Yihadismo

Al Qaeda señala a Mogadiscio como su capital mundial desde la que extenderá el terrorismo global

Considera que no pasará mucho tiempo sin que Al-Shabab se haga con el poder en Somalia

Mogadishu (Somalia), Una vista general en la escena de un ataque en el hotel Hayat en Mogadishu, Somalia, 21 de agosto de 2022. Según los funcionarios de seguridad de Somalia, al menos 10 personas murieron en el ataque supuestamente llevado a cabo por al- Militantes de Shabab a partir del 19 de agosto. El ataque involucró explosiones fuera del hotel y disparos. El jefe de policía somalí anunció el 21 de agosto que el asedio de 30 horas terminó y agregó que las fuerzas de seguridad rescataron a 106 personas, incluidas mujeres y niños.EFE/EPA/SAID YUSUF WARSAME
Mogadishu (Somalia), Una vista general en la escena de un ataque en el hotel Hayat en Mogadishu, Somalia, 21 de agosto de 2022. Según los funcionarios de seguridad de Somalia, al menos 10 personas murieron en el ataque supuestamente llevado a cabo por al- Militantes de Shabab a partir del 19 de agosto. El ataque involucró explosiones fuera del hotel y disparos. El jefe de policía somalí anunció el 21 de agosto que el asedio de 30 horas terminó y agregó que las fuerzas de seguridad rescataron a 106 personas, incluidas mujeres y niños.EFE/EPA/SAID YUSUF WARSAMESAID YUSUF WARSAMEAgencia EFE

Al Qaeda, con sus nuevos jefes al frente, cuyo nombre se desconoce tras la muerte de Ayman Al Zawahiri, ya tienen un objetivo prioritario. Convertir la capital de Somalia, Mogadiscio, en su particular Kabul y, desde allí, extender su influencia por todo el mundo.

En una publicación interna, anuncia que su filial en Somalia, Al-Shabab, pronto tomará el control del país al igual que los talibanes tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021.

Comparan Somalia con Afganistán, argumentando que la caída de Kabul presagia la caída de Mogadiscio. “No pasará mucho tiempo antes de que veamos que lo que sucedió hace meses en Afganistán también sucede en Somalia (…) El destino de Mogadiscio en un futuro cercano se reducirá a sus defensores y protectores (los muyahidines). El resultado de la yihad de su pueblo no estará muy lejos del destino de la yihad del pueblo de Afganistán”.

Al igual que Afganistán, Somalia ahora enfrenta una ocupación extranjera y un gobierno “ayudado” que solo puede sobrevivir con el “apoyo externo de los cruzados”, aseguran.

Hay tres factores importantes que conducirán a una victoria a corto plazo de los “mujahideen” (guerreros) en Somalia, al igual que en Afganistán.

En primer lugar, el Occidente “cruzado” y la Unión Africana no han podido modernizar el sistema democrático, político y económico de Somalia para que pueda sobrevivir sin apoyo externo. En segundo lugar, la supervivencia del “gobierno proxy y sus fuerzas apóstatas” de Somalia depende fundamentalmente de la continuación del “apoyo militar y económico de los cruzados extranjeros”. En tercer lugar, el “oportunismo colonial” que “roba recursos, esclaviza al pueblo y corrompe al pueblo” no se presta a una ocupación permanente.

En resumen, el tiempo está a favor de los muyahidines. Con este fin, también citó a “observadores”, quienes dijeron que han concluido que Al-Shabab pronto controlará Somalia. “Estas condiciones objetivas y otras son las que han hecho que observadores y espectadores concluyan que es solo cuestión de tiempo antes de que Mogadiscio caiga a manos del Movimiento Al-Shabab”. A pesar de las estimaciones de la Agencia Central de Inteligencia de que Al-Shabab podría tardar entre seis meses y dos años en controlar el país.

Los cambios importantes en el equilibrio del poder mundial obstaculizarán la capacidad de EE. UU. y Occidente para continuar apoyando a sus fuerzas “representantes” en Somalia. “El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil”; la guerra entre Rusia y Ucrania, los acuerdos climáticos globales y la lucha contra las pandemias después de la COVID-19 probablemente preocuparán a EE. UU. y otras naciones occidentales, creando un vacío que Al-Shabab sabrá explotar.

Citan al exasesor de seguridad nacional de EE. UU. Henry Kissinger, a quien se refirió como “el gran padre de los judíos de Estados Unidos”, prediciendo que “grandes eventos, transformaciones y cambios están llegando a Oriente Medio y Asia. para lo cual Estados Unidos debe prepararse y hacer concesiones a Rusia para abordarlos”, informa Memri.