Congreso

Zelenski compara la devastación de Ucrania con el bombardeo de Guernica

El presidente de Ucrania comparece por videoconferencia en el Congreso y rememora abril de 1937 en plena Guerra Civil. Sánchez se compromete a seguir enviando armamento y apoyará a Ucrania en su camino a la UE

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se llevó el apoyo unánime de un Congreso de los Diputados abarrotado que se había preparado de manera «solemne» para escuchar el relato de las atrocidades que está sufriendo el pueblo ucraniano a causa de la invasión rusa.

Zelenski recibió los aplausos de las principales autoridades políticas españolas así como de los embajadores de la Unión Europea y de la OTAN, que atendieron desde la tribuna de invitados su intervención por videoconferencia. Un relato con el que consiguió conmocionar a los asistentes tras escuchar de viva voz el lamento de Zelenski ante su convicción de que Putin «no solo quiere destruir Ucrania, sino su democracia abierta, de convivencia y de paz».

En su intervención, Zelenski hizo un paralelismo entre la devastación que está sufriendo su país en abril de 2022 con la que vivió Guernica en abril de 1937 en plena Guerra Civil. «Estamos en abril de 2022, pero parece abril de 1937 en Guernica», dijo.

El líder ucraniano realizó un emotivo discurso, buscando la empatía de los españoles para que «entiendan nuestro dolor, porque en Ucrania tenemos amenazado todo lo que se considera como vida», dijo. Zelenski reivindicó que en su país han vivido de forma pacífica distintas religiones, una paz que defienden y que buscan lograr también ahora ante el ataque ruso. «Rusia ha venido con la guerra a nuestra tierra» señaló, recordando que esta agresión se viene produciendo desde 2014, cuando se anexionó Crimea, ahora, dijo, se está produciendo una «agresión a gran escala» que ya dura 41 días.

Como viene realizando en su gira virtual ante los parlamentos del resto del mundo, el presidente ucraniano pidió «sanciones más duras» porque, aunque Rusia «ha venido a nuestra casa, no solo quiere destruir nuestro pueblo, sino la posibilidad de vivir sin dictadura, sin violencia del Estado y la posibilidad de ser una democracia abierta, con una convivencia en paz», señaló, advirtiendo de que más allá de Ucrania, también quiere dominar toda Europa.

Además de reclamar estas sanciones, Zelenski agradeció a las empresas españolas que han dejado de trabajar en Rusia, pero mencionó a otras que, según él, todavía no lo han hecho. «¿Cómo permitir que los bancos rusos generen beneficios mientras ellos están torturando gente? ¿Cómo permitir que las compañías europeas tengas beneficios mientras destruyen mi país?», se preguntó Zelenski citando expresamente a algunas empresas españolas como Porcelanosa, la empresa de explosivos Maxam y Sercobe, entre otras. Aunque poco después, desde Porcelanosa negaron seguir trabajando con Rusia.

Ante la petición de Zelenski al Gobierno de España de respaldar las sanciones a Rusia, el propio presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, respondió de manera inmediata, confirmando, en su discurso posterior, que nuestro país seguiría aplicando «las sanciones más duras» contra el régimen de Putin.

El presidente Zelenski quiso tener también palabras de agradecimiento hacia España por su solidaridad pero pidió «todavía hacer mucho más» para que Rusia «apueste por respetar el derecho internacional”» A su juicio, Europa «no debe tener miedo, debe ser fuerte y poner los valores de la democracia por encima de la amenaza». Así volvió a enarbolar el valor de la libertad pero también su necesidad de «ser defendida», en un llamamiento a la Unión Europea. Zelenski pasó a recordar alguna de las situaciones más desgarradoras a las que se enfrentan los ucranianos, «que escriben en los cuerpos de sus hijos pequeños sus nombres y números de teléfono de sus familiares cercanos por si los ocupantes matasen a sus padres, que estos niños puedan ser salvados», revivió. «Imaginen que la gente de Europa viviera así. Estamos en abril de 2022, pero parece que estamos en abril de 1937 en Guernica», recalcó el presidente Ucraniano, en uno de los paralelismos que hace personalizados en cada uno de sus discursos ante los parlamentos de otros países en los que está interviniendo. En Alemania hizo alusión al Muro de Berlín, en Francia a los valores de «libertad, igualdad y fraternidad» y en EE UU a Pearl Harbour o el 11-S.

Por su parte, Pedro Sánchez quiso transmitir el sentir ciudadano de repulsa contra Putin y condenó «la violación sistemática de los principios más básicos de la humanidad». El líder del Ejecutivo calificó como «crímenes de guerra que no pueden quedar impunes», la atrocidad cometida en Mariupol. «Producen el mayor sentimiento de indignación y repulsa», lamentó. Afirmó que la razón y la democracia prevalecerán sobre la lógica de la fuerza y el autoritarismo cuando acabe este período oscuro y amargo que está viviendo Europa y sufriendo Ucrania» y del que «nos esperan aun semanas difíciles y tristes».

Sánchez recogió el guante de Zelenski quien pidió más ayuda a España y a la UE. Así, anunció que España va a «continuar con ese apoyo a ucraniana». Se comprometió a seguir enviando armas al pueblo ucraniano, así como a continuar aplicando «las sanciones más duras» contra el régimen de Putin, al igual que reafirmó su compromiso con Ucrania para seguir prestando ayuda humanitaria. Así confirmó que «políticamente nuestro país apoyará esas sanciones, la ayuda humanitaria y también continuará enviando equipamiento militar» para que «Ucrania pueda ejercer su derecho legítimo a la defensa».

Por otro lado, el presidente quiso agradecer «la admiración y el coraje» del gobierno ucraniano y su pueblo. «Su ejemplo es de dignidad y resistencia frente a la brutal agresión de Putin». En su intervención, Sánchez quiso remarcar que España «condena con la mayor determinación» de la guerra contra Ucrania. «Una guerra ilegal, irracional y que está provocando sufrimiento y dolor». España apoya «la independencia y la soberanía de Ucrania y quiero hacer un llamamiento a Putin para que se siente con seriedad en la mesa de negociación y ponga fin a la guerra». Además, se comprometió con Zelenski a apoyar su camino de «transformación» para formar parte en el futuro de la Unión Europea. Sánchez destacó la «clara vocación europeísta» de Ucrania. «La esperanza de Ucrania está en Europa, pero también la de Europa está depositada en Ucrania», aseveró.