Crisis política

Italia, abocada a elecciones anticipadas: los socios de Gobierno abandonan a Draghi

El primer ministro italiano se reunirá posiblemente este jueves con el presidente de la República para presentarle su dimisión definitiva. El 2 de octubre, posible fecha del adelanto electoral

El tercer Gobierno italiano en cuatro años tiene las horas contadas después de que la Liga, Forza Italia y el Movimiento Cinco Estrellas, principales socios junto a los socialdemócratas del PD en la coalición gubernamental que sostiene al primer ministro Mario Draghi, no participaran en la votación celebrada este miércoles en el Senado, donde el ex presidente del Banco Central Europeo se presentó para verificar los apoyos con los que contaba tras presentar su dimisión la semana pasada. Una renuncia que fue rechazada y ‘congelada’ hasta este miércoles por el presidente de la República, Sergio Mattarella, y que probablemente se hará efectiva en las próximas horas.

Después de una semana de alta tensión, el cruce de vetos y exigencias imposibles acabó por hundir la coalición de unidad nacional que Mattarella encargó al economista en febrero de 2021 para hacer frente a la emergencia sanitaria, económica y social. En su comparecencia en el Senado, el primer ministro abrió la puerta a retirar su dimisión y pidió a los partidos reconstruir la coalición de unidad nacional para hacer frente a los desafíos a los que el país se enfrenta, pero no obtuvo la respuesta que se esperaba.

“Necesitamos un nuevo pacto de confianza, sincero y concreto, como el que nos ha permitido hasta ahora cambiar el país a mejor. Los partidos y ustedes los parlamentarios, ¿están listos para reconstruir este pacto? ¿Están listos para confirmar el esfuerzo que hicisteis en los primeros meses, que luego se desvaneció?”, lanzó el economista ante la Cámara Alta.

Contra todas las previsiones iniciales, que daban por hecho que el economista no daría marcha atrás, Draghi optó por dar una última oportunidad a los partidos, arrastrado por las muestras de apoyo recibidas en los últimos días por parte de la sociedad civil italiana y de las instituciones internacionales para que permaneciera en el cargo. “Estamos aquí porque y solo porque los italianos lo han pedido”, subrayó, reconociendo cómo le habían emocionado en particular las manifestaciones de los alcaldes y de los médicos, “los héroes de la pandemia”.

El ex presidente del Banco Central Europeo repasó en su discurso los logros de su gobierno en estos 17 meses y propuso una agenda de reformas urgentes que necesitan de una mayoría parlamentaria fuerte para llevarlas a cabo y no una que “se desvanezca ante medidas incómodas”, por lo que invitó a los partidos de su coalición de unidad nacional, que incluye a la mayoría de las fuerzas parlamentarias, excepto a los ultraderechistas de Hermanos de Italia, a recomponer la alianza “con valentía, altruismo y credibilidad”.

Draghi ofreció a los senadores una salida a la crisis para evitar la convocatoria adelantada de elecciones en otoño, cuando el país deberá aprobar una complicada Ley de Presupuestos e implementar las reformas previstas para acceder a un nuevo tramo de los Fondos de Recuperación, que los partidos políticos, inmersos ya en la campaña electoral, optaron por ignorar.

El Movimiento Cinco Estrellas, que hizo estallar esta crisis después de no votar la semana pasada un decreto económico con medidas contra la inflación que iba unido a una moción de confianza para acelerar los trámites parlamentarios, mantuvo su pulso al primer ministro exigiendo respuestas concretas a sus demandas. Sin embargo, los ‘grillinos’ defendieron hoy que su intención no era tumbar la coalición, sino cambiar la política económica del Gobierno. Una postura que se explica también por la dificultad del líder del partido, el ex primer ministro Giuseppe Conte, para lograr que sus parlamentarios cerraran filas entorno a la línea impuesta y evitar una nueva escisión.

El golpe de gracia llegó, sin embargo, por la derecha. La Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi rechazaron mantener el apoyo a un Ejecutivo que incluya al Movimiento Cinco Estrellas y exigieron al primer ministro una renovación de los actuales ministros. “El centroderecha está disponible a un nuevo pacto de Gobierno guiado por Mario Draghi, sin el M5E y profundamente renovado”, lanzaron en un comunicado conjunto. Ni siquiera la intervención ‘in extremis’ del presidente de la República, que trató de mediar durante todo el día manteniendo conversaciones telefónicas con Berlusconi y el propio Draghi, obtuvo resultados.

La votación en un Senado casi desierto por las ausencias de ‘grillinos’ y conservadores acabó con 95 votos a favor del primer ministro y certificó el final del Gobierno Draghi, aunque ninguna de las fuerzas quisieron asumir la responsabilidad. “No somos quienes han roto un gobierno de unidad nacional”, justificó la portavoz de Forza Italia, Anna Maria Bernini, mientras que el líder ‘grillino’, Giuseppe Conte, se mantuvo en silencio durante toda la jornada. “Hoy es el último capítulo de vuestro ‘reality show”, denunció Matteo Renzi, líder del centrista Italia Viva, que junto a los progresistas del Partido Demócrata y Libres Iguales mantuvo su apoyo incondicional a Draghi.

Tras verificar la falta de apoyo de las principales formaciones de su coalición, a pesar de superar la moción de confianza, el primer ministro abandonó el Senado. Está previsto que este jueves, Draghi se reúna con el presidente de la República, a quien, según los medios italianos, presentará su renuncia irrevocable. La pelota volverá entonces a Mattarella, quien deberá decidir si disuelve las Cámaras y convoca elecciones anticipadas a principios de octubre. Los medios italianos apuntan al 2 de octubre como posible fecha del adelanto electoral.