de suministro de los países de la OTAN que apoyan a Ucrania sería una peligrosa escalada de la guerra», comentó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, este fin de semana.

Más refugiados

Polonia, que ya acoge a 1,6 millones de refugiados ucranianos, espera un aumento de cruces en la frontera para las próximas semanas. Miles de ciudadanos que se habían trasladado al oeste de Ucrania por considerarla una zona segura podrían decidir cruzar a territorio polaco. El presidente Andrzej Duda concedió ayer una entrevista a la BBC y volvió a señalar la voluntad del país de fronteras abiertas. «Estoy profundamente agradecido con mis compatriotas», dijo el presidente; enfatizó que no hay un campo de refugiados en Polonia y que los ucranianos han encontrado alojamiento en casas de particulares, así como en hoteles o casas rurales.

Duda alertó sobre la posibilidad de que Putin esté pensando en utilizar armas químicas «ahora puede usar cualquier arma». «Puede estar inclinado a usar armas químicas», aseveró. Según agregó, sería una situación peligrosa para el mundo entero. «Si Putin realmente usó armas químicas en Ucrania, la OTAN tendrá que considerar seriamente qué hacer», concluyó Duda.