Tensión

Las maniobras militares de EE UU y Corea del Sur ponen en alerta a Corea del Norte y China

Buques de guerra, cazas y miles de soldados participan en los mayores ejercicios entre los dos países aliados ante el recelo de Pekín y Pyongyang

Obuses autopropulsados K-9 en la sección occidental de la frontera intercoreana en Paju, en Corea del Sur, en maniobras preliminares a las ejercicios conjuntos de EEUU y Corea del Sur
Obuses autopropulsados K-9 en la sección occidental de la frontera intercoreana en Paju, en Corea del Sur, en maniobras preliminares a las ejercicios conjuntos de EEUU y Corea del SurYONHAPAgencia EFE

EE UU y Corea del Sur comienzan hoy sus mayores maniobras militares conjuntas desde hace años, con el objetivo de fortalecer la preparación de defensa de las tropas ante la «amenaza cambiante de Corea del Norte». Las maniobras combinadas «Ulchi Freedom Shield» (Escudo de la Libertad de Ulchi, UFS) tendrán lugar del 22 de agosto al 1 de septiembre y simulan el escenario de un ataque norcoreano. Las tropas realizarán ejercicios de defensa y de contraofensiva sobre el terreno en los que participarán aviones, buques de guerra, tanques y posiblemente decenas de miles de soldados.

Según el ministerio de Defensa de Corea del Sur, las unidades también practicarán el uso de drones de vigilancia y una serie de novedades militares surgidas tras la invasión rusa de Ucrania.

Pyongyang ha calificado en el pasado estos entrenamientos como ensayos de invasión a su territorio y es posible que el régimen exprese su descontento en los próximos días, como así hizo el miércoles con el lanzamiento de dos misiles de tipo crucero al Mar Amarillo después de que Washington y Seúl comenzaran unos ejercicios preliminares.

Helicópteros de ataque Apache son vistos en la base del Ejército de Estados Unidos, Camp Humphreys, en Pyeongtaek, Corea del Sur
Helicópteros de ataque Apache son vistos en la base del Ejército de Estados Unidos, Camp Humphreys, en Pyeongtaek, Corea del SurYONHAPAgencia EFE

El UFS supone la primera vez que ambos aliados llevan a cabo maniobras a gran escala desde 2018. Ese año, EE UU, Corea del Sur y Corea del Norte comenzaron conversaciones sobre desnuclearización. Washington y Seúl cancelaron algunos de sus simulacros regulares y redujeron otros a simulaciones por ordenador con el fin de crear espacio para la diplomacia con Pyongyang. Sin embargo, las conversaciones entre los entonces líderes, Donald Trump, Moon Jae In y Kim Jong Un, se estancaron a principios de 2019 por diferencias de intereses. El fracaso de la cumbre de desarme de Hanói en 2019 y el posterior aislamiento de Pyongyang por la pandemia han contribuido a empeorar de nuevo la situación en la península coreana. Kim no parece dispuesto a retomar las conversaciones de desnuclearización.

Corea del Norte ha aumentado sus pruebas de armamento a un ritmo récord este año, realizando más de 30 pruebas balísticas. Entre ellas, el lanzamiento de su primer misil intercontinental desde 2017. Corea del Sur y EE UU aseguran que Kim se ha estado preparando para su siguiente prueba nuclear. La capacidad armamentística del país y la agresividad de su líder suponen una amenaza para Seúl, así como para los países vecinos.

Ante las crecientes tensiones en el Indo-Pacífico con China, las naciones de la región buscan fortalecer sus lazos con Washington para contrarrestar la influencia del gigante asiático y salvaguardar la estabilidad de la zona. Las Fuerzas Armadas de EE UU, Corea del Sur y Japón participaron en ejercicios de alerta de misiles y de búsqueda y rastreo de misiles balísticos frente a la costa de Hawái la semana pasada, con el objetivo de fomentar la cooperación a tres bandas.

A finales de julio, Kim dijo que el país estaba «listo para movilizar» su fuerza nuclear disuasoria. Hace apenas unas semanas que el territorio declaró su victoria contra el coronavirus, un anuncio que muchos analistas interpretaron como aviso de que el territorio estaba preparado para retomar sus pruebas militares. La hermana y mano derecha de Kim Jong Un señaló como culpable del estallido de la pandemia a Corea del Sur y amenazó con «represalias mortales». A pesar de las tensiones, el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, ha dicho estar dispuesto a proporcionar ayuda económica a su vecino si éste comienza la desnuclearización. Pyongyang ha rechazado tajantemente la propuesta: Yoon debería «cerrar la boca».