Carlos III es proclamado rey de Inglaterra en una ceremonia histórica en el palacio de St. James

El hasta ahora príncipe de Gales ha sido proclamado formalmente este sábado como rey de Inglaterra en una sobria ceremonia ante el Consejo de Ascensión, un acto celebrado en el Palacio de St. James un día después de que el nuevo monarca pronunciara su primer discurso ante la nación.

“Dado que Dios todopoderoso se ha complacido en llamar a su misericordia a nuestra fallecida soberana, la reina Isabel II, de memoria sagrada y gloriosa, la corona de Reino Unido e Irlanda del Norte recae única y legítimamente en el príncipe Carlos”, ha dicho el secretario del Consejo de Ascensión al leer la proclamación.

Tras la muerte de Isabel II, su primogénito se convirtió automáticamente en rey. Pero hoy se ha proclamado oficialmente nuevo monarca bajo el título de Carlos III. Por primera vez ha sido televisada la ceremonia, prueba más de que Carlos III -quien se ha comprometido a seguir el legado de su madre- quiere imponer también su propia impronta en esta nueva era.

El acto está a cargo del Consejo Privado, que se remonta al siglo XVIII con ese grupo de sabios cuya labor era asesorar al monarca, aunque hoy tiene tan solo labor simbólica.

Entre los asistentes, personalidades de todos los ámbitos. Entre ellos, seis ex primeros ministros. Y por supuesto, el nuevo príncipe de Gales, el príncipe Guillermo, quien también está viviendo un momento histórico al convertirse en el primero en línea de sucesión.

En la primera parte de la ceremonia se ha comunicado oficialmente la muerte de Isabel II y se ha proclamado de manera formal a Carlos III como rey. En una segunda parte, el monarca, de 73 años, ha hecho una intervención, ha leído y firmado un juramento.

Sobre las 12.00 hora peninsular, fanfarrias de trompetas han acompañado la primera lectura pública del texto de la Proclamación de Carlos III desde un balcón del Palacio de St. James. Salvas de cañón han saludado al mismo tiempo la ascensión al trono del nuevo rey desde Hyde Park y la Torre de Londres.

Por su parte, a falta de conocer los detalles definitivos, se espera que el féretro de Isabel II se traslade el domingo de Balmoral a la residencia real de Holyroodhouse en Edimburgo, de donde el lunes saldría en procesión hasta la cercana catedral de St. Giles. Allí, miembros de la familia real asistirán a una misa y los ciudadanos tendrán la oportunidad de presentar sus respetos a la soberana, mientras que el Parlamento londinense volverá a reunirse en un acto de condolencia al que podría asistir el nuevo rey.

De acuerdo con las previsiones, el ataúd se trasladaría por avión o tren real el martes al palacio de Buckingham, en Londres, donde el miércoles iría en una gran procesión hasta la sede parlamentaria del Palacio de Westminster, donde se habilitaría durante cuatro días una capilla ardiente abierta a los visitantes. Según la prensa, el día del funeral posiblemente será el lunes 19 de septiembre. Será televisado y se prevé que asistan mandatarios de todo el mundo. Isabel II recibirá finalmente sepultura en el Castillo de Windsor, en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI, junto a su padre.

En la ceremonia, Carlos ha estado acompañado por su esposa Camilla, la reina consorte, y su hijo mayor, el príncipe Guillermo. Guillermo ahora es el heredero al trono y es conocido por el título que Carlos ostentó durante mucho tiempo, príncipe de Gales.

El futuro

A partir de ahora se abre una nueva etapa que deberá culminar con la coronación de Carlos III como rey en una ceremonia llena de pompa y circunstancia. Es la denominada Operación Gold Orb, su nombre en clave secreto.

Según la prensa británica, será un evento muy reducido en la Abadía de Westminster. La pregunta para la que nadie tiene respuesta ahora mismo es cuándo tendrá lugar dicha coronación. Expertos en casas reales aseguran que no será antes de la próxima primavera. Sea como sea, ese día será declarado festivo nacional en todo el país.

La coronación de Isabel II, la primera en ser televisada, se produjo en 1953, 16 meses después de acceder al trono. Se espera que la de su hijo será una ceremonia más breve y menos lujosa y más representativa al incluir a grupos sociales y religiosos del país.

El papel que desempeñará Camila como reina consorte será muy diferente al que tuvo el príncipe de Edimburgo, esposo de Isabel II, en 1953. Como consorte masculino, el príncipe de Edimburgo no tenía derecho a ser coronado, sino que se arrodilló ante su esposa durante su coronación y se comprometió a ser su “señor de la vida”. La última vez que se coronó a una reina consorte fue en 1937, cuando la madre de la reina, Isabel, se sentó junto a Jorge VI.