Guerra
Zelenski, ante la ONU: “En Ucrania se están cometiendo los crímenes de guerra más terribles de todos los tiempos”
El mandatario ucraniano reprochó ante Naciones Unidas su escasa determinación para frenar las agresiones de Rusia
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, exigió este martes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con sede en Nueva York, que busquen el mecanismo adecuado para hacer que Rusia pague por su responsabilidad de cometer “los peores crímenes de guerra desde la II Guerra Mundial” por las devastadoras imágenes emitidas en Bucha, situada a las afueras de la capital ucraniana.
Zelenski acusaba a Rusia, a través de conexión por videoconferencia ante la ONU, de convertir el “derecho de veto” como país miembro permanente del Consejo de Seguridad en un “derecho para matar” en Ucrania. “Si el Consejo de Seguridad no logra hacer responsable a Rusia, demostrará que es un organismo inútil”, añadió Zelenski con contundencia.
Ofreciendo un resumen detallado de lo que con sus propios ojos pudo ver en Bucha, el presidente ucraniano sugirió al emblemático Consejo la creación de un tribunal “como el de Nüremberg” que juzgó los crímenes nazis tras la victoria de los aliados, con el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
La comparecencia ante la ONU se producía a petición de una quincena de países miembros del Consejo de Seguridad, encabezados por Estados Unidos y sus socios europeos, a exigir responsabilidades por las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas.
Pero Rusia, aunque pocos, cuenta con algunos apoyos imprescindibles ante el resto del mundo como el de China. Un hecho que se puso de nuevo de manifiesto durante el discurso del embajador chino ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que decidió no condenar a Rusia por sus atrocidades reportadas en Bucha al defender las imágenes, a pesar de ser perturbadoras, deben ser establecidas como hechos probados por una investigación independiente.
China ya votó a favor de Rusia, junto a la India y los Emiratos Árabes, durante la histórica votación no vinculante de la Asamblea General en febrero. Este jueves se espera un nuevo toque de atención mayoritario contra el Kremlin, un paso importante pero simbólico porque no sólo se considera una contradicción sino también una ironía que la Rusia de Putin, a quien acusan de cometer crímenes contra la humanidad, tenga voz y voto en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Estados Unidos pedirá al Consejo de Seguridad de la ONU que suspenda a Rusia del Consejo de Derechos Humanos del Organismo Internacional alegando crímenes de guerra tras las denuncias de Ucrania por la trágica muerte de civiles en la ciudad de Bucha.
Así lo dio a conocer la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, alegando que “la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos es una farsa”. La embajadora de EEUU ante la ONU criticó la postura hipócrita de Rusia: “Es equivocada, por eso creemos que es hora de que la Asamblea General de la ONU vote para eliminarla”.
“Mi mensaje para los 140 países que valientemente se mantuvieron unidos es las imágenes de Bucha y la devastación en Ucrania, que nos obligan a unir nuestras palabras con la acción”, añadió Thomas-Greenfield.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, cuenta con el segundo mandato de Rusia de los tres años correspondientes. El embajador ruso ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, por su parte, negaba las acusaciones de haber cometido las atrocidades de Bucha acusando a Ucrania de “montaje monstruoso” diseñado para “denigrar” a sus soldados. El alto funcionario ruso acusaba a Ucrania reiteradamente desde que comenzó la invasión rusa de mentir sobre la realidad de la guerra, estableciendo un paralelismo con la guerra estadounidense de Irak.
Pendiente de la posible expulsión del Consejo de DDHH este jueves en la sede de la ONU en Nueva York, Rusia tratará por todos los medios de retrasar la votación y, a la vez, seguir sembrando las dudas sobre las muertes de civiles.
Al menos 50 de los 300 cuerpos encontrados en Bucha tras la retirada de las tropas rusas, según altos funcionarios de Ucrania, fueron víctimas extrajudiciales sometidas a torturas a manos de los soldados del Kremlin.
En sus esfuerzos propagandísticos por convencer a su propio país, Rusia publicaba un vídeo manipulado para culpar a Ucrania de la autoría de los crímenes, que el rotativo estadounidense New York Times desmentía con inéditas imágenes de radar que tiraban por tierra su teoría y demostraban lo contrario.
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