Política exterior

Giro de EE UU hacia Cuba: Biden permite más vuelos y remesas para la isla

La Casa Blanca suspende el límite de 1.000 dólares al envío de remasas y retoma la línea del Gobierno Obama

Noticias de última hora en La Razón
Última hora La RazónLa RazónLa Razón

La Administración Biden dio este martes un giro significativo a la política de Estados Unidos hacia Cuba, poniendo fin a algunas de las medidas implantadas por el expresidente Donald Trump. El Departamento de Estado informó en una nota de que se restablecerán los vuelos comerciales hacia la isla, que Trump había limitado a los que aterrizan en La Habana, y la suspensión del límite de 1.000 dólares por trimestre al envío de remesas desde Estados Unidos, que el Gobierno anterior impuso con el objetivo de ahogar financieramente a la dictadura castrista.

«Nos aseguraremos de que las remesas fluyan más libremente hacia el pueblo cubano, sin enriquecer a quienes perpetran abusos contra los derechos humanos», indicó Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, sin explicar cómo será eso posible.

Desde La Habana, el diario oficial «Granma» difundió un comunicado del Ministerio de Exteriores cubano, que calificó el anuncio de Washington como «un paso limitado en la dirección correcta». «Los anuncios no modifican en lo absoluto el bloqueo, ni las medidas principales de cerco económico tomadas por Trump», señala el comunicado. El Gobierno comunista de la isla lleva años culpando al embargo estadounidense de las penurias económicas que sufren los cubanos, aunque la mayoría de expertos culpan a la ineptitud y la corrupción del régimen.

El cambio de rumbo ordenado ahora por el presidente demócrata Joe Biden culmina la revisión de la política estadounidense anunciada por la Casa Blanca después del estallido de protestas contra la dictadura en diferentes puntos de la isla el pasado agosto, al que el régimen respondió con centenares de detenciones y juicios sumarios. El asunto cubano saltó entonces a lo alto de la agenda de Biden, que prometió entonces una revisión de su política, cuyo resultado se ha demorado varios meses.

La suavización de las restricciones permitirá entre otras cosas que muchos cubanos residentes en Estados Unidos puedan enviar más dinero a sus familias en la isla, que sigue en una situación económica crítica. Pero no tardó en provocar las críticas de quienes piensan que le dará oxígeno al Gobierno que ahora dirige Miguel Díaz-Canel bajo la tutela de Raúl Castro.

Marco Rubio, senador republicano por Florida de origen cuban, escribió en Twitter: «El régimen en Cuba amenazó a Biden con la migración masiva». Rubio añadió que la dictadura «tiene simpatizantes dentro de la Administración y el resultado es que hoy vemos los primeros pasos hacia las políticas de Obama sobre Cuba».

Los republicanos temen que Biden retome la senda del acercamiento al castrismo que caracterizó la política exterior de la era Obama. Pero el demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, también se mostró en contra. «Seamos claros, aquellos que aún piensan que incrementar los viajes servirá para fomentar la democracia en Cuba están simplemente negándose a reconocer la realidad», afirmó Menéndez.

«La política hacia Cuba se lleva a cabo mejor con un bisturí, no con un machete», dijo Manny Díaz, el presidente del Partido Demócrata de Florida. La nueva política también «evitará cientos de muertes en el Estrecho de Florida y salvará a innumerables cubanos de la peligrosa travesía por Centroamérica y México que puede conducir a innumerables tragedias».

La Administración Biden se ha aproximado también en los últimos meses al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, adónde envío una delegación para negociar la liberación de presos estadounidenses y una posible relajación de las sanciones a Caracas para permitir que el crudo venezolano contribuya a aliviar la subida del precio del petróleo provocada por la guerra en Ucrania.